Con 14 votos positivos, 1 negativo de Nicolás Massot, y la abstención de los concejales del Frente Renovador, este lunes se aprobó la ejecución de gastos de la administración de Julio Zamora correspondiente al ejercicio 2021. ¿Qué dijo la oposición?
Este lunes al mediodía el Concejo Deliberante de Tigre aprobó la Rendición de Cuentas del intendente Julio Zamora correspondiente al período 2021. El expediente se aprobó con 14 votos afirmativos, 8 abstenciones y 1 negativa. Estuvo ausente el concejal Rodrigo Álvarez.
El detalle de la votación marcó la abstención de 8 concejales que representan al Frente Renovador y que forman parte del oficialista Frente de Todos. Así, el despacho tuvo más votos afirmativos desde la oposición que desde la propia fuerza política que integra el intendente.
El concejal Rodrigo Molinos anunció en su alocución que votaría por la abstención junto a los concejales Rossi, Ferraro, Fernández Miranda, Mantelli, Caamaño, Etchart y Mariani. “Algunos compañeros de bloque no teníamos una posición definida y por eso propusimos votar en abstención. Somos una coalición con diferentes visiones”, argumentó. El punto central de la discrepancia fue el superávit municipal, que según los ediles massistas hubiese permitido evitar un aumento de tasas.
“Ejerciendo nuestra función de contralor hemos observado algunos puntos para poder cuestionar. Tenemos diferencias con la ejecución del Presupuesto, y con la visión respecto de la administración financiera. Lo manifestamos en la Comisión de Hacienda y por eso no suscribimos a ninguno de los dos despachos de mayoría y minoría. Nuestra abstención ayuda a la gobernabilidad”, explicó Molinos.
El concejal analizó que “el saldo de disponibilidades era de 400 mil millones de pesos, y quizás no hubiese sido necesario el aumento de las tasas municipales. También podemos observar que hay intereses por 1.100 millones, que es casi el 30% de la recaudación anual de la tasa de servicios municipales. Estos plazos fijos provienen de intereses de fondos afectados y figuran como libre disponibilidad. Vemos que ese punto es observable”.
Molinos profundizó que “hay diferencias de criterios sobre si corresponde ver como algo positivo el superávit o si se pudiera haber evitado un cobro mayor de tasas. Tenemos una visión distinta al Ejecutivo y creemos que se podrían haber cobrado menos tasas a los vecinos”.
La concejal Gisella Zamora tomó el micrófono para resaltar su voto por la afirmativa: “Tengo el orgullo de ver las grandes transformaciones que se dieron en nuestra ciudad. Tigre creció y sigue creciendo a pesar la pandemia. Llevamos obras y mejoras a cada rincón”. Y remarcó que “este es un Municipio transparente, uno de los que más datos abiertos tiene”.
La concejala enumeró el trabajo de la gestión en los operativos de vacunación durante la pandemia, y los recursos municipales para el hospital provincial de Pacheco donde se instalaron más camas de terapia intermedia y quirófanos. Dijo que “inauguramos el centro de salud Nº 23, para salud mental y adicciones, el Centro de Diagnóstico de Don Torcuato y fortalecimos el Hospital Materno Infantil”. “Tenemos un intendente que se pone al hombro la salud pública”, agregó.
La concejala repasó todas las iniciativas de la gestión luego de la pandemia, para rescatar la actividad cultural y educativa en el distrito, y rescatar a los sectores productivos. Remarcó el acompañamiento a la educación y a la universidad pública, y las distintas obras que se realizaron en la comuna. “No son logros solamente de un intendente, sino de un gobierno nacional y provincial, y de este cuerpo que ha sabido acompañar todo lo que sea en beneficio de la comunidad”, resaltó Gisella Zamora.
Unos minutos más tarde tomó la palabra Micaela Ferraro, quien respondió: “Escuché muchos argumentos que no tienen que ver puntualmente con la Rendición de Cuentas. Este debate no es para analizar cuánto se hizo o no se hizo. El Municipio de Tigre es especial, con una recaudación diferente. La primera pregunta es: ¿se podría haber hecho más? ¿Cuántas cosas más se podrían haber hecho con el dinero que quedó subejecutado, o en un plazo fijo? Aprendí junto a un gran intendente como Sergio Massa, que lo aprendió de Ubieto, que los presupuestos se ejecutan. Se gastan hasta el último peso. No se puede ahorrar en una gestión. Me alarma que alguien crea que tener plata en un plazo fijo es una herramienta o un ahorro o que beneficia en algo a los tigrenses”.
En la oposición de Juntos, el presidente del Concejo Deliberante Segundo Cernadas manifestó a través de un comunicado de prensa que “aunque le cierren las cuentas al municipio de Tigre, el problema es la ineficiencia para administrar los recursos de los vecinos. No hay casi obras. El tránsito está colapsado por falta de accesos y transporte público. En San Fernando hay más obras que en Tigre. Los centros comerciales son del año 80 y las escuelas tienen vidrios rotos o baños sin puertas”.
En el recinto tomó la palabra Mariano Pelayo: “Lamentablemente queda demostrada la total incapacidad de la gestión municipal, que no brinda los servicios y las obras que se necesitan. Se gastan los aportes del contribuyente en cosas sin sentido”.
En la oposición buscaron votar por la positiva porque no detectaron irregularidades en la Rendición de Cuentas, pero buscaron sembrar críticas respecto a las prioridades y el programa de gobierno que tiene la gestión municipal.
“Hay más de 100 millones de pesos afectados al nuevo Hospital y ni siquiera comenzó la obra. No hay falta de recursos, sino que hay una mala gestión. Van a hacer un microestadio pero no el Hospital. No pudieron ejecutar el 100% de los recursos. O hagan las obras o bajen los impuestos”, agregó Pelayo, quien luego cuestionó: “Hay 9 mil millones de pesos para Obras y Servicios Públicos, ¿pero dónde están las obras?”.
Adolfo Leber sostuvo que en los gastos corrientes la inversión en obras públicas fue bajísima: “De un total de gastos de 18.000 millones sólo se invirtieron 927 millones, un 5% del total de los gastos”, y recordó que “la obra pública es lo que hace grandes a los municipios, como lo hizo Ricardo Ubieto que en sus mandatos invirtió porcentajes significativamente superiores en este rubro”.
El único que votó en contra fue Nicolás Massot, quien presentó un despacho de minoría que no llegó a ser votado. “Hay un abuso sugestivo, con más de 35 licitaciones privadas por 160 millones de pesos solamente en las luminarias, con un solo proveedor que logra el 58% de las adjudicaciones. También en la red de gas y la mano de obra en escuelas públicas”, explicó el concejal, quien también cuestionó el exceso en la prórroga de contratos ya vencidos, por ejemplo en la recolección de residuos.
Además Massot anunció que presentará un proyecto para crear la oficina de Presupuesto, dependiente del Concejo Deliberante, para que se hagan presentaciones mensuales de la ejecución de gastos del Ejecutivo Local.
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