El kirchnerismo y gobernadores mantendrían la porción más grande de bancas. El massismo busca retener diez diputaciones. El rol de los sin tierra y las chances de ruptura.
Por Mauricio Cantando
A la disputa interna en el Frente de Todos (FdT) por la definición de la candidatura presidencial que se lleva todos los flashes subyace otra contienda clave que comenzará definirse en junio, cuando se terminen de armar las listas de candidatos y candidatas para ocupar cargos legislativos en el Congreso. La expectativa del oficialismo es retener las 67 diputaciones y las 9 senadurías que pone en juego.
No será una discusión fácil, porque las diferentes tribus del oficialismo arriesgan parte del capital político que necesitarán en diciembre para hacerse fuerte en la discusión interna; o, tal vez, para crear sus propios bloques, una opción que nadie descarta en caso de transformarse en oposición. En cualquier caso, cada voto valdrá mucho si los recintos siguen sin una fuerza con mayoría propia.
De hecho, con el objetivo de sumar un miembro en el consejo de la Magistratura, el año pasado Cristina Fernández Kirchner diseñó un posible mapa del peronismo versión 2024, con un bloque referenciado en los gobernadores (Frente Nacional y Popular) y otro de sus más fieles (Unidad Ciudadana).
En Diputados, el Frente de Todos sigue unido en los papeles con esos dos grupos y, en menor representación, con el Frente Renovador de Sergio Massa; un puñado de bancas de movimientos sociales y peronistas que no gobiernan.
El primer paso de cada sector es retener lo que pone en juego. En el Senado, los gobernadores arriesgan 7 de las 19 bancas de su bloque, aunque entre los que quedan está el kirchnerista Mariano Recalde, ubicado ahí como parte de la maniobra de CFK para nombrarlo en la Magistratura. Unidad Ciudadana sólo debe revalidar 2 de sus 12 senadores.
El oficialismo tiene expectativas de conservar los votos, porque se renueva el tercio de las bancas elegidas en 2017, la mejor elección de JxC en la Cámara alta, cuando la coalición opositora ganó en provincias peronistas como La Rioja, Santa Cruz y Buenos Aires. La Cámara alta posee 72 escaños y se consigue cuórum con 37.
En octubre, Juntos por el Cambio confía en dar el batacazo con triunfos en San Juan, San Luis y Misiones; pero, además de revertir derrotas de hace 6 años, el PJ, de mínima, recuperará las bancas por Entre Ríos (Edgardo Kueider) y Jujuy (Guillermo Snopek) que perdió con la fractura de su bancada en febrero.
También se fueron del oficialismo la puntana María Eugenia Catalfamo (a quien también se le vence el mandato) y al correntino Carlos Espínola. Los cuatro armaron el bloque Unidad Federal junto a Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti.
Una de las versiones que corren en el Congreso sostiene que si a partir de diciembre hay un presidente de JxC, Schiaretti instruirá a Vigo y al diputado Carlos Gutiérrez para la creación de bloques peronistas capaces de negociar, como los que le permitieron aprobar leyes a Mauricio Macri, aunque rara vez lo reconoce. La reunión del gobernador cordobés en Mar de Plata con el intendente Guillermo Montenegro iría en esa dirección.
Las fracciones en Diputados
Entre las 118 bancas que el Frente de Todos tiene en Diputados, hay grupos de cada uno de sus sectores más representativos y en octubre todos ponen en juego cantidades similares. Máximo Kirchner midió a cuánto llegaba su tropa propia en marzo del año pasado cuando juntó voluntades para rechazar el acuerdo con el FMI; primero en un comunicado y luego en la votación del recinto compuesto de 257 bancas, en el que se consigue cuórum con 129 voluntades.
Sumó 35 firmas, pero 15 de esas bancas se ponen en juego en diciembre y, entre el resto, varias no responden al líder de La Cámpora, como la de Agustina Propato (esposa de Sergio Berni), la de la porteña Gisela Marziotta; José Palazzo y Claudia Ormaechea, sindicalistas del gremio bancario.
En esa votación por el acuerdo con el FMI Alberto Fernández logró el respaldo de los gobernadores y de peronistas que no son oficialismo en sus provincias. Los primeros pondrán en juego 20 bancas en diciembre y tienen una cantidad similar con despacho asegurado hasta 2025.
La cifra es exigua porque en las provincias grandes, que son las que más diputaciones tienen, no gobiernan peronistas tradicionales. La excepción es Santa Fe, pero Omar Perotti no tuvo buenas performances en las elecciones legislativas.
Otra definición de diciembre es qué harán los gobernadores que tienen partidos propios y por pedido de Cristina en 2019 mezclaron sus diputados en el Frente de Todos, como el caso de Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Sin jefes, podrían armar sus bancadas, como ya la tienen los partidos provinciales de Neuquén, Río Negro y Misiones.
También podría sumar sus primeras bancas el salteño Gustavo Sáenz, cercano a Massa, quien cuenta con 10 butacas de la actual conformación de Frente de Todos. Cinco abandonan sus despachos en diciembre, a no ser que sean reelegidos.
Esa será una de las peleas del ministro de Economía durante el cierre de las listas y su problema es que la lapicera la tienen los gobernadores, a través del formoseño Gildo Insfrán. Se la quedó por default en el Congreso del PJ, después de una discusión entre Santiago Cafiero y Andrés Larroque que casi termina a las piñas.
Los otros actores
A la discusión del nuevo recinto se sumarán una decena de peronistas que no gobiernan, tienen mandato hasta 2025 y no responden a Kirchner, en provincias como Mendoza, Corrientes y Jujuy o en la Ciudad de Buenos Aires. Podría haber otros en una situación similar en distritos que JxC le arrebate al peronismo en octubre.
Quizá algunas actividades de los referentes de movimientos sociales de los últimos días tengan como objetivo no quedarse sin presencia en la Cámara baja. Por caso, Juan Grabois, quien por el momento sostiene su precandidatura presidencial, necesita revalidar a los tres de Patria Grande (Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli). Fueron aliados de La Cámpora en el rechazo al acuerdo con el FMI.
El líder del Movimiento Evita Emilio Pérsico se reunió con CFK el martes en el Instituto Patria, junto al diputado Leonardo Grosso, a quien se le vence su tercer mandato. Su compañero de bloque Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), marchó a Plaza de Mayo este miércoles con su colega Verónica Caliva.
Militantes del Partido Comunista Revolucionario (PCR), ambos se alistaron en el Frente de Todos en 2019, pero no dudaron en rechazar algunas leyes del gobierno, como las refinanciaciones de la deuda externa y el último presupuesto que envió Massa. No les será fácil lograr la reelección. El Frente de Todos es diverso. Y cada cual pelea por lo suyo.
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