A poco más de un año de finalizar su mandato, 0223 tuvo un mano a mano con el exintendente. "Hoy se ve un abandono increíble en Mar del Plata", señaló, entre otras definiciones.
-¿Es usted, doctor?
-El mismo, señor.
-¿Se puede?
-Por supuesto. Siéntese ahí.
Vestido con un saco grande e inconfundible, Carlos Arroyo se encontraba a punto de disfrutar de una Coca-Cola de medio litro en el serviclub que tiene Shell en Independencia y Garay. Estaba solo, tranquilo, alejado de los apuros y las preocupaciones de gestión que lo invadían hasta hace poco más de un año, pero con la verborragia intacta.
Por eso, quizás, el exintendente ni siquiera lo pensó y dijo que sí cuando un cronista de 0223 -sorprendido por su presencia- sacó provecho de la oportunidad que le regaló el azar para pedirle una entrevista. Durante más de diez minutos, Arroyo hizo valer el perfil auténtico que lo caracterizó en los cuatro años de Gobierno y habló de todo: analizó la crisis de la pandemia, calificó a Guillermo Montenegro y renovó las críticas hacia la exgobernadora María Eugenia Vidal, el radicalismo y el kirchnerismo.
-¿Qué ha sido de su vida en todo este tiempo?
-Estuve tratándome de la salud por distintos problemas. Tuve una intervención quirúrgica. También estuve haciendo trámites para que me den la jubilación. Aunque les parezca mentira, todavía no cobre un peso de jubilación desde que me fui. Es lamentable pero es así. Y después estuve estudiando y leyendo mucho porque los cuatro años de gestión fueron tan agotadores y tan intensos que no me permitieron leer, que es algo que a mí me enloquece. Estuve leyendo filosofía, clásicos como "El Espíritu de las leyes" de Montesquieu, parte de la Teoría pura del Derecho, y un montón de obras que para mí son básicas en la formación y que siempre releo. Y también seguí estudiando mucho sobre historia de la cultura europea y americana...
-¿Y pudo hacer un balance de la gestión?
-Sí. Sobre todo, hice un análisis de los aspectos críticos para ver dónde me equivoqué. Reconozco que no todo me salió como yo hubiera esperado...
-¿Por ejemplo?
-Y... un montón de cosas. Lo que pasa que yo imaginaba estúpidamente encontrar una Municipalidad económicamente equilibrada y al ganar, pensé que iba a tener un apoyo real. Y yo tenía, y de hecho tengo planificada una actividad muy importante para jubilados y criaturas, una atención muy especial, algo muy distinto a lo que se había visto hasta ese momento...
-Pero no pasó ni una cosa ni la otra por el estado en que recibió la Municipalidad y el apoyo del Gobierno de turno...
-El Gobierno de turno no me ayudó. Al principio, un poco sí pero después me combatieron porque evidentemente la señora Vidal quería un intendente de su partido y yo no soy liberal. Vamos a hablar con la verdad. Pero tampoco me gusta el kirchnerismo ni los radicales. Yo soy un tipo que piensa por él y tengo mi propia opinión. Entonces, sin ayuda externa y con una ciudad que tuve que arreglar económicamente porque todo el mundo sabe que recibí 960 millones de pesos de deuda, que equivalían a 3600 millones de pesos. Pero yo pagué todo eso y le dejé al que esta ahora 170 millones de pesos para pagar sueldos y aguinaldos. De hecho, el aumento del 5 por ciento que le dieron a los municipales se los di yo.
-¿Y cómo evalúa este primer año del gobierno de Montenegro?
-Yo creo que se las vio muy mal porque evidentemente la pandemia destruyó todo y generó una situación terrible. Le cortó las manos en muchísimas cosas. Pero hoy se ve un abandono general increíble. Están los yuyos crecidos en las plazas...
-¿Pero ésa tiene que ser una preocupación de un intendente?¿No sería más de un secretario?
-Pero el problema es que cuando hay yuyos de un metro, puede haber incendios. No es que me importan los yuyos sino que no se queme nadie. Cuando yo veía en la ruta 88 que había gomas tiradas, plásticos, papeles, lo llamaba a Leitao (NdR: extitular del Ente Municipal de Servicio Urbanos) pero él me decía que la jurisdicción era de Provincia. Entonces, yo iba personalmente, hablaba con el ingeniero y él me decía que no lo hacían ellos sino que estaba tercerizado el servicio. Y cuando llamé a la empresa, me decía que la licitación no incluía limpieza. Para cada cosa me tenía que meter yo a pelear para arreglarlo...
-Entonces, para usted el estado actual de la ciudad tiene que ver con la pandemia...
-Creo que sí pero de todas maneras sigo pensando que el actual intendente es un turista porque no conoce Mar del Plata. Sinceramente, es un turista...
-¿Cree que hubiera sido otra realidad en las elecciones si la gestión de Vidal lo apoyaba?
-Todo el periodismo vio cómo Vidal me destrató olímpicamente. Me sacaron toda ayuda. Quisieron llegar a ponerme un Gobierno por ellos prácticamente. Cuando fue el problema con economía me intimaron a poner el secretario que ellos querían. Y ésa es mi bronca con Larreta porque no respetan la independencia de cada localidad. Yo soy marplatense de nacimiento y no quiero que venga ningún tipo de ningún lado a decidir cuando hay un millón de marplatenses capaces de hacerlo, ¿me entiende? Un poco la bronca es ésa. Ahora yo no me identifico ni con Larreta ni con Vidal ni con Cristina ni con el que está ahora de presidente. No comparto nada de todas esas cosas porque no me gusta
-¿Habló con Alberto Fernández alguna vez?
-No voy a perder tiempo hablando con Fernández porque a la mañana te dice una cosa y a la noche otra. Francamente no vale la pena. Yo siempre fui un tipo coherente. Siempre mantuve la misma línea. Empiezo por reconocer mis propios errores. Mi gran obsesión era mantener el despacho al día. Y cualquiera de las empleadas que todavía están podría decirse que mi despacho estaba al día. Pero eso me llevaba 14 o 15 horas de trabajo y ahí me equivoqué porque tendría que haber trabajado hasta las 14, como los municipales, y después haber agarrado el autito, ir a almorzar e ir a recorrer barrios para hablar con los vecinos. Fue un tremendo error porque podría haber logrado otra relación con las sociedades de fomento. Sí, cometí errores y hay que reconocer. Y si hoy tuviera que estar, quizás elegiría en algunos casos a otros secretarios. Lo que pasa que uno llega y llega cómo llega. Yo no era un partido poderoso.
-¿Mauricio Loria sigue respondiendo a usted en el Concejo Deliberante?
-Es una excelentísima persona. No lo puedo juzgar mucho como concejal pero como persona es uno de los mejores tipos que vi en mi vida. Porque tiene un problema de salud pero igual trabaja mucho. Vi pocas personas como él. Lo que pasa que también tuve mucha oposición con el radicalismo. Estuve casi dos años sin Juez de Faltas porque ellos no querían votar. Es muy jodido...
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