El titular de la UFI Nº 8, Jorge Paolini, explicó que “entre 2008 y 2010 cuando el imputado era miembro de la firma Biox S.R.L., a través de un médico traumatólogo que prestaba servicios en la clínica Mitre, cometió fraude a IOMA al menos en 69 hechos. El acusado en coautoría con otras dos personas -respecto de las cuales se celebró juicio abreviado- defraudó la obra social mediante la confección de diferentes documentos apócrifos mediante la cual se engañó a las autoridades".

Según se dijo, las prótesis autorizadas por la obra médico asistencial nunca fueron colocadas. Por eso a Marenda se le imputan los delitos de "asociación ilícita y fraude en perjuicio de la administración pública y tentativa de fraude, con la misma modalidad”.

Para Paolini, la maniobra mediante la cual se orquestaba la estafa tenía como cómplice al médico Gustavo Casouto, quien “valiéndose de los datos de distintos pacientes que habían sido atendidos o al menos pasado por la Clínica Mitre hasta 2010, efectuaba solicitudes de provisión de prótesis a IOMA, acompañadas con la patología del paciente y la prótesis que debía serle colocada. Esto, en la obra social, era evaluado por los médicos y, si correspondía, se cursaba el trámite al Femape (Federación Mayorista y Proveedores del Estado)”, pero el aparato nunca fue entregado al médico.

Además, “durante los allanamientos se encontró documentación tendiente a producir engaños, no solo stickers de prótesis que se colocaron a otros pacientes sino incluso falsificados”, sostuvo Paolini. En tanto, los defensores del acusado, Silvia Petroff y Fabián Améndola, señalaron que su asistido “ha sido el gran damnificado en la causa”.

Como se recordará, la causa se inició en agosto de 2011 a partir de una denuncia realizada por el expresidente de IOMA, Antonio La Scaleia, quien se presentó como testigo en la causa.