“Fue un momento horrible. Cuando empezaron los golpes, creí que me mataban. Me robaron hasta la voz: desde ayer que no puedo hablar. Es una desgracia que hoy tenga que festejar que no me hayan asesinado. Andar con miedo se nos convirtió en algo normal. Todo es una locura”, explicó Paola al diario Clarín.

La hija mayor del ex canciller contó que a las 5 del sábado volvía sola a su casa en su auto y vio a “dos personas sospechosas” en la cuadra donde vive, Bermúdez al 1000. Por eso decidió pasar de largo y dar una vuelta. Cuando regresó, no vio nada extraño y estacionó.

“Enseguida que bajé me dieron una trompada por la espalda, caí al piso y a lo único que atiné fue a ponerme en posición fetal para cubrirme la cabeza. Ahí con saña empezaron a pegarme patadas en el cuerpo durante varios minutos. Estoy muy dolorida, sobre todo en la espalda”, señaló. Hasta la semana pasada en la esquina había una garita de seguridad privada que no sabe por qué retiraron.

Los delincuentes huyeron por la calle Wineberg, tras arrebatarle sólo la cartera. Y ella se fue a refugiar a la casa de su padre, a unas diez cuadras. Más tarde realizó la denuncia en la comisaría 1a de Olivos.

Paola Caputo, abogada de profesión, es concejal de Vicente López desde 2009. Ingresó al recinto como candidata del radicalismo y en las elecciones del año pasado renovó su banca por el Frente Amplio Progresista (FAP). “Todos somos blanco de los delincuentes en este contexto de violencia e inseguridad extrema”, sostuvo.