El presidente, que no había ocultado su preferencia por Le Pen, se limitó a enviar un saludo por Twitter
WASHINGTON.- Un comunicado de dos líneas, un mensaje en Twitter y ninguna llamada telefónica. Donald Trump le brindó a Emmanuel Macron una felicitación protocolar, escueta y despojada de pompa por su histórico triunfo en las elecciones presidenciales de Francia.
"Felicitaciones a Emmanuel Macron por su gran victoria hoy como el próximo presidente de Francia. ¡Tengo muchas ganas de trabajar con él!", escribió Trump ayer, en Twitter.
Unos minutos después, el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, difundió un comunicado: tenía dos oraciones y dos líneas que replicaban el mensaje de Trump, y anticipaba continuidad en la "estrecha cooperación" con el Palacio del Elíseo.
La Casa Blanca ofreció una tibia reacción ante el histórico triunfo de Macron en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia, que impuso un nuevo freno a la ola populista y nacionalista que puso en jaque a Europa, y que ayudó a Trump a ascender a lo más alto del poder en Estados Unidos.
Trump no había ocultado su preferencia por la contrincante de Macron, Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional. A fines de abril, antes de la primera vuelta, había dicho en una entrevista con la agencia AP que era la "candidata más fuerte" por su postura frente a la inmigración, la seguridad en las fronteras y el terrorismo.
Le Pen, a quien se vio a principios de año en la Torre Trump de Nueva York, había dicho que el triunfo de Trump era una "señal de esperanza" para Francia. La candidata esperaba poder replicar en Francia el golpe del Brexit en Gran Bretaña y el de Trump en Estados Unidos. Ambos habían ofrecido una fuerte visión nacionalista y proteccionista en sus respectivas campañas.
La reacción de la Casa Blanca ante Macron, un "globalista" pragmático, contrastó con la de Barack Obama cuando François Hollande se impuso en las elecciones de 2012. Obama lo llamó, repasó temas de la agenda bilateral y lo invitó a visitar la Casa Blanca. Hasta anoche, la Casa Blanca no había confirmado si había una llamada o una visita previstas.
Más allá de las preferencias políticas, Obama solía destacar, al hablar de Francia, un hecho histórico: es el aliado más antiguo de Estados Unidos. La amistad entre ambos países se estira hasta la época de la independencia, cuando París respaldó a las colonias norteamericano en su lucha por cortar sus lazos con Gran Bretaña.
Trump y Macron tendrán que trabajar ahora con una agenda común que incluye, entre otros temas, la lucha contra el terrorismo.
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