Bajo el manto protector de María Eugenia Vidal, el hombre que hundió "El Titanic" continúa incrementando su fortuna. Pascual Mammoliti, el “Lázaro Baez necochense”, fue premiado con la construcción de un barrio presupuestado en casi 108 millones de pesos, en 98 y 83.
Según cuentan sus conocidos, es heredero de la cosa nostra italiana. Parte de su familia aún permanece en Italia, detenidos por regentear agencias de autos Seat y Mitsubishi, además de drogas y trata.
Mammoliti supo generar su lugar durante el gobierno de Julio Municoy y el entonces senador Puni García, y se ganó un lugar de lujo en el reparto de la obra pública.
Años más tarde, con su empresa insignia, Edificadora Tauro S.A., fue beneficiado en las licitaciones por los barrios del Plan Federal en toda la provincia durante el gobierno de los Kirchner, de quienes fue aportante para sus campañas electorales.
Comprando materiales de mala calidad y terrenos baratos no aptos para la construcción de viviendas, cumplió el sueño del pibe adquiriendo algo más de 10.000 hectáreas en la zona de Energía y la Dulce, usando todo tipo de testaferros y sociedades como COVINE (que construye los barrios) De la Garma S.R.L., JCV Mammoliti y Don Pedro Navarra, titulares de los campos de la zona.
Sus hijos no solo conformaron una cabaña de toros, sino que además supieron tener -al igual que los hijos de Báez- a pedido de papá -ya que no poseen actividad horaria conocida- sus cuentas en el exterior con varios millones cada uno, como surge de las cuentas publicadas en los Panamá Papers.
Recientemente, Pascual regresó a Necochea de la mano de Vidal y este gobierno de turno a fin de comenzar la construcción de un barrio de 100 viviendas en el predio de la ex planta hormigonera propiedad de Covine Ltda.
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