El intendente recibió respaldo de los propios y críticas de la oposición. Profundizó el misterio sobre su futuro y alimentó señales. La intensa semana de Fernanda Raverta.
Por Mariano Suárez
Desde que dijo “Buenos días a todos”, Guillermo Montenegro pronunció 6.871 palabras en el marco del último discurso de la actual gestión en una nueva apertura de sesiones del Concejo Deliberante. Los propios lo elogiaron por resumir claramente el rumbo de la gestión de estos tres años, los ajenos lo cuestionaron por argumentos falaces y no responder a las principales problemáticas de la ciudad y nadie percibió indicio alguno sobre un rumor que circula desde hace semanas en Mar del Plata: ¿irá o no en busca de la reelección?
A lo largo de su discurso, Montenegro trazó una línea de acción que intenta llevar adelante desde que asumió y lo definió como un estado más moderno e inteligente, en el que –puso de ejemplo- abrir un negocio ya no es una traba. Destacó el rol del sector privado y cuestionó la idea de “estados paternalistas”, algo que seguramente repetirá de acá en más.
“La idea es plantear que a pesar de los palos en la rueda, Mar del Plata está resolviendo sus problemas históricos y que este es un gobierno que se hace cargo”, graficó desde el entorno del jefe comunal un dirigente que trabajó a su lado en el armado del discurso. Se refieren, por ejemplo, a los índices de la desocupación que históricamente tuvieron a Mar del Plata en los principales lugares, algo que se revirtió en los últimos reportes del Indec.
Desde el gobierno local sostienen que las facilidades para poder abrir un comercio, el apoyo para que los privados desembarquen en la ciudad y las ordenanzas para favorecer las obras privadas y reducir los trámites fueron claves para conseguir eso.
Los “palos en la rueda” de los que habló el intendente en más de una ocasión en estos años en algún momento le apuntaron a los dirigentes de la oposición en Mar del Plata. Esta vez, apuntó más alto: repitió cinco veces a lo largo de su discurso y de distintas formas que la Nación y la provincia discriminan a Mar del Plata en el reparto de obras y recursos.
Luego de reconocer la complejidad de reparar las calles de la ciudad, algo que podría llevar varias gestiones municipales, lanzó el primer dardo: “Esto podría hacerse más rápido si tuviéramos el acompañamiento de la Provincia y la Nación”.
Ese fue la primera de varios cuestionamientos a la provincia y la Nación con una salvedad: destacó en tres oportunidades el trabajo en conjunto con el Ministerio de Seguridad de la Provincia, a cargo de Sergio Berni, amigo personal del intendente.
Así como es lógico que a los integrantes del interbloque de Juntos por el Cambio les haya parecido un “gran discurso” del jefe comunal, también eran esperables las críticas de la oposición. Pero siempre es interesante ver los matices de cada espacio y qué cuestionó cada uno.
En el Frente de Todos acusaron a Montenegro de “victimizarse” y de responsabilizar a la Nación y la Provincia por su falta de gestión. “Mucha excusa y cero gestión”, tituló la presidenta de la bancada Marina Santoro. Molestó, especialmente, la referencia al desembarco de Lamb Weston a la ciudad. “Habló de la sinergia del municipio con los privados y entre los privados. Pero se olvidó de destacar el rol clave que tuvo el Banco Nación, el Banco Provincia y ambos gobiernos”, destacó una dirigente del Frente de Todos.
En un comunicado posterior, Santoro, que se retiró del recinto visiblemente indignada tras las palabras del jefe comunal, enumeró una parte del aporte económico que realizó la provincia a Mar del Plata.
Acción Marplatense, en cambio, eligió marcar la falta de un rumbo claro de la gestión municipal. “Es un gobierno que no ha estado a la altura de las expectativas que tenían los vecinos”, sostuvo. La elección de la crítica esconde al mismo tiempo una defensa a los años en los que gobernó Gustavo Pulti que, implícitamente, fueron cuestionados en el discurso del jefe comunal.
El presidente del bloque, Horacio Taccone, también marcó dos omisiones que llamaron la atención: la exploración off shore y el manejo de los residuos. Sobre el primer tema, Montenegro tuvo una postura muy dura en un principio que luego fue mutando con el correr de los meses. Es, tal vez por ese viraje posicional, un tema sobre el cual no le es cómodo hablar.
El manejo de los residuos de la ciudad también es otro tema espinoso. Si bien el pliego de licitación recibió el respaldo mayoritario del Concejo, el tema se judicializó y en primera instancia el juez en lo Contencioso Administrativo, Marcelo Fernández, le dio parcialmente la razón a la empresa que cuestionó el armado del pliego. La resolución aún está pendiente y el tema –central para la ciudad- deberá retomarse en las próximas semanas.
Hubo, durante el discurso, tres anuncios concretos: la creación de un segundo parque industrial, la creación de un Polo Audiovisual y un fuerte impulso a la industria vitivinícola. Sobre el último, aclaró, habrá pronto un proyecto de ordenanza en el cuerpo legislativo para conocer los detalles de una industria incipiente en la ciudad y la zona.
¿Qué se sabe de los otros dos? Por lo pronto, se conformará una comisión que se encargará de analizar minuciosamente todas las posibilidades. Pero hay algo para adelantar: dos predios están en la ruta 88, dos en la autovía 2 y uno en la ruta 226. Una vez que se determine el mejor lugar se verá de qué modo se concreta, aunque no descartan que si no hay financiamiento público se pueda buscar el aporte privado para llevarlo a cabo. “Es una buena opción, pero se hace difícil confiar cuando dejaron en el olvido proyectos similares para duplicar la capacidad del actual parque”, recordó un empresario local.
El Polo Audiovisual se piensa en dos planos: por un lado favorecer a productoras que elijan Mar del Plata para filmar películas. Para ello se otorgarán exenciones impositivas a films de gran envergadura. “Cuando se grabaron muy poquitas escenas de La ira de Dios en la ciudad se contrataron 60 extras y técnicos. Dentro de poco tendremos una gran producción para Netflix que se va a filmar en la ciudad. Es una posibilidad enorme no sólo de generar trabajo para actores y técnicos marplatenses, sino para promocionar la ciudad en todo el mundo”, se entusiasmaron en el Ejecutivo.
Al mismo tiempo que se gestiona esa parte también se piensa en la radicación de industrias y empresas vinculadas al mundo audiovisual. Habrá incentivos en el actual polo tecnológico y se proyecta avanzar también en la zona de Juan B. Justo y Edison.
Una previa caliente y los escoltas de Montenegro
La apertura de sesiones comenzó con una hora de retraso. Para los invitados presentes pudo tratarse de las demoras lógicas de este tipo de eventos, pero la realidad fue que las negociaciones para destrabar algunos conflictos se extendieron hasta los instantes previos al discurso del jefe comunal.
Los problemas no son nuevos: surgieron el año pasado cuando Nicolás Lauría y Alejandro Carrancio rompieron el bloque. El reglamento interno del cuerpo indica que un concejal que no forma parte de ningún bloque no puede presidir comisiones. Y Lauría –que se quedó con el sello- comenzó a exigir la salida de Carrancio de Hacienda.
Hubo una tregua hasta la aprobación del presupuesto 2023 y los aumentos de tasas, pero luego el tema quedó sin resolverse. La ratificación de las autoridades del cuerpo y el nombramiento del nuevo secretario tras la jubilación de Norberto “Gallego” Pérez estaban sujetas a la resolución de aquel conflicto.
Recién el viernes, la presidenta del Concejo Deliberante convocó a una reunión de labor deliberativa para a destrabar ese conflicto, encuentro que se pospuso por la ausencia en la ciudad de Horacio Taccone. Así, el lunes se realizó la primera reunión y lo que hacia afuera es una discusión menor, puertas adentro del Concejo Deliberante se convirtió en un problema que tuvo en vilo la apertura de sesiones.
En el oficialismo le apuntaron al Frente de Todos por querer “romper” la sesión por un tema sin demasiada trascendencia. En el principal bloque opositor remarcaron que un problema que lleva meses en el tablero intentó solucionarse 48 horas antes de la asamblea. “Y las únicas propuestas para destrabarlo fueron nuestras”, remarcaron.
Pese a las tensiones y las idas y venidas, la sesión se realizó sin mayores sobresaltos y las autoridades fueron ratificadas, con el nombramiento de Facundo Bustos como nuevo secretario. El que bramó por las redes fue Carrancio, que se quedó sin la presidencia de Hacienda y vio como Lauría quedó al frente de esa y de la de Seguridad. Con el libreto liberal, dijo que Juntos por el Cambio y el Frente de Todos “son lo mismo”.
Con los concejales en el recinto, las miradas estuvieron puestas en otro detalle: quiénes flanquearon al intendente. En un año electoral, esos gestos pueden ser señales. Y por eso fue uno de los comentarios que el secretario de Seguridad, Martín Ferlauto, se haya sentado a la derecha del jefe comunal en la primera fila. “Es uno de los nombres que se barajan para la lista de concejales. Es joven, es sólido y tiene cosas para mostrar”, analizó un dirigente de Juntos por el Cambio.
El otro dato llamativo fue la ausencia de Santiago Bonifatti en la primera fila, lugar que había ocupado en 2020 y 2022 (en 2021 la pandemia alteró la actividad). En su silla estuvo el secretario de Educación Sebastián Puglisi, un funcionario de bajo perfil.
El otro dirigente que genera murmullos es el concejal Fernando Muro, a quien muchos señalan como un posible candidato en caso de que Guillermo Montenegro decida no ir en busca de la reelección. Este miércoles, el jefe comunal no dio ninguna pista sobre su futuro y desde su entorno aseguran que se mantendrá así.
Hace diez días, en una columna política nacional mencionaron a Montenegro como un posible compañero de fórmula de Diego Santilli. Cerca suyo le restaron valor a la versión, pero tampoco dieron precisiones sobre lo que hará el jefe comunal. Aunque no parece haber razones para que el intendente no apueste a otros cuatro años al frente de la Intendencia, por ahora, prefiere no dar señales.
Kicillof y Raverta, con sindicatos y empresarios
Dos días antes del discurso de Montenegro, la centralidad política en Mar del Plata estuvo puesta en la presencia de Axel Kicillof, acompañado en todo momento por la referente del peronismo en la ciudad, Fernanda Raverta.
En un encuentro con representantes de más de 70 sindicatos, los dirigentes recibieron el respaldo para lo que viene: el gobernador para ir en busca de la reelección y la directora de Anses para volver a competir por la Intendencia. Era un terreno fértil para la aclamación: la gran mayoría de los sindicatos de la ciudad respaldan a Kicillof y Raverta.
Luego sí se metieron en un terreno que suele ser más hostil: el gobernador encabezó una reunión con más de 200 empresarios en el Hotel Provincial. Allí, Kicillof preveía encontrarse con el intendente Guillermo Montenegro a quien había criticado poco antes en el predio de Smata. Sin embargo, el jefe comunal no asistió. “Son reuniones muy largas en las que Guillermo no tiene demasiada participación. Preferimos no ir”, se limitaron a justificar desde su entorno.
“Fue una muy buena reunión. Celebramos la iniciativa de reunir a todos los sectores, escucharnos y tomar nota de los problemas que planteamos”, dijo un empresario de la ciudad. El gobernador oyó dos reclamos bien distintos: uno fue la necesidad de volver a realizar el refulado de las playas para recuperar espacio de arena y el otro la eliminación del complementario de Arba, un impuesto que creó Daniel Scioli durante su gestión como gobernador bonaerense.
Más allá del análisis de la situación, Kicillof les marcó a los empresarios las dificultades que tiene el gobierno provincial para realizar obras centrales por la desventajosa coparticipación que se le asigna, en relación a lo que genera. “Dijo cosas con las que muchas coincidimos, otras no tanto y también le reconocimos algunas cuestiones de su gestión”, resumió.
Pocas horas depsués de una intensa agenda en su ciudad, Raverta siguió de cerca la sesión en la que finalmente se aprobó la moratoria previsional que permitirá que 800 mil personas tramiten su jubilación. Era uno de los principales objetivos de la directora de Anses que trabajó fuertemente para conseguir la aprobación de la ley, mientras su candidatura a intendenta de Mar del Plata cobra cada día más fuerza.
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