El radical Leandro Despouy regresará a su cargo de presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN). Así lo dispusieron por resolución conjunta los presidentes del Senado, Gabriela Michetti, y de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, ante las impugnaciones que recibió Ricardo Echegaray, ex titular de la AFIP y bendecido por Cristina Kirchner para encabezar el principal órgano de control del Estado.

La decisión de Monzó y Michetti promete generar polémica. Es que la Constitución Nacional establece, en su artículo 85, que la presidencia de la AGN pertenece al principal partido de la oposición. Es decir, al Frente para la Victoria (FPV). Por esa razón, Despouy, quien venía ejerciendo ese cargo hasta el 10 de diciembre pasado -cuando asumió Mauricio Macri-, renunció como jefe de la AGN.

El Partido Justicialista, con la firma de su vicepresidente Jorge Capitanich, propuso a Echegaray para suceder a Despouy. Pero su designación provocó una seguidilla de impugnaciones, entre ellas la de Elisa Carrió (Coalición Cívica). La diputada nacional y socia de Cambiemos cuestionó a Echegaray por tener causas pendientes en la Justicia. También presentaron impugnaciones en idéntico sentido la diputada Margarita Stolbizer (GEN) y el abogado Ricardo Monner Sans.

La ley de administración financiera establece que el titular de la AGN no debe tener procesos judiciales pendientes. Echegaray insistió en que él no está procesado en ninguna causa, por lo tanto estaría habilitado para su nueva función.

En este panorama, Michetti y Monzó decidieron aplazar la asunción de Echegaray. En la resolución que firmaron ayer, rechazaron la renuncia de Despouy y solicitaron que éste continuara en el cargo al frente de la AGN hasta tanto se diriman las impugnaciones contra el ex jefe de la AFIP. Asimismo, exhortaron al Partido Justicialista a que cumpliera con una serie de trámites formales, entre ellos la presentación de su personería jurídica y la legitimación de los firmantes de la nota en la que se propone a Echegaray para encabezar la AGN.

Es que la designación de Echegaray fue elevada al Congreso por Jorge Capitanich, vicepresidente del PJ. Su presidente, Eduardo Fellner, ex gobernador de Jujuy, no firmó la nota por estar, al parecer, fuera del país. Lo cierto es que Fellner pretendía para él la jefatura de la AGN, pero Cristina Kirchner lo ignoró. Habrá que ver si Fellner firma ahora el nombramiento de Echegaray como reclaman Monzó y Michetti.

La impugnación de Carrió contra el ex funcionario kirchnerista se fundamenta en dos causas: una denuncia que presentó el diputado Fernando Sánchez en Uruguay por la compra de inmuebles en Montevideo y su presunta vinculación en la causa Ciccone, en la que el fiscal pidió su indagatoria.

Un fiscal pidió procesar a la hija de Jaime

El fiscal federal Carlos Rívolo pidió al juez Sebastián Casanello que procese por enriquecimiento ilícito a Julieta Jaime, una de las hijas del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Para el fiscal, no está justificado el incremento patrimonial del padre y una de sus hijas actuó como testaferro. Ya fue sobreseída por esa acusación por el juez y la Cámara, pero Rívolo insistió con nuevas evidencias.

Un grupo de expertos de la procuración le informó que las cuentas de la joven tienen inconsistencias que lo llevaron a volver a pedir el procesamiento de la muchacha como la persona que tiene a su nombre bienes de su padre. Los expertos determinaron que sus ingresos están injustificados.