Quieren entregar papilla láctea fortificada y un suplemento infantil a niños de 6 a 36 meses de edad.
Al plan lo consideran de avanzada y que sus frutos se verán dentro de algunos años. El Ejecutivo provincial trabaja en el armado de un programa nutricional para niños de 6 a 36 meses de edad, destinado a garantizar la alimentación saludable en la primera etapa de la vida y que consiste en la distribución gratuita de fórmulas alimentarias prefabricadas, en forma de papillas y postres. El objetivo es empezar con los recién nacidos en 2017, aproximadamente unos 8.000 bebés, pero el universo total a alcanzar será de 24.000 niños hacia 2019.
“Plan Nutricional 1.000 Días” se llama la iniciativa que el gobernador Sergio Uñac bajó al ministerio de Salud Pública para que trabaje en su implementación. Está basada en un proyecto de la asociación civil sin fines de lucro Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni) y en la experiencia positiva de la única provincia que lo aplicó, que es Corrientes. Se considera que los 1.000 primeros días de los seres humanos son críticos para el desarrollo y relevantes en el proceso cerebral y la intelectualidad.
“Estos especialistas de Cesni desde hace décadas vienen estudiando cómo mejorar la nutrición infantil en sectores vulnerables y por eso idearon el plan de los 1.000 primeros días de un bebé. En Corrientes, que tiene varios programas alimentarios, hay algunas evaluaciones que dieron resultados alentadores en cuanto a índices que expresan malnutrición infantil”, indicó Roberto Correa, a cargo de la Secretaría Técnica de Salud Pública y quien estuvo en Buenos Aires interiorizándose del plan.
El programa va por etapas de acuerdo a la edad de los beneficiarios y, si bien aún está en fase de evaluación para bajarlo a la realidad sanjuanina, el objetivo consiste en empezarlo a los 6 meses. Este es el periodo en que ya la lactancia materna requiere de otros alimentos y por eso el programa contempla entregar papillas lácteas fortificadas. Estas fórmulas, que vienen en envases de 350 gramos y se preparan con el agregado de agua, varían en la composición de sus componentes entre los 7-8 meses, los 9-10 y los 11-12.
A partir del primer año y hasta los 36 meses, a la papilla se le incorpora un suplemento infantil con proteínas lácteas fortificadas, que son postres con diferentes sabores y que también se reconstituyen sólo con el agregado de agua. Estos alimentos son fabricados a base de cereales y son fortificados con vitaminas, minerales y micronutrientes, que varían de acuerdo a cada etapa del crecimiento.
BENEFICIARIOS
Los beneficiarios del plan van a ser los niños que nazcan en las maternidades públicas y que no tienen cobertura social. Desde el Ministerio de Salud indicaron que el promedio de nacimientos en centros de salud públicos es de 8.000 por año. Este es el número a alcanzar en 2017, una cifra que se elevará a 16.000 en 2018 y que alcanzará su tope en 2019, con 24.000 beneficiarios (luego, la primera camada ya habrá salido del plan por superar los 36 meses y se sumará la nueva).
El área de Materno Infancia de Salud Pública es la que coordinará el programa y que está evaluando los aspectos finos, desde cómo ingresar al plan, a la entrega de los kits y cómo y cuando se harán los controles. Como la mirada está dirigida a Corrientes, no descartan que el procedimiento sea similar. Allá, las madres van a los centros de atención primaria y los hospitales para controles periódicos de sus chicos y allí mismo reciben las raciones de fórmulas preelaboradas, de acuerdo a la edad de los bebés. La entrega se realiza por mes y es gratuita.
“Estamos evaluando todos los aspectos y el objetivo es poder tener el programa listo antes de fin de año, para poder incorporarlo en el presupuesto 2017”, dijo Correa. De momento, no saben cuánto costará, pero creen que la inversión valdrá la pena.
Comentá la nota