Con papeles en mano, busca que se investigue lo sucedido. Los “segundos propietarios” ya llevaron material para construir.
Una mujer poseedora de un terreno ubicado en la zona sur de la ciudad aseguró que está siendo víctima de maniobras irregulares por parte de una empresa que habría vendido por segunda vez un terreno que ya habían vendido hace 30 años a su familia política.
Adela Noriega dialogó con El Esquiú.com y explicó la situación a la que se enfrenta al tratar de defender un terreno, del cual posee la papelería, con la que probaría su ascendente de propietaria.
Está ubicado a tres cuadras el minihopistal Carlos Bravo y es parte de un loteo que, según asegura Noriega, fue manejado por la empresa Sussex S.A., la cual le vendió un espacio a la abuela de su marido en 1984, dejando asentado un boleto de compra venta, aunque nunca se completó el trámite de escrituración por diferentes “trabas” ajenas y propias.
Noriega aseguró que la abuela de su marido -María Rosa Díaz- compró el terreno, y cuando lo iba a escriturar falleció en el marco de una intervención quirúrgica. Posteriormente, su suegra siguió el trámite pero no pudo avanzar, enfermó de cáncer y falleció.
De esta manera, ella y su pareja quedaron al frente de la posesión del terreno y la tramitación de la papelería para regularizar.
Días atrás, un grupo familiar llegó a su terreno, descargó materiales para construir -incluso habrían provocado algunos daños en ese trajín- asegurando que habían comprado ese lugar a Sussex S.A. -la misma empresa de la primera venta según figura en el primer boleto- con el objetivo de empezar a edificar en el lugar.
Noriega sindica a una persona identificada por el apellido Álvarez Saavedra por esta confusión que ahora pone en vilo la situación de las dos familias: la primera, poseedora, y la segunda en estas circunstancias ante una presunta estafa, según asegura.
El sindicado no tendría domicilio en esta provincia y Noriega asegura que “debe dar la cara para poner fin a esta situación” que ya ha desencadenado actuaciones en la Justicia Penal.
La mujer -con papeles en mano- asegura que fue denunciada por el delito de usurpación y que ante esta situación presentó papelería ante la fiscalía de Instrucción Nº9 para probar la posesión del terreno.
Ayer por la tarde trascendió que se había librado una orden judicial para efectuar el desalojo del lote. Sin embargo, se decidió dar marcha atrás con esa resolución. Ya con asesoría legal, la mujer busca evitar que la despojen de su terreno.
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