Apesar de que Juntos por el Cambio, con Luis Juez a la cabeza, logró el 54% de los votos en las legislativas, el peronismo federal que tiene el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, uno de sus máximos exponentes, ya piensa en el 2023.

En ese marco, a pesar de que la candidatura de Natalia de la Sota – hija de José Manuel – apenas alcanzó el 25%, la pelea por la gobernación comenzó a tomar forma. En ese marco, el vicegobernador, Manuel Calvo, decidió en los últimos días lanzar su pre candidatura para la sucesión en el Ejecutivo provincial.

Según pudo saber PERFIL Calvo es parte orgánica del armado de Schiaretti (bajo el sello Hacemos Córdoba) y, antes de ser vicegobernador, fue secretario de Comunicaciones, secretario de Gobierno, ministro de Infraestructura y de Gestión Pública, y también de Ambiente y Energía con De La Sota y con el actual gobernador en su anterior mandato.

Contador de profesión, fue legislador provincial entre 2011 y 2015 y hoy forma parte de núcleo duro del PJ no kirchnerista que viene ganando las elecciones ejecutivas en Córdoba, una de las provincias más anti oficialista el país.

Con 44 años su decisión es un golpe político para al intendente de Córdoba capital, Martín Llaryora, quien sorprendió en 2019 ganando la ciudad pero que este año sufrió una durísima derrota en su distrito ante JxC.

El intendente cordobés había dejado trascender su sueño de reemplazar a Schiaretti aunque los resultados electorales complicaron sus ambiciones.

Con todo, el panorama está abierto en la provincia. Dependerá, también, en gran medida de los acuerdos que alcance el gobernador y cómo jugará JxC en 2023. Ya en 2019 la división entre Ramón Mestre, ex intendente de la capital, y Mario Negri, llevó a una derrota estrepitosa en la provincia donde más votos, en porcentaje, había cosechado Mauricio Macri y donde, incluso, cerró su campaña por la reelección frustrada.

Ahora se espera que en dos años Juez quiera volver a intentar ser candidato a gobernador aunque no se descarta que el propio Negri busque nuevamente jugar. En ese caso, tras tres elecciones perdidas, sería una candidatura disputada por otro sector de la UCR de nuevo.