Acusa a la justicia de ese país de tomar decisiones que vulneran la determinación soberana de reestructurar la deuda externa.
En una fuerte jugada del Gobierno en la disputa con los fondos buitre, que abre nuevos frentes en la política exterior y con consecuencias en la relación con la principal potencia mundial, la Argentina denunció a Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Lo hizo por “violaciones” de su soberanía e inmunidades, ante la actuación de la Justicia de ese país con “decisiones que vulneran la determinación soberana” de reestructurar la deuda externa.
El punto clave es que, para que haya juicio, el gobierno norteamericano debe aceptar la jurisdicción de la Corte internacional, algo que muchos especialistas consideran altamente improbable.
El anuncio de la presentación ante La Haya lo hizo Cristina Kirchner por cadena nacional -la número 20 de este año- durante un acto en la Casa de Gobierno.
La Presidenta buscó quitarle dramatismo: “Poderes dependientes o empleados dependientes han causado daño o no han actuado a derecho”, justificó.
Le apuntó todos los dardos al juez Thomas Griesa. La escalada verbal contra el magistrado entró en punto de no retorno: lo definió como “un juez municipal que quiere atropellar y llevarse por delante la soberanía de un país”.
Un rato antes la Jefatura de Gabinete informó de la presentación. También el organismo con sede en los Países Bajos confirmó que “la Argentina busca instaurar un proceso contra los Estados Unidos”, lo cual “requiere que (ese país) acepte la jurisdicción de la Corte”.
La Presidenta explicó que la Corte de La Haya “existe para evitar que los países que tenemos diferencias nos agarremos a los misilazos o a los bombazos”.
La Argentina recurrió en años recientes a ese Tribunal para dirimir la disputa con Uruguay en torno a la instalación de la pastera Botnia en el río Uruguay.
El Gobierno se ilusiona con que la administración de Barack Obama tome cartas en el asunto. Si no es habilitando la instancia de La Haya, deberá “indicar un medio de solución pacífica alternativo para resolver la presente controversia”, expresó el comunicado oficial.
Anteayer, el ministro Axel Kicillof había reclamado al gobierno de Obama que ponga “límites” a Griesa. “Estados Unidos puede hacerse el distraído, puede hacerse el tonto” ante decisiones perjudiciales del juez, arremetió.
La Presidenta citó un artículo del diario británico The Guardian, crítico de las decisiones de Griesa y que dio esperanzas al Gobierno al señalar -Cristina dijo no haberlo sabido- que el presidente norteamericano “puede decirle a un juez que está interfiriendo en las relaciones exteriores”. “Cuando (Paul) Singer quiso embargar a la República del Congo, George Bush bloqueó ese embargo”.
Luego del acto, Kicillof consideró “razonable” que Washington acepte “discutir” en La Haya. El abogado y asesor de la Argentina ante esa Corte, Marcelo Cohen, declaró a Radio del Plata que “estamos frente a una nueva controversia de estado a estado”, y que “es de esperar que la respuesta (de si Estados Unidos la acepta) llegue rápido”.
También explicó que “Obama no puede anular el fallo de Griesa, lo que si puede hacer es decirle que su fallo interfiere con las relaciones exteriores de los Estados Unidos, luego la justicia estadounidense actuar y revocar la decisión”.
Audiencia hoy con Griesa
El Juez Thomas Griesa convocó a una audiencia que tendrá lugar hoy a las 15 hs (hora Nueva York) en la que se analizarán “las últimas declaraciones del gobierno argentino”.
La gota que habría rebalsado el vaso es la solicitada del gobierno publicada ayer en varios medios domésticos y extranjeros en las que, entre otras cosas, le dice a los bonistas que ingresaron en el canje que pueden reemplazar al BoNY.
La convocatoria de la audiencia despertó especulaciones. La más insistente apunta a que Griesa declararía a Argentina en desacato.
Sólo intervendrá si se acepta la jurisdicción
El abogado y asesor de la Argentina ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Marcelo Cohen, admitió que ese organismo sólo podrá intervenir si Estados Unidos acepta su jurisdicción en el pleito planteado por Argentina.
“La corte de la Haya solo puede actuar con el consentimiento de los estados”, explicó Cohen en diálogo con Radio del Plata.
“Lo que se puede hacer es que un Estado presenta una demanda e invita a la otra parte a que acepte la competencia de la Corte. Esto es lo que hizo en el día de hoy (por ayer) la Argentina”, afirmó.
Cohen consideró que la demanda es justa y la CIJ es el ámbito adecuado para su resolución: “Si el Poder Judicial de un Estado atenta contra la soberanía de otro Estado extranjero, el Estado tiene que hacer frente en el plano internacional y asumir su responsabilidad”, argumentó.
“Hoy existe una controversia internacional entre la Argentina y los Estados Unidos y tienen la obligación de resolver la controversia por medios pacíficos”, agregó Cohen, y sugirió que el Gobierno EEUU tiene “que proponer otro mecanismo de solución de la controversia”.
“Es de esperar que la respuesta (de EEUU) llegue rápido. Si a es negativa, la Corte no puede resolver lamentablemente la controversia”, reiteró.
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