Aclaró que no participará en política pero que “el sentimiento peronista no se deja lado por decreto”.
"Como decía el general Perón, los hombres son buenos, pero si se los controla, son mejores. En esa frase está resumido mi acompañamiento al gobierno desde esta nueva función”, afirmó el exdiputado Hugo Argerich, que el pasado jueves recibió el acuerdo de la cámara de Senadores de la provincia para desempeñarse como el nuevo vocal del Tribunal de Cuentas.
Sobre el cargo que asumirá probablemente hoy, a propuesta del Poder Ejecutivo, Argerich sostuvo que se trata de una distinción y un voto de confianza otorgado por la gobernadora Lucía Corpacci. Y en ese sentido dijo que se trata de un cargo que requiere y exige para su ejercicio múltiples condiciones, tales como "una gran contracción al estudio, prudencia, lógica, imparcialidad, objetividad, etc.,” por lo que entiende que se trata de un "gran desafío”.
Sobre su paso por el Concejo Deliberante y la cámara de Diputados, expresó que ha sido una buena experiencia, que le ha permitido "hacer pequeños aportes tanto a los vecinos de la Capital como a todos los habitantes de mi provincia, a través de distintas iniciativas legislativas que hoy son una realidad”.
"También pude llevar adelante acciones concretas que sirvieron para aportar un granito de arena en la construcción de respuestas a situaciones preocupantes para la sociedad”, dijo. A modo de ejemplo de lo que expresó, recordó que, siendo concejal en su momento y "utilizando recursos de mi propio bolsillo, salí a colocar lámparas de alumbrado público en sectores donde el municipio no llegaba”, y "eso sirvió tanto para el vecino beneficiario como para que las autoridades municipales hicieran esa tarea”.
En idéntico sentido y sobre su paso por Diputados, recordó cuando, acompañado de un grupo de colaboradores, trajo a Catamarca e implementó el sistema de "Alarmas solidarias”, que hoy son una realidad y que "el mismo gobierno, tanto provincial como municipal, tomó como política pública en materia de seguridad”.
Finalmente, consultado sobre si aceptar ser miembro del TC implica dejar la militancia, el exdiputado entendió que no debería participar de mítines políticos que puedan ser vistos o utilizados como herramientas para cuestionar la imparcialidad, objetividad y equidad que debe mantener un integrante del mismo. "Pero más allá de ello, aclaro que el ser peronista es un sentimiento y los sentimientos no se dejan de lado por decreto”, sentenció el ahora vocal del Tribunal.
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