Cada argentino consumió en promedio 89,4 litros de leche en productos lácteos entre enero y julio de este año, durante el mismo período en 2021, el consumo había llegado a 90,3 litros. Esto significa casi un litro menos, por persona.

El dato se desprende de un informe que publica el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) elaborado con datos del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y de la Dirección Nacional de Lechería. Anualizados, la caída significa dos litros: 186,8 vs 188,8. Durante el 2020, se habían alcanzado los 190.9 litros per cápita.

El informe destaca que la producción tuvo un aumento interanual del 1%: de 5243 millones de litros a 5189 millones de litros.

Por otro lado, las exportaciones subieron un 11,2%: esto es 1422 millones de litros durante el 2022 a 1271 millones durante 2021. En este sentido, de cada 100 litros que se produjeron, 27,2 se vendieron fuera del país (en 2021 eran 24,5 litros). En este sentido, es importante agregar que el precio de la leche en polvo (principal producto exportado) ha obtenido una suba histórica hasta marzo (comienzo de la guerra en Ucrania), para luego ir cayendo en los últimos meses en aproximadamente 900 dólares la tonelada. En concreto, de u$s 4757 en marzo a u$s 3768 en agosto. Con todo, según da cuenta la Bolsa de Rosario, las exportaciones de productos lácteos en el primer semestre de 2022, alcanzaron en valor los US$646,01 millones, el más alto desde 2014.

Este contexto complejo se analizo en un reciente encuentro de productores lecheros de Santa Fe,  una d elas cuencas lácteas más importantes del país. "En estos casi tres años de gestión, no hubo una sola reunión entre producción, industria y Estado", se quejó en diálogo con LPO Fernando Córdoba, secretario de la Mesa Provincial de Lechería de Santa Fe (Meprolsafe).

De hecho, los cambios en el Ministerio de Economía, que absorbió la cartera de Agricultura no alcanzaron al área de lechería, donde continúa Arturo Videla. "Seguimos en la tendencia de no hacer olas. En estos tres años de gobierno, se hizo poco y nada", agrega Córdoba.

Los temas pendientes sobre los cuales quieren sentarse a discutir son varios y muchos son de larga data. En esa mesa tripartita junto a la industria y el Estado, un tema clave es la baja de las retenciones que, según el producto, oscila entre 5% y 8%. Otro, agilizar los reintegros a la exportación.

A principio de año, el precio internacional de la tonelada de la leche en polvo (el principal producto lácteo que exporta Argentina) había superado los u$s 4670 dólares. Hoy está prácticamente u$s 900 menos.

Dentro del mercado interno se da una situación "extraña" dice el ruralista: "Según datos del Indec, los precios minoristas de los lácteos subieron más que los mayoristas. Alguien, que no es ni el productor ni la industria, se queda con más participación".

Reclamos históricos como el precio de referencia, los laboratorios arbitrales, la liquidación única, el ordenamiento de los mercados interno y externo aún no vislumbran una solución. Han pasado "años y años y todo sigue igual o peor" cuenta Córdoba que remarcó como otra preocupación la creciente marginalidad. "No se toma real dimensión de lo que está ocurriendo con la brucelosis y la tuberculosis. No vemos que haya un compromiso de las autoridades y es el Estado el contralor de esas situaciones", agregó.

A esto se le suma el tema de los costos. Los precios del maíz y la soja (principales componentes para la alimentación de un tambo) subieron considerablemente por la sequía y la Guerra en Ucrania. A esto se le suma el incremento de los precios del combustible, fertilizantes. Hoy el productor recibe de la industria $51 por litro entregado (en promedio). "Lo que recibe el productor está muy al límite. Un precio que permitiría cierta rentabilidad sobre el capital debería rondar los $55", agrega Córdoba.

La concentración de los tambos es otro fenómeno que se vislumbra desde hace tiempo. Menos tambos con mayor tamaño que producen más leche. Una realidad mundial en la que Argentina no es la excepción. El tambo chico, familiar, es cada vez más raro de encontrar. Muchos "hijos de productores" deciden cerrar el tambo, alquilar el campo o dedicarse a los granos

En definitiva, en los últimos 20 años se redujo a la mitad el número de tambos aunque la producción fue creciendo de a muy poco hasta llegar a 11.500 millones de litros, en 2021.

Según datos oficiales, al mes de mayo, en Argentina estaban identificados 10.076 tambos, con 1.527.056 vacas lecheras. Esto significaba el cierre de 370 unidades productivas respecto al año anterior. En porcentaje, está en consonancia con las principales lecherías del mundo

Santa Fe, según lo que difunde el OCLA, es la provincia que posee más unidades productivas del país: 3.486 (34,6% del total). En cuanto a la cantidad de cabezas bovinas en establecimientos con tambos, Santa Fe también lidera con el 32,1% (491.000 vacas). Córdoba, que el año pasado superaba las 500.000 cabezas, este año reporta poco más de 482.000.

Respecto de la producción y volumen, el podio está compuesto por Córdoba (34%) Santa Fe (32%) y Buenos Aires (26%).