La estafa que promocionó durante horas Milei en sus redes funcionó como un reloj suizo. Horario, acciones y declaraciones que sospechosamente coinciden, denuncias en redes de corrupción y un gran interrogante: ¿hasta dónde llegará esta crisis autoinflingida?
Por: Nicolás Lantos.
Javier Milei es la cara visible y la pieza clave de un fraude que dio la vuelta al planeta. En el mundo crypto sólo se habla de “la estafa más grande de la historia”. Con la promesa de una herramienta de inversión para impulsar empresas argentinas, el presidente puso en marcha un desfalco en el que cayeron más de 44 mil personas de todo el mundo, atraídas exclusivamente por su invitación a través de las redes sociales.
Hubo ocho ganadores, cuyas identidades están protegidas por el anonimato, que se hicieron en una noche con un botín de 107 millones de dólares. Algunos no habían puesto ni un peso. Otros compraron por milésimas de centavo y vendieron una hora después a más de 5 dólares. En su punto más alto la burbuja llegó a acumular un valor total de 4 mil millones. Unos minutos más tarde todo eso se esfumó, excepto el botín.
❗La insólita explicación del presidente Javier Milei tras la polémica por la cuestionada inversión en $LIBRA.
“No estaba interiorizado en los pormenores del proyecto”, argumentó. pic.twitter.com/R8BmDSQj8E
— El Destape (@eldestapeweb) February 15, 2025
Las criptomonedas son una forma de dinero digital que, a diferencia del tradicional, no está respaldado por ningún Estado o Banco Central. En su lugar se utiliza una tecnología llamada blockchain que verifica todas las transacciones de forma aparentemente inviolable. Esta intersección de tecnología avanzada y timba financiera es un caldo de cultivo inmejorable tanto para negocios turbios como para el anarcocapitalismo.
Crear una criptomoneda es fácil, rápido y barato. Para alguien con los conocimientos adecuados no toma más que unos minutos y se cobra alrededor de 200 dólares. Lo difícil es generar una demanda para esa moneda, que la haga subir de valor. Algunos apuestan a estrategias de creación de ese valor en el largo plazo: se pueden sostener en el desarrollo de nuevas tecnologías o en recursos naturales, por ejemplo.
Otras, en cambio, sólo existen para la especulación cortoplacista. Se las conoce como shitcoins o monedas de mierda. En estos casos la única forma de crecer es llamando la atención de los jugadores que eligen ese casino. La competencia es salvaje. Hay más de 15 mil criptomonedas activas en el mercado. Por eso acuden a figuras masivamente conocidas o a memes virales (como el sapo Pepe o el perro Doge) para ganar tracción.
Por eso, sin Milei no había estafa. El presidente publicó su mensaje en X recomendando la criptomoneda $LIBRA apenas tres minutos después de que la crearan. Hasta que publicó ese posteo, que quedó destacado en la cabecera de su cuenta durante varias horas y también replicó en Instagram, nadie sabía de su existencia excepto sus creadores, el mandatario y quienes hubieran recibido información privilegiada.
Los autores de la criptomoneda sabían que el tuit de Milei iba a generar una demanda inmediata que haría volar su precio. De acuerdo a la información que queda registrada públicamente sobre las transacciones de criptomonedas, hubo una serie de transacciones de compra automáticas que se programaron para dispararse apenas un segundo después del anuncio del presidente. Fue una jugada de pizarrón.
Con la venia oficial, los compradores se abalanzaron sobre la oferta porque todavía está fresco el recuerdo de la shitcoin de Donald Trump, que en pocas horas multiplicó su valor un 1900 por ciento antes de desplomarse. Eso enriqueció estúpidamente a los que compraron y vendieron a tiempo e hizo perder mucha plata a los que llegaron y se fueron tarde. Si parece un esquema piramidal, es porque de eso se trata.
La diferencia es que en el caso de Trump (y luego su esposa Melania, que tuvo también su propia estafa cripto) estaba claro desde el principio que se trataba de una token pensada para la especulación y la timba. Milei, en cambio, engaño al vender $LIBRA como una inversión genuina ligada a la inversión en empresas argentinas que subirían de valor a medida que el país se recupere bajo su gobierno. La estafa fue doble.
Media hora después del posteo en la cuenta de Milei cada token, que al crearse no valía prácticamente nada, alcanzó el valor de 5 dólares. La burbuja tocó su punto máximo, acumulando una capitalización de mercado de más de 4500 millones de dólares. 44 mil billeteras invirtieron en la cripto que recomendó el presidente argentino. Las cuentas libertarias celebraban otro éxito del mejor gobierno del universo.
Y en ese momento todo voló por los aires. Rápidamente, los expertos notaron que el 70 por ciento del capital estaba en manos de tres personas y sumando otras cinco acumulaban el 85 por ciento de la tenencia de la criptomoneda. Lo habitual es que los fundadores se queden con el 10 o 15 por ciento. Al notar esa irregularidad, los primeros apostadores en entrar también fueron los primeros en salir. Iniciando la estampida.
No ayudaba a generar confianza que la página web del Viva La Libertad Project, la iniciativa asociada a la moneda, hubiera sido creada apenas un día antes y contase como único elemento de contacto con una dirección no verificada de gmail. Rápidamente empezó a correr en los círculos crypto la información de que no existía ningún valor detrás de la propuesta de Milei, apenas un token para cazar bobos.
Cuando vieron que la burbuja se pinchaba, los fundadores y aquellos que contaron con información privilegiada se retiraron de golpe. Ocho personas embolsaron 107 millones de dólares. La tecnología utilizada hace imposible conocer su identidad. El volúmen de esas ventas hizo desplomar el valor de la moneda un 85 por ciento en un rato. El resto de los inversores se quedó sin nada. Para la madrugada, $LIBRA valía otra vez centavos y el posteo de Milei seguía allí.
El escándalo era tal que muchos creyeron que se trataba de un hackeo, algo que fue desmentido desde la propia Casa Rosada ante la consulta de varios medios, entre ellos la agencia internacional de noticias especializadas en finanzas Bloomberg. Toda la maquinaria oficial salió a respaldar, para que no queden dudas: desde el ministro de Economía, Luis Caputo, hasta el futuro candidato en provincia de Buenos Aires, José Luis Espert, pasando por el reparto de trolls habitual.
El tuit que promocionaba la estafa estuvo publicado y destacado en la cuenta de Milei hasta la madrugada. Recién después de la medianoche lo borró y escribió otro donde intentaba deslindar responsabilidades pero terminó ensayando una confesión. “No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión”, aseguró el presidente, sin aclarar cuáles fueron los detalles que lo hicieron revisar su postura.
La versión fue respaldada por un primer comunicado oficial de KIP, la empresa que desarrolló $LIBRA, publicado exactamente a la misma hora que ese descargo: 00:38 de Argentina. “Queremos aclarar que el presidente Milei no estuvo ni está involucrado en el proyecto que es absolutamente privado”, aseguró la compañía. La coartada se derrumbó antes del amanecer, porque rápidamente salieron a la superficie los vínculos entre el presidente y el fundador y CEO de KIP, Julian Peh.
Milei le dio una audiencia a Peh el 19 de octubre del año pasado. Fue en el Hotel Libertador, donde se llevó a cabo Tech Forum, un evento sobre tecnología cripto flojo de papeles que contó con un entusiasta apoyo del gobierno argentino y tuvo al presidente como orador principal. KIP era una de las principales auspiciantes. De acuerdo a varias fuentes que conocen el sector, es probable que con su auspicio, Peh estuviera comprando, en realidad, acceso a Milei.
En esa reunión estuvo presente el vocero, Manuel Adorni, y otra figura central en este esquema, un viejo conocido del presidente que fue el intermediario para armar el encuentro. Mauricio Novelli se presenta como “Trader profesional y campeón de América del World Trading Championship” y es el dueño de la marca Tech Forum, registrada apenas dos meses antes del evento, además de un asiduo visitante de la Casa Rosada.
Durante mucho tiempo y hasta que llegó a presidente (incluso durante los dos años en los que ocupó una banca en la cámara de Diputados), Milei promocionaba en sus redes sociales los cursos de trading que daba en N&W, un “instituto dedicado a la enseñanza de educación financiera”, propiedad de Novelli. La relación en ese entonces fue definida por el trader como “un arreglo privado”: un eufemismo para hablar de una contraprestación dineraria.
Novelli también introdujo a otro personaje de esta historia: Hayden Davis, dueño de Kelsier Ventures, un fondo de inversión dedicado al mercado cripto. Un segundo comunicado de KIP, publicado en la tarde del sábado en un intento infructuoso de limpiar el nombre de la empresa en lo que ya se había convertido en un escándalo internacional, responsabiliza a Kelser como “iniciadores del proceso” y dice que fue “totalmente manejado” por ellos.
Davis visitó la Casa Rosada en julio de 2024 de la mano de Novelli, que organizó una reunión con varios referentes de tecnología cripto y Karina Milei. El 30 de enero de este año volvió, esta vez para ver al presidente. Milei subió a su cuenta en X una foto con él. “Me estuvo asesorando sobre el impacto y las aplicaciones de la tecnología blockchain”, escribió. Los detalles de las visitas del campeón continental de timba a casa de gobierno y a Olivos los brinda Ari Lijalad en El Destape.
En total, Novelli estuvo siete veces en Casa Rosada y una en la Quinta Presidencial. De las siete veces que visitó Balcarce 50 en seis ocasiones fue recibido por Karina Milei, que fue señalada insistentemente en las horas posteriores al estallido como la responsable de haber dejado que expusieran de esa forma al presidente. Son, también, esquirlas de una interna que se cuece a una temperatura cada vez más alta en el primer piso de ese edificio.
En su cuenta de X, el empresario fintech Diógenes Casares, una figura bien conectada y con información de primera mano, hizo una muy interesante reseña de la operación $LIBRA titulada “Coimas, insiders y un presidente manipulado”. De acuerdo a sus fuentes, los principales asesores del gobierno no sabían qué se estaba preparando. También cuenta que le dijeron que “alguien cercano a Milei había recibido una coima de 5 millones de dólares para facilitar el encuentro”.
No es una cifra poco realista. Una semana antes, el exitoso rapero Ye (Kanye West) denunció que le ofrecieron dos millones de dólares por lanzar una shitcoin con su nombre, dejarlo durante algunas horas en sus redes sociales y luego bajarlo excusándose en un error o un hackeo. Un modus operandi llamativamente similar al que puso en práctica unos días más tarde el presidente argentino.
La oposición puso el grito en el cielo. El bloque de Unión por la Patria hizo un pedido de juicio político largamente justificado. Necesita dos tercios en ambas cámaras para prosperar. Mientras junta los votos, podría avanzar rápidamente con el rechazo al DNU 70/23, que sólo necesita mayoría simple entre los Diputados. También podría revocar las facultades extraordinarias concedidas a través de la ley de Bases. Por ahora parece más probable que aprueben el pliego de Ariel Lijo.
Desde la Casa Rosada, buscan instalar que no hay delito porque creen que el tema no impactará en la opinión pública pero puede ponerlos en algún brete judicial. Preocupa sobre todo la deriva de las investigaciones en tribunales extranjeros, donde reside la mayoría de los damnificados. Allí no llega el largo brazo de los operadores que responden a Santiago Caputo para negociar impunidad.
En el Gobierno también temen a las repercusiones que pueda tener esta historia el lunes cuando abran los mercados financieros. Milei quedó en evidencia ante el planeta cripto y financiero, el público al que intentó seducir todo este tiempo. Una pérdida de credibilidad en sus capacidades puede desencadenar reacciones inesperadas en una economía alimentada exclusivamente por las expectativas que transmite empresarios e inversores el presidente.=
La novedad no podría haber sido más inoportuna, al final de una semana en la que la fragilidad del esquema cambiario, del que depende toda la estrategia económica de este gobierno, quedó más que nunca en evidencia. El aumento en el ritmo de venta de divisas para mantener corta la brecha con los paralelos dan cuenta de que los capitales que vinieron a hacer la bicicleta ya empezaron a salir. El más mínimo temblor puede provocar una estampida. Así funcionan las estafas piramidales.
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