Miguel Lifschitz dijo que el juicio a Los Monos es "un logro de la provincia de Santa Fe", advirtió sobre un plan de victimización de los "propios imputados" y de sus abogados defensores que tratan de "complicar", "demorar" y "entorpecer" el debate en la sala de audiencias y expresó su confianza de que el proceso terminará con un "fallo ejemplificador".
"En este momento hay que darle un fuerte apoyo a la tarea de la justicia para que el juicio que se está llevando adelante concluya con sanciones ejemplares", dijo el mandatario.
Desde que el Tribunal comenzó a juzgar a los 25 imputados por "asociación ilícita" y cinco "homicidios", entre ellos 13 efectivos de las fuerzas de seguridad, Lifschitz no había hablado del asunto. Pero ayer, ante una pregunta, ponderó el repudio de "todo el arco político" ante el desafío de uno de los jefes de la banda, Ramón Ezequiel Machuca (Monchi Cantero), quien se consideró -él y sus cómplices‑ el "chivo expiatorio del socialismo", acusó al partido oficial de "armarle la causa" y pintarlo como el "monstruo más grande" de Rosario y denunció un supuesto "pacto" entre "cuatro magníficos", como llamó al PS, a la División Judiciales de la Policía, a Luis Paz -padre del "Fantasma"‑ y al juez Juan Carlos Vienna.
El socialismo rechazó la provocación, dijo que en el juicio a Los Monos la "verdad procesal" saldrá de las "pruebas" y "no de las declaraciones altisonantes con clara intencionalidad espuria", alertó que es "peligroso" asimilar los "dichos de un acusado a verdades reveladas". "No es la primera vez, ni será la última" que el PS es "agredido" por "implementar políticas reales de persecución penal y encarcelamiento de bandas criminales".
Ayer, Lifschitz valoró la respuesta del "arco político" ante el desafío de Monchi Cantero y mencionó los pronunciamientos "del socialismo, la UCR y el Partido Justicialista que repudiaron estas afirmaciones" de uno de los jefes de la banda. "Está claro que es un logro de la provincia de Santa Fe que estén sentados en el banquillo de los acusados los integrantes de una las organizaciones delictivas más violentas que tuvimos en la provincia y en la ciudad de Rosario", dijo el gobernador.
"Por la acción de la justicia santafesina y las investigaciones que llevaron adelante los fiscales y los jueces, todos estos delincuentes están siendo juzgados. Así que en este momento hay que darle un fuerte apoyo a la tarea de la justicia y esperar que el proceso que se está llevando adelante concluya con sanciones ejemplares", agregó.
Le preguntaron si la estrategia era aquella de que no hay mejor defensa que un buen ataque. "Porque hablan de una causa inventada", le planteó una colega.
-‑Es evidente que los abogados defensores y los propios imputados están tratando de complicar, buscar maneras de demorar o entorpecer el desarrollo del juicio, pero confiamos en la tarea de los fiscales y de los jueces y eso no va a suceder -respondió Lifschitz.
El gobernador habló del "arco político", pero los que se pronunciaron, hasta ahora, son el Partido Socialista, el diputado del PJ Luis Rubeo y el comité provincial de la UCR. No hubo ningún pronunciamiento del PRO. Rubeo coincidió en que la "estrategia" de Cantero fue acusar a "instituciones políticas, judiciales y policiales" para "desviar la atención" y "condicionar" a los jueces del Tribunal. "El comportamiento de estos grupos mafiosos tiende a amedrentar a las autoridades y a la sociedad" para "crear un clima de impunidad, donde ellos puedan imponer sus propias reglas" y para eso "necesitan que las instituciones pierdan credibilidad y queden debilitadas. En este proceso no sólo atacan a las instituciones", sino también a los políticos, como el presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti.
"Nuestra obligación es cerrar filas ante estos intentos y manifestarnos claramente para que el juicio termine con un fallo libre de toda presión", concluyó Rubeo.
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