Fue la última sesión ordinaria del año. El Concejo Deliberante aprobó por mayoría dos proyectos de consorcios urbanísticos destinados a la venta de predios para viviendas.
Con la excepción del Frente Renovador, que no prestó su acuerdo, el cuerpo viabilizó la instalación de "trampas de grasa" en comercios para evitar rotura de caños sin cuestionamientos.
Asimismo, se votaron de manera favorable cuatro licitaciones para el Centro Municipal de Salud relativas a la provisión de servicios.
Consorcios: oposición y pedido puntual
El edil vecinal Guillermo Salim valoró el consenso logrado para imponer cuestiones que no exige la Ley de Hábitat provincial pero que se presentaban como críticas en el marco de la sanción.
"Llegamos a un acuerdo para que los compradores modifiquen sus proyectos originales. El tratamiento legislativo impone que se manejen bajo la adecuación al Código de Planeamiento y la factibilidad hidráulica", remarcó tras esperar "comodidades en la forma de pago".
Previo a respaldar la iniciativa, el kirchnerista Martín Goizueta resaltó que una porción de tresarroyenses logrará obtener su vivienda luego de señalar que se deberá legislar sobre la construcción en terrenos inundables.
"Queremos que se cumpla la normativa vigente: debemos exigir que se cumplan con lo aprobado hace tres años y por el que tanto hemos trabajado, como así también que tengan el respaldo técnico necesario", añadió.
No obstante, el massismo rechazó el proyecto por considerarlo como de aprobación apresurada. "Algunos temas son de inmediata ejecución y otros son in eternum: un tema puntual, el de las 33 familias con casas usurpadas", planteó el edil Sergio Soulé.
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