El atraso cambiario y el boom turístico a países vecinos que se espera en el verano, la deuda del 2025, la reactivación económica proyectada del 5% y la exigencia oficial de salir del cepo exigen divisas financieras, con unas reservas netas en un negativo de entre USD3.000 M y USD8.000 M
Por Mariano Cuparo Ortiz
El FMI confirmó que el Gobierno pidió formalmente avanzar en un nuevo acuerdo para obtener algo más de divisas. Con reservas netas todavía muy negativas, obligaciones de la deuda por alrededor de USD20.000 millones durante el 2025 y un atraso cambiario ya superior al que había cuando asumió, el presidente Javier Milei precisa fortalecer el stock de dólares del BCRA. El mandato de salir del cepo, en un año electoral, para el que se prevé un crecimiento de la economía y un récord de turismo a los países vecinos exigen divisas.
La portavoz del FMI, Julie Kozack, volvió a ser muy elogiosa acerca de los avances del programa de estabilización del Gobierno en materia de equilibrio fiscal, de acumulación de reservas (pese a que la meta de septiembre a priori fue incumplida, está en duda si se efectuará esa revisión), de desinflación e incluso de reactivación económica y de los salarios, a partir del tercer trimester. Pero además dijo: “ Las autoridades han expresado formalmente interés en pasar a un nuevo programa y las negociaciones ya están en marcha. En este contexto, quiero aclarar que el actual programa expirará a finales de este año. No es raro que las autoridades dejen que un acuerdo existente expire sin completar todas las revisiones mientras consideran pasar a un nuevo programa de apoyo”.
El BCRA tuvo, casi de punta a punta, sobre el cierre ya gracias al blanqueo, un año de buenas compras de reservas, por un total de alrededor de USD22.276 millones, con doce meses consecutivos de balance comercial positivo. Sin embargo, la clásica restricción externa, la falta de dólares para lubricar a una actividad económica que busca consolidar su rebote, para abastecer a una demanda potencial de divisas por parte del mercado si concreta la salida del cepo, para afrontar el éxodo turístico y para cumplir con los vencimientos de deuda sigue ahí.
Acerca de la necesidad vigente del Gobierno de conseguir divisas, el economista jefe de Vectorial, Haroldo Montagú, afirmó: “Lo precisa porque el año que viene enfrenta cerca de USD20.000 millones de pagos de intereses y capital, tanto con privados como con organismos. Además, si la economía crece al 5%, como prevén el FMI y el Presupuesto, se van a demandar más importaciones. Además, este verano probablemente la cantidad de turistas argentinos en Chile y en Brasil sea récord. Lo que hizo que el Gobierno llegue bien a fin de año fue el blanqueo, que no se va a repetir. Tenemos reservas netas en un negativo de entre USD3.000 y USD6.000 millones, depende la metodología que se utilice. Entonces, bueno, ahí cómo se sostiene toda esta estabilidad cambiaria y financiera y macroeconómica si no es con entrada de dólares frescos”.
La economista de PPI Melina Eidner agregó: “Las netas están en un nivel negativo de alrededor de USD8.000 millones, contando en esta métrica los Bopreal y los depósitos del Tesoro. Pensando en una eventual salida del cepo es un nivel de reservas bastante bajo. Un acuerdo con el FMI lo que podría hacer es mejorar esa posición de reservas netas por si aumenta la demanda de divisas de personas y empresas, para que no haya un overshooting del tipo de cambio. Además, serviría para rollear la propia deuda con el FMI”.
En ese mismo sentido, el economista de ACM Francisco Ritondo dijo: “Para poder capitalizar todos los resultados del plan económico y el sacrificio que hizo la sociedad hay que avanzar hacia el paso final, que es el levantamiento del cepo, y cumplir con los compromisos. Para eso se necesitan reservas a un nivel que hoy en día no tiene. Aunque asumió con un negativo de USD11.000 millones, y las llevo a alrededor de USD3.300 millones, todavía no están en la cantidad necesaria para poder hacerlo, teniendo en cuenta que hoy no tiene acceso al mercado para obtener financiamiento. La última alternativa que queda es recurrir al FMI”.
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