En una entrevista con 0223, el intendente habló de su reelección y ratificó que se presentará en busca de un nuevo mandato. Anunció que se construirá un nuevo hospital detrás del Cema.
Carlos Arroyo está confiado y seguro de que la población lo respaldará para seguir otros cuatro años. "He dado todo en esta gestión y creo que tengo derecho a decir Señores, puedo seguir prestando mis servicios porque puedo seguir trabajando por la ciudad", afirma en una entrevista con 0223, en el despacho principal de la comuna.
Sostiene que no le tiene miedo a Vilma Baragiola ni Guillermo Montenegro, los dos nombres que suenan por Cambiemos. "Aprecio la capacidad y la voluntad, pero francamente no me preocupa", dice.
En materia de gestión, el jefe comunal afirma que tiene un equipo consolidado y anticipa que avanzará en la construcción de un hospital municipal detrás del Cema. "Vamos a agregar camas y un quirófano de mediana complejidad", resalta.
-¿Cómo se siente en este momento de la gestión?
-Me siento muy bien, sobre todo por los secretarios que tengo y el trabajo realizado. Equilibramos a la ciudad desde el punto de vista presupuestario. Estamos quitando viejas mañas y cosas mal hechas, que han perjudicado al erario municipal. Esto está demostrado por la forma que estamos pagando sueldos y facturas. La gestión no tiene tanto tiempo si uno piensa la deuda que yo recibí. No llegué a los 3 años y hemos prácticamente liquidado un pasivo de 1.400 millones, aunque todavía estamos pagando algunas cosas.
-¿Siente que está consolidado después de muchos cambios?
-El funcionario tiene que funcionar y cuando no funciona lo cambio. A veces se cansa, cumple un período y se satura. El contribuyente es el que mantiene todo el aparato y tiene derecho al mejor servicio posible y mi obligación como intendente es ir cambiando al funcionario que por un motivo u otro no rinde.
-¿Hoy está satisfecho?
-Por el momento estamos bien, pero tenga la seguridad que habrá cambios. Siempre haré cambios.
-¿Cómo logró el equilibrio económico? Porque tanto con José Cano como con Gustavo Schroeder tuvieron siempre los mismos problemas. Y con la llegada de Mourelle parece haber cambiado.
-Se consigue por la diferencia de calidad técnica. En el caso de Cano no había ninguna posibilidad, porque estábamos 1.400 millones abajo. Después la Municipalidad estuvo paraliazada desde el punto de vista económico y luego con la gestión del nuevo secretario de Hacienda, con otras técnicas contables, las cosas funcionaron muchísimo mejor. Además, hay una decisión de poner las cosas en su lugar, desde el punto de vista de la ley y eso nos ha hecho ahorrar muchísimo dinero.
-¿Siente que se reconoce eso?
-La gente se ha dado cuenta que estamos siendo transparentes. Decimos y hacemos, pero hacemos realmente no contamos historias. Prometí una ciudad limpia y la ciudad está más limpia. No está bárbara, pero estamos avanzando. Teníamos una ciudad desordenada y las veredas se están desordenando. Si usted compara los índices de seguridad de Mar del Plata con los del resto del país estamos infinitamente mejor. Esto no es casualidad, yo me ocupo todos los días de meterme en todos esos temas.
Lógicamente que más de veinte años de abandono no los puedo resolver en tres años y menos con tan escasos recursos. Pero estamos avanzando. Piense en el sistema de salud. Prometí un hospital y en este momento estamos trabajando para agregar camas en el Cema y un quirófano de mediana complejidad con lo cual Mar del Plata va a tener el hospital que prometí.
-¿A partir de cuándo?
-Ahora, en esta gestión. Ya tengo el proyecto. Va a funcionar atrás del Cema. Pero además tenemos la Unidad Sanitaria 1, que fue durante 70 años un vacunatorio, no servía más que para eso. Ahora se remodeló todo el edificio, se mantuvo la fachada original, pero adentro se cambió todo a nuevo. Y vamos a tener clínica médica en general, atención odontológica, laboratorio, rayos, ginecología, mamografías. Es un pequeño hospital enclavado en el centro neurálgico de Mar del Plata. Hemos remodelado seis unidades sanitarias a nuevo. Yo le di importancia a la salud.
Tenemos la primera y única unidad gerontológica del país. Una de las demostraciones de nuestra preocupación por la tercera edad es la entrega de tablets, que ahora se retomó. ¿Qué gestión repartió 18 mil tablets entre los jubilados?
-Es un programa nacional de todos modos.
-Sí, pero nosotros las repartimos. Yo no vi en otros lados esa cantidad. Para conseguirlas tuve que negociar y discutir porque del cielo no cae nada. Tengo que ir, hablar con los funcionarios, discutir, dar argumentos y conseguir. Y eso hice. Fue como los mil millones de pesos que se invirtieron en asfalto. Me costó una innumerable cantidad de viajes a Buenos Aires. Tengo dibujado el asiento del auto en mi espalda.
-¿Se arrepiente de aquella frase de campaña en la que dijo que no iba a moverse de Mar del Plata?
-No sabía bien cómo era. Reconozco que me equivoqué. Pensé que iba a ser más fácil y resultó mucho más difícil, por distintos motivos, sistemas de organización, otra forma de manejo de recursos. El hecho mismo de la conformación política de Cambiemos. Yo soy el líder de un partido independiente que es Agrupación Atlántica, no soy ni peronista ni radical. Todo tiene un costo en política.
-Mencionó que es el líder de una agrupación dentro de una coalición más grande. Ha tenido diferencias especialmente con el radicalismo especialmente en el Concejo Deliberante. ¿Cómo es su relación con Baragiola y el resto de los ediles?
-Yo siempre tuve buena relación con todo el mundo. A todos los concejales de todos los partidos, incluyendo Unidad Ciudadana, los he invitado a venir, a hablar cuando tengan alguna necesidad. Algunos, muy pocos han venido, y otros no vienen nunca. Es un problema de los concejales. Pero todos tienen las puertas abiertas para conversar los problemas.
-¿Siente cuestionamientos excesivos por parte de Cambiemos en el Concejo Deliberante?
-Yo no me siento apuntado ni cuestionado. Ocurre que tengo mi propia personalidad y forma de ver las cosas. Como siento que mi compromiso no es con ningún partido y sí con el pueblo, siempre surgen diferencias y roces.
-¿Y eso mismo se traslada a su relación con el gobierno provincial?
-Se traslada todo. Mi concepción de la política no coincide con la de todos los políticos. Tengo un lema, que es de Belgrano, a quien trato de imitar, con toda humildad: "Sirvo a la patria sin otro objeto que verla constituida". Para mi no quiero nada, para la ciudad quiero todo, por eso pienso que me voy a ir tan pobre o igual que cuando llegué; por eso no me interesan los honores, los autos, ni figurar en ningún lado. Yo no ando corriendo al lado de nadie para sacarme una foto. Mi valor como gobernante o ciudadano no pasa por tener una foto al lado de Macri, o de la gobernadora o de nadie...
-Hablaba recién de cuando se fuera... ¿Cuándo se va a ir?
-Cuando el pueblo lo decida. Por el momento me voy a presentar. He dado todo en esta gestión y creo que tengo derecho a decir Señores, puedo seguir prestando mis servicios porque puedo seguir trabajando por la ciudad. Si no lo quieren me cambiarán y seré respetuoso de la voluntad popular. La democracia, decía Abraham Lincoln, es el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, y yo creo en esas palabras. No gobierno por los políticos, ni por los partidos políticos, ni por la gobernadora ni por el presidente ni por el Papa; yo gobierno por el pueblo, que son los que salen a trabajar todos los días para mantener a toda la clase política.
-Pero debe competir dentro de partidos políticos ¿Se imagina compitiendo por fuera de Cambiemos?
-No, veremos cómo se plantean las cosas...
-¿Le tiene miedo a una interna con Baragiola o con Montengro, que son los nombres que están dando vueltas?
-No, para nada, van a seguir dando vueltas. Yo, con todo respeto, aprecio la capacidad, la voluntad, la persistencia de algunos políticos, porque hay que tener mucho valor y ganas para poder hacer ciertas cosas, pero francamente a mi no preocupa en lo más mínimo. Yo he hecho mi vida afuera de la política entonces si la ciudad quiere mis servicios, yo los voy a prestar porque yo amo esta ciudad, nací acá, no soy importado de ningún lado. Y si la ciudad no lo quiere, me iré a descansar, a pescar, a hacer algo quizás más cómodo para mí pero menos retributivo porque quiero hacer cosas por Mar del Plata.
-¿Le preocupa el contexto nacional, sobre todo teniendo en cuenta que estamos atravesando una crisis económica importante?
-Me preocupa mucho la macroeconomía porque considero que hay cosas que se podrían haber hecho mejor y hay otras que están mejor de lo que la gente cree.
-¿Por ejemplo?
-Por ejemplo, estamos empezando a hacer un camino de autoabastecimiento de combustibles energéticos, un dato que para el gran público pasa desapercibido pero no es menor porque el gran drama argentino nació cuando dejamos de tener petróleo suficiente; cuando tuvimos que dedicar sumas millonarias y en dólares para importar la energía que nosotros no podíamos tener. El presidente Frondizi logró en 1960 el autoabastecimiento de petróleo en Argentina y el gobierno kirchnerista fue el que, debido a una política pésima, logró perderlo. Todos los problemas que hoy tiene la población por el costo del gas y del combustible no son culpa de Macri, son culpa de los anteriores, que hicieron una pésima política que derivó en esta situación. Si hubieran manejado bien YPF y hubieran hecho las inversiones necesarias, hoy Argentina tendría otro abastecimiento de petróleo y de gas. Calculo que para el 2020 comenzaremos a vender petróleo o gas al extranjero y eso implica dólares que van a ingresar al país. Al tener más dólares se va a revalorizar el peso, aumentará el poder adquisitivo de la población y habrá una disminución de la inflación. Esto es una regla económica básica.
-Al principio también dijo que hubo cosas que se hubiesen podido hacer mejor. ¿En materia económica?
-Sí, también. Creo que deberíamos hablar menos de intereses, de letras y de cuánto vale el dólar y hablar un poco más de cómo hacer para producir. Yo tengo que agrandar la torta para darle de comer más a todos y hay que hacer una fuerte penetración en materia educativa porque es la forma de levantar a toda la población, de combatir la pobreza estructural y dar la posibilidad de que todos los argentinos se conviertan por lo menos en clase media.
-¿Ve que se transita ese camino?
-Si hacemos las cosas bien en educación lo vamos a lograr, pero necesitamos modificar muchas cosas. Tengo mi propia experiencia y mi propia concepción de lo que es la educación: prefiero confiarle la educación más a un libro que a una computadora. Soy de otra época, en donde la seguridad, la palabra, el honor y la transparencia pesaban. En la actualidad no estoy tan seguro de que esto sea así.
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