La iniciativa establece que en las tiendas escolares no se podrán ofrecer ningún tipo de bebidas azucaradas, bebidas con porcentaje de fruta inferior al 50 %, ni alimentos con alto contenido de grasas trans.
En el primero de cuatro debates, este martes la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que busca regular la comercialización de bebidas azucaradas en instituciones y centros educativos del país, en pro de garantizar el derecho a la salud y a la vida de niños y jóvenes.
La iniciativa, que aplicaría tanto para colegios de carácter público como privado, establece que en las cafeterías y tiendas escolares no se podrán ofrecer ningún tipo de bebidas azucaradas, bebidas con porcentaje de fruta inferior al 50 %, ni alimentos con alto contenido de grasas trans.
En la exposición de motivos del proyecto se recuerda que las tiendas escolares ubicadas dentro de las instituciones son las encargadas de promover y proveer una alimentación saludable a la población escolarizada, de modo que se apuesta a que faciliten la incorporación de los menores a estilos de vida saludable.
En Colombia, según reveló la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia de 2018, durante los últimos 5 años la obesidad infantil incremento del 18 % al 24 %. En ese sentido, la Constitución establece que entre los derechos fundamentales de los niños se cuenta el derecho a una alimentación equilibrada, como una estrategia para garantizar su desarrollo integral.
“En concordancia con este artículo, le corresponde al Estado la responsabilidad de formular políticas públicas que garanticen el bienestar, la salud y educación de los niños, niñas y adolescentes, orientándolos para establecer hábitos de alimentación saludables”, se precisa.
El autor de la iniciativa, el representante Harry González (Partido Liberal), destacó que, durante la construcción de este proyecto, participaron empresas productoras de bebidas azucaradas, que tienen el compromiso de evitar que sus productos se comercialicen fácilmente a los menores.
“La salud de nuestros niños requiere de manera urgente y prioritaria, establecer planes, proyectos y programas preventivos que garanticen de manera efectiva la alimentación saludable en los entornos educativos, de forma tal que, acojan estos hábitos de manera permanente para su vida”, dijo.
Para González, se deben incentivar, por medio de campañas educativas, la necesidad de disminuir el consumo excesivo de calorías, así como de grasas, azúcares y sodio, previniendo el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemias y algunos tipos de cánceres.
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