La Argentina de la ropa cara, los impuestos altos y las importaciones baratas

La Argentina de la ropa cara, los impuestos altos y las importaciones baratas

Las textiles en crisis por la apertura comercial de Javier Milei. Los precios de las prendas siguen sin bajar. El reclamo del empresariado del sector.

 

Por Francisco Aristi

El precio de vestirse en Argentina quedó en debate cuando el Centro de Investigación Fundar afirmó que el país tiene la ropa más cara de la región y la Fundación Pro Tejer advirtió que el 75% del valor final de las prendas corresponden a los impuestos, el costo financiero y la comercialización en shoppings.

 

La discusión tiene el peor de los contextos: seis de cada diez máquinas de la industria textil están paradas. La caída de la producción llegó al 40% en lo que va del año. El gobierno de Javier Milei abre las importaciones y el secretario de Comercio nacional, Pablo Lavigne afirmó que cada vez se van a ver en las góndolas más remeras de Bangladesh e hilados de Asia.

El presidente de Pro Tejer, Luciano Galfione aseguró que “el 75% del ticket por una remera de marca premium en un shopping está vinculado a costos que nada tienen que ver con la producción nacional, el diseño y la rentabilidad de la industria”.

 

 

Un informe de la fundación detalló que los impuestos nacionales, provinciales y municipales que paga la cadena representan el 50,3% del precio; mientras que el costo financiero, cuando el comprador paga en cuotas o aprovecha promociones, representan el 12,2% del precio de venta de la ropa.

El alquiler del local donde se comercializa el producto implica un 12,7%. Por ejemplo, los locales en los shoppings pagan expensas muy altas, que aumentan para las fechas clave de ventas y va al precio final.

Las importaciones no bajan los precios

Un informe de Pro Tejer muestra que desde 2017 a agosto 2024, la ropa aumentó por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Fuentes del sector advierten que Fundar no debió utilizar el IPC, porque no discrimina productos nacionales de importados y señalan: "Se basa en una estructura de consumo de 2004-05 (20 años atrás). Por eso, mide principalmente shoppings que tiene mayor participación importada".

El empresariado textil explica que la ropa "es uno de los sectores con mayor amplitud de precios” e invitan a salir de los shoppings. Por ejemplo, explican, que la ropa barata está en el barrio porteño de Flores, en la calle Avellaneda. Allí, el 90% de las prendas son fabricadas en Argentina.

En los grandes centros comerciales, en cambio, tienen mucho mayor peso la ropa importada y las textiles nacionales no intervienen. Por caso, un buzo Tommy Hilfiger cuesta tres veces más en Argentina que en Nueva York y ambos se fabrican en Bangladesh.

El informe Fundar a cargo del director de Planificación productiva de la institución, Daniel Schteingart, indicó que la canasta de ropa en Argentina es 35% más cara que en el resto de los países de la región -teniendo en cuenta el valor del dólar oficial-. Los datos surgieron de un relevamiento de abril pasado que involucró 400 mil precios de 33 prendas distintas.

Jeans carísimos y remeras de Bangladesh

El informe también aclara que en ropa de bebé y ropa interior, Argentina es más barata que ese mismo conjunto de países. En el rubro jeans, Argentina es significativamente más cara: 49% y en el de las camperas, un 70% y la mayoría no se fabrican en el país.

Jeans, los productos más caros en la Argentina de Javier Milei

 NA

"La baja de aranceles dispuesta por el gobierno va a complicar más la situación de los talleres, que tendrán que mandar la gente a la casa. Sólo va a favorecer a los empresarios que se pueden reconvertir a importadores", dijo a Letra P un economista que asesora al sector.

El ejemplo es claro: "Importar todo lo básico y fabricar de nicho y con diseño, eso te da rentabilidad por producto porque lo masivo lo importas barato".

Fundar asegura que la confección de ropa emplea a 186.000 personas en la Argentina y del total, 134.000 (72%) se desempeñan en la informalidad.

El informe de Fundar asegura que la ropa es “cara relativamente de otros productos de la economía del país” y relaciona la suba de los precios directamente con las barreras arancelarias que fueron protegiendo particularmente al sector textil en el últimos 15 años.

Importaciones ponen en crisis a las textiles

 

Los aranceles llegan al 35% y, según fundar, en el mundo es 9%. A esto hay que sumarle el impuesto PAIS y la tasa de estadística. Por eso, las importaciones de ropa por habitante son diez veces menores a la media mundial. Menos oferta, más precio.

Textiles con caída fuerte del empleo

Pro Tejer desestima el argumento de la economía cerrada. “El período 2020-2023 fue récord de importaciones a pesar de la restricción externa, superando la gestión de Mauricio Macri de mayor apertura comercial relativa. Crecieron las importaciones, aumentaron los precios y cayó un tercio del empleo”, detalla.

La entidad textil asegura que entre enero y agosto de 2024 cayeron las importaciones y hubo caída de precios. Obviamente en estas dos variables intervino la recesión post fogonazo inflacionario.

La industria textil y confección está compuesta por 5.439 firmas, que son el 10% de empresas industriales del país. La cadena está integrada por fibras, hilados, tejidos, confección de textiles e indumentaria y comercio; y genera 540.000 puestos de trabajo directos.

Pro Tejer destaca que el sector textil es el empleador principal en La Rioja 38%, Catamarca 37%, Santiago del Estero 22%, Chaco 18%, Capital Federal 18%, Corrientes 16%, San Juan 13% y Buenos Aires 8%.

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