Después de la cartelería con la que irrumpió en el distrito y las polémicas reacciones que causó en el frente opositor Juntos por el Cambio, el dirigente confirmó que irá por una banca en el Concejo Deliberante en las elecciones que se avecinan. Su mirada sobre los políticos y por qué se volcó a la militancia partidaria.
“Hace un año y medio tuve un infarto que me cambió bastante mi forma de pensar. Creo que es un buen momento. El país, y particularmente Morón nos necesita a todos”. El empresario teatral e inmobiliario Ariel Diwan confirmó que se vuelca de lleno a la política y que peleará por una banca en el Concejo Deliberante de Morón.
Después de la espasmódica reacción que causó su irrupción en la escena partidaria, que ameritó hasta un dudoso comunicado de la estructura de Juntos por el Cambio a nivel provincial, el dirigente mostró sus credenciales para sumarse a la militancia partidaria. Y blanqueó de la mano de quién emprende el camino.
“Cuando arranqué lo hice con un grupo chico, humilde, y me sorprendió cómo la gente se acercó a apoyarnos”, señaló en una charla vía Zoom con Adrián Noriega en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano. En la entrevista reveló que fueron el senador nacional Martín Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti quienes lo impulsaron a encarar la batalla rumbo a octubre (o cuando sea la elección legislativa).
“Martín (Lousteau) dice que queremos participar. Yo quiero ser concejal y ser la voz de los vecinos para ver cómo empezamos a solucionar problemas. No puede ser que el hospital de Morón no tenga insumos, que las calles no se puedan transitar, que las luces no las pongan. No me quiero poner un casete de político, que no soy”, señaló.
Diwan es consciente que la rabia y la furia de varios sectores, sobre todo los más históricos en el macrismo vernáculo. En su momento, fue tal el revuelo que se armó que este medio usó la figura de que le dispararon con un misil a un mosquito. “En algún momento pensé que había sido un error que cometieron, pero la verdad que en lugar de bajarme lo que pasó fue todo lo contrario”, se envalentonó.
Y dejó una reflexión sobre la actividad a la que ahora pretende volcar sus horas. “La política no está hecha para la gente común: está hecha para los políticos, que viven de la política, trabajan de la política. En uno de mis últimos emprendimientos, en teatro, yo tuve 350 empleados. Ellos (los políticos) no están acostumbrados a pagar sueldos, a resolver problemas, porque hace 25 años tenemos los mismos problemas. Un empresario se levanta todos los días a resolver problemas”, concluyó.
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