Pandemia de por medio, el Frente de Todos tendrá su primer plebiscito de gestión en las próximas elecciones y la campaña electoral parece, a priori, no encararse con nombres propios de peso si no con tres ejes principales: vacunación, economía y unidad.

En otra línea, uno de los habitantes de la mesa política oficial y con la lupa puesta en la provincia de Buenos Aires afirma que ”lo que pesa es la marca: ningún candidato nuestro mide más que el Frente de Todos”.

En Cañuelas se replica una lógica similar, pero el peso del FdT a nivel nacional y provincial se traduce a la imagen positiva de Marisa Fassi como intendenta en el terreno local.

“Será la que traccione los votos”, deslizan voceros del palacio municipal en alusión a la importancia que tendrá la mandataria en las elecciones legislativas y afirman que la unidad de la coalición está garantizada.

Según algunas encuestas que circulan en Libertad 798, Marisa no solo tiene una imagen muy alta sino que también cuenta con números muy buenos en la valoración de gestión y es la dirigente de mayor empatía con los vecinos. “Marisa mide bien incluso dentro de los votantes de Juntos por el Cambio”, aseguran sonrientes allegados a la jefa comunal.

No obstante, distintos espacios políticos comenzaron a trabajar para tener su lugar en la mesa de negociaciones donde se discutirá el armado. La entrada a Cañuelas de la 205 y la avenida Uruguay es testigo de esto. Allí se ven unos rudimentarios pasacalles con la insignia “Araceli Herrera, Frente de Todos Joven”.

Desde la agrupación mencionan que la intención de la dirigente que tiene como única referente a Cristina Kirchner es ser parte de esa mesa de negociación y tener un concejal propio. “En caso de que no se de, vamos a seguir construyendo”, avisan fuentes cercana a Herrera, que supo mostrarse con varios funcionarios importante como Sergio Massa y Axel Kicillof.

Al parecer, las posibilidades de que ese espacio tenga lugar en el armado serían nulas. Araceli Herrera tomó notoriedad mediática luego de su denuncia por violencia de género hacia el empresario Mauricio Font, quien siempre mantuvo vínculos políticos con el peronismo, sobre todo con el intendente de Roque Pérez, “Chinchu” Gasparini.

Ese vínculo del empresario con la política dio lugar a un montón de conjeturas que salpicaron hasta el propio ex mandatario, Gustavo Arrieta. Herrera nunca se encargó de aclarar esos rumores que dejaron mal parado al espacio político que hoy pretende representar. Esto, sumado a su perfil combativo y a que aún no termina de ser alguien conocida en el distrito, la alejan de los parámetros que siempre utilizó el oficialismo a la hora de plasmar su maquinaria electoral.

El Frente de Todos cañuelense mantiene un hermetismo casi impenetrable de cómo pretende armar la lista para mantener la mayoría en el Concejo Deliberante. Sí, en paralelo a la idea de que Marisa sea la que traccione los votos, afirman otro concepto excluyente del perfil que debe tener un futuro candidato y eventual concejal: “Que no resten”. Hoy, Herrera tampoco estaría aprobando ese requisito.

Distinta es la situación de Telma Martines. La principal dirigente del Frente Grande tendría su lugar en la mesa de negociación electoral y ya se presenta como precandidata a un cargo electivo luego de haber sido elegida como tal por su propio espacio.

Quien supo ser secretaria de comunicación (renunció luego del conflicto con el campo en 2008) viene teniendo un crecimiento exponencial con una agrupación que no para de crecer, articulando con distintas organizaciones sociales. “Creemos que hacer política tiene que ver con articular, con consensuar y con buscar nuevas miradas”, aseveran cerca de Telma.

Sin embargo, Martines, muchas veces, no deja de ser la expresión política de Marta Ferraro, la siempre controvertida dirigente social de Máximo Paz. Y es ahí en donde se pone en tela de juicio su capital político.

Ferraro es hoy actualmente subsecretaría de Hábitat y quedó en offside luego de quedar vinculada con unos polémicos audios que se viralizaron y que dejó al descubierto el cobro de “porcentajes” a los beneficiarios de un plan de cooperativas. Asimismo, mantiene su postura combativa con sus efusivas apariciones en los medios locales.

Desde el municipio no niegan la capacidad y el potencial electoral de Martines, pero entienden que es la propia Telma la que deberá definir si quiere ser la dirigente que se sienta a negociar y articular, o la expresión de una dirigente que tiene balance negativo con el actual Gobierno local. En conclusión: si “no resta”, Frente Grande tendría su lugar. 

Los otros dos sectores que tendrían asegurado su lugar en la mesa de negociación son el Frente Renovador y Volveré. Si bien la secretaría de Desarrollo Social, Ayelén Rasquetti, no está del todo conforme con el lugar que se le dio en la coalición de Gobierno, el massismo será parte del armado. El actual concejal con mandato hasta 2023, Leonel Fangio, seguramente sea el que tenga mayor preponderancia y el que termine de consensuar con los dueños de la lapicera quien será (en caso de que haya) el candidato del FR en la lista.

“No supo aprovechar su cartera”, explican en los pasillos del edificio que está al frente de la plaza General San Martín, con respecto al malestar de Ayelén Rasquetti, aunque no necesariamente la ven fuera del armado. “El Frente Renovador tiene asegurado su lugar”, aseveran sin dudar.

Contraria es la situación de Fangio, quien tanto como concejal y director Asociado del Hospital Especializado “Dr. Dardo Rocha” de Uribelarrea, defendió la gestión sanitaria del oficialismo local como pocos y sumó muchos adherente (entre 30 y 40) al FR. 

Por su parte, Alejandro Cid Menna podría ser otro de los nombres de peso que integren la lista del Frente de Todos. Al dirigente de Volveré se le termina el mandato este año y, según pudo averiguar LaNoticiaWeb, mantiene sus deseos de seguir en el ejercicio legislativo. “Ale tiene la aspiración de continuar en el Concejo, pero es consciente de que hay compañeros que también las tienen”, esbozan dirigentes cercanos al concejal que perdió la interna con Arrieta en 2015 y que no pudo ser candidato en 2019.

Cid Menna y Volveré cuentan hoy con su caballito de batalla a nivel provincial e incluso nacional: Rodrigo Ruete. El Subsecretario de Relaciones Institucionales en el Ministerio de Economía es muy cercano al ministro Martín Guzmán y uno de los denominados albertistas que organiza charlas para defender la gestión del presidente de la Nación.

Ruete y Cid Mena, por ahora, apaciguaron su ambición de administrar la municipalidad de Cañuelas y mantienen hoy una estrecha y fructífera relación tanto con Marisa Fassi como con Gustavo Arrieta. Por eso, su espacio parece tener asegurada la silla en la mesa del armado que se gestará en los próximos días. 

Claro está que Arrieta tendrá un rol preponderante y activo en estas elecciones. No solo porque desde que el peronismo despojó al radicalismo del poder fue el cerebro estratégico del oficialismo, sino porque su gestión como titular de Vialidad Nacional, según entienden cerca de Marisa, tiene saldo positivo.

“Reactivó un organismo paralizado, no tuvo problemas en un sector muy delicado y trajo varios obras para el distrito y la región”, detallan allegados al ex intendente, anunciando la activa participación con la que contará Arrieta cuando comiencen las actividades proselitistas.

Sin muchos nombres a la vista y con el hermetismo que siempre lo caracterizó, el oficialismo en Cañuelas afila la lapicera para terminar de delinear el armado electoral.

En las oficinas del primer piso del palacio municipal afirman tener “cuatro o cinco candidatos con alta valoración positiva en la ciudad” que le garantizan el triunfo en noviembre. Los interrogantes pasan por saber quienes son esos candidatos, si es que existen.

Al margen de la incertidumbre en los nombres, algo parece estar claro: la campaña será con la imagen de Marisa traccionando y con el antecedente de haber gestionado una pandemia sin mayores sobresaltos. “Hicimos la mejor gestión de la pandemia en la región”, aseguran en los despachos municipales de cara a lo que será el primer plebiscito para medir a Marisa Fassi luego de haber sido, por primera vez, elegida por los vecinos como la intendenta de Cañuelas.