En medio del debate en torno a un nuevo aumento en el valor del boleto de los colectivos, la Asamblea por el Transporte Público volvió a protagonizar una movilización para expresar el rechazo al pedido impulsado por las seis empresas prestadoras del servicio, que días atrás ingresó al Ejecutivo y que se encuentra en pleno análisis en el Concejo Deliberante.
En esa línea, rechazaron los fundamentos de la Comisión de Transporte del Legislativo, que por estas horas se encuentra estudiando el pedido de aumento canalizado a través de la Cámara de Transporte.
En ese marco, los ediles del radicalismo que integran la comisión interna se anticiparon al debate y respaldaron la postura al señalar que “estamos inmersos en un círculo vicioso producto de una inflación desatada y la reciente devaluación de un peso que cada vez vale menos”.
La movida
La concentración tuvo lugar desde las 19 frente a la explanada de la sede de Gobierno y reunió a cerca de medio centenar de personas, en su mayoría jóvenes estudiantes. Sin presencia de funcionarios, los integrantes del espacio expresaron su disconformidad ante el pedido con banderas, bombos y cánticos.
Al encuentro siguió un espontáneo corte de la calle Belgrano, que generó molestia entre los eventuales automovilistas y un breve caos vehicular en la intersección con Fuerte Independencia. Incluso, la impaciencia de ciertos conductores ante la manifestación derivó en imprudentes maniobras, como tomar contramano hasta Rodríguez para retomar la circulación en horario de gran movimiento.
Minutos después, la columna inició una marcha por las calles céntricas que incluyó una parada frente al Comité de la UCR -en Mitre al 500-, hasta que finalmente se desconcentraron.
Números “fraudulentos” y pedido de controles
Dos de los voceros del movimiento, Agustín Mestralet y Nahuel Martínez, trazaron los lineamientos sobre los cuales sustentan su postura y el rechazo al “injustificado” incremento que se pretende para este año y marcaron que se atribuye la necesidad de aumento al contexto inflacionario sin tener en consideración el corte de boleto de las empresas a partir de un creciente uso del servicio.
A la hora de las explicaciones, Mestralet citó el relevamiento efectuado en el mes de julio por la Secretaría de Transporte de la Nación, que detectó la existencia de un desfasaje en los kilómetros declarados por las empresas concesionarias del servicio, y enfatizó que “los números de las empresas son fraudulentos”.
En efecto, sostuvo que “no se tiene que producir ningún aumento porque ya el boleto está más caro de lo que tiene que estar”.
Martínez reforzó el planteo y agregó que desde el espacio pretenden lograr que el Municipio “se haga cargo del rol que le toca y controle las empresas” y que, a parir de los datos arrojados por el estudio de la dependencia nacional “solicite más números a las empresas, certificaciones de cada uno de los recorridos, que audite y cumpla con las frecuencias y recorridos”.
Reconoció que se trata de un reclamo de larga data, pero que este año se potencia debido a que en 2013 “hubo resultados que comprobaron la teoría que teníamos de que los números no eran ciertos”.
“Pedimos que antes de hacer caso al pedido de las empresas, escuchen a los usuarios y que se pongan a controlar efectivamente cuáles son los ingresos y egresos”, subrayó.
Subsidios y el PASE
En este esquema es necesario mencionar los subsidios por parte del Estado para las empresas del sector. “Sabemos que una parte de los ingresos son los 30 millones de pesos que las firmas recibieron el año pasado de parte de la Nación”, advirtió Martínez, que son destinados, según indicó, “al pago de combustible y de personal”.
Ratificó que “el precio del boleto está relacionado a nuestro entender a las ganancias de las empresas, que queremos conocer”.
En esa línea también se tuvo en consideración la incidencia del PASE -Programa de Accesibilidad Socio Educativa-, por medio del cual los alumnos de las escuelas de la ciudad de gestión estatal y de los niveles obligatorios puedan obtener boletos gratuitos para el transporte público urbano de pasajeros para concurrir a los establecimientos, mientras que los estudiantes de los niveles superiores estatales cuentan con un 50 por ciento de descuento en el valor de la tarifa.
Si bien reconocen que representa una “victoria de la movilización sistemática de los estudiantes”, cuestionaron que “es algo más que le garantiza un colchón de ganancias por parte del Municipio a las empresas”.
Por último llamaron a la población, especialmente a los usuarios del servicio, “a movilizarse en contra de este aumento, que hay que derrotar políticamente mostrando la oposición que hay de los vecinos de Tandil a que nos toquen una vez más el bolsillo”.
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