La medida, adoptada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, intenta aumentar la producción local de pan, producto cuyo precio se multiplicó varias veces en los últimos meses. Brasil es tradicionalmente el mercado para el 80% de la ventas argentinas de trigo y derivados.

La escasez de trigo, provocada por una reducción de la cosecha de 14 millones a 9,5 el año pasado en Argentina, ya afectaba las exportaciones. El volumen total vendido al exterior en 2013 debe quedar en 100 mil toneladas. En el caso de los granos, el gobierno había autorizado inicialmente la comercialización de 5 millones de toneladas en exportaciones, volumen que fue recortado a 3 millones hace tres meses.

El gobierno sospecha que las empresas exportadores estarían reteniendo las 5 millones de toneladas de granos inicialmente autorizadas y las 3 efectivamente exportadas, tesis difícil de sustentar por la diferencia inédita de precio entre el mercado internacional y el local. “La harina subió y el precio del pan también porque está faltando trigo” afirmó el economista jefe de la Sociedad Rural Argentina, Ernesto Ambrosetti.

Como solución inmediata, Ambrosetti sugiere importaciones de emergencia del producto, algo sin precedentes en Argentina.

Para la economista Carolina Schuff, de la consultora Abeceb, el panorama de la producción de trigo en Argentina es semejante al de la carne bovina entre 2009 y 2011: las intervenciones del gobierno llevaron a una merma de las exportaciones.