El dobles no pudo realizar el milagro y cayó ante los campeones del mundo. Las bajas de Nalbandian y Del Potro no pudieron ser suplidas.
Zeballos y Berlocq perdieron el tercer punto de la serie al cabo de dos horas y tres minutos, y con la derrota se consumó una nueva desilusión en el tradicional certamen, aunque esta vez la parada era muy difícil ante los actuales campeones y así lo entendieron los casi 150 argentinos que aplaudieron de pie al equipo en el imponente estadio O2 Arena.
La caída del equipo `albiceleste´ comenzó a gestarse ayer con las derrotas de Juan Mónaco ante Stepanek por 7-6 (7-3), 6-3 y 6-2, y del correntino Leo Mayer frente a Berdych por 6-4, 4-6, 6-3 y 6-4.
El dobles conformado por el marplatense Zeballos y Berlocq, reemplazante en este punto de David Nalbandian, ausente por lesión, sabía de antemano que el escenario era complicado e hizo lo que pudo ante la fortísima dupla checa, con un `top ten´ como Berdych y otro que hace seis días se coronó campeón del US Open en la especialidad como Stepanek.
Además, Berdych y Stepanek tienen un récord de 12 éxitos y apenas un traspié, en la final ante España jugada en Barcelona hace cuatro años, ante los `zurdos´ Feliciano López y Fernando Verdasco.
Todo eso quedó expuesto en la cancha y sobre todo en el final, cuando Berdych destrozó a los argentinos con su temible saque y no vaciló para cantar victoria ni bien dispuso del match point.
Antes de eso hubo un partido por momentos atractivo, en el cual la pareja argentina comenzó muy prendida, con Zeballos como líder y Berlocq tratando de equivocarse lo menos posible.
Durante el primer set, el marplatense jugó muy suelto, leyó bien el juego de los checos y mantuvo el peso del equipo hasta el octavo game, cuando Berdych quebró el servicio de Berlocq con una derecha paralela letal que los puso arriba 5-3 para luego cerrar por 6-3 con su saque.
En ese parcial Argentina tuvo una chance y no la tomó, cuando Stepanek servía break point abajo 30-40 con el marcador igualado en tres.
En ese instante, una escaramuza en la platea detrás del banco de suplentes, a escasos metros del capitán Martín Jaite, entre los hinchas argentinos y los agentes de seguridad, paralizó el partido por casi un minuto, y cuando se reanudó Stepanek no falló con su saque y salvo el punto de quiebre.
El segundo parcial fue casi todo de Berdych, el quinto tenista del planeta que sacó a relucir su clase y justificó su récord de 18 triunfos como doblista en la Davis, cinco con otros compañeros distintos a Stepanek.
Berdych sacó muy bien, se cruzó en los momentos exactos y también logró el único quiebre del parcial (otra vez sobre el servicio del tenista de Chascomús) con un revés paralelo delicioso que dejó sin reacción a los argentinos.
En el tercer set, llegó el final cuando Zeballos, la figura del dobles argentino, cedió por primera vez en el partido su saque, aunque ya se intuía que podía suceder porque Berdych devolvía cada vez mejor y en el set anterior el marplatense salvó tres sets points seguidos y cada vez le costaba más sostenerlo.
El cierre fue otra vez con quiebre sobre el saque de Berlocq, y luego sirvió Berdych en forma impecable, sin fisuras, para el festejo del público checo, con sus sonoras cornetas.
Los checos ratificaron los pronósticos previos y jugarán una vez más la final de la Davis, ante Serbia o Canadá, con la intención de lograr su segunda `Ensaladera´ como país independiente tras la consagración del año pasado ante los españoles.
Argentina, en tanto, deberá digerir rápido una derrota que se presumía y comenzará a proyectar una nueva ilusión para 2014 ante un rival que conocerá dentro de 10 días cuando se lleve a cabo en Londres el sorteo de la primera ronda del Grupo Mundial del año próximo.
La serie concluirá formalmente mañana con los dos singles que restan, aunque seguramente con distintos intérpretes, habida cuenta de que Berdych y Stepanek ya hicieron lo que debían hacer y descansarán el último día, mientras que los argentinos evaluarán anímicamente a los dos que estén mejor para despedir la aventura en Praga.
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