El plan será doloroso, como dice el presidente Milei. Hoy se empezará a conocer a quién le dolerá más. Escalada de precios sin medidas de control y con guiño a favor del gobierno.
Por Raúl Dellatorre
El gobierno de Javier Milei decidió postergar un dia más los primeros anuncios de medidas económicas y ahondó así las expectativas y especulaciones. La promesa oficial es que a las 17 horas de este martes se escuchará el mensaje de Luis Caputo, ministro de Economía, que probablemente ya esté grabado un par de horas antes. Se descuenta que habrá anuncios referidos a un "profundo ajuste fiscal", como lo adelantó el vocero de gobierno Manuel Adorni, pero no habrá medidas restrictivas en relación a los aumentos de precios que se aceleraron en los últimos días. Una de las mayores incógnitas abiertas es cuáles serán los parámetros que se fijen con respecto al mercado cambiario, un asunto que por la situación de escasez de divisas, condiciona prácticamente a todo el resto del espectro macroeconómico.
A la espera de anuncios y del nombramiento de las nuevas autoridades del Banco Central, este lunes la conducción provisional de la entidad, ejercida por Miguel Pesce, dispuso imponer "la regla de conformidad previa" a la demanda de divisas de empresas para pagos al exterior. Así, como cualquier intento de gira debía pasar previamente por una revisión y aprobación de las autoridades para poder ejecutarse, no hubo prácticamente operaciones en el primer día de la semana. A su vez, los exportadores o cualquier otro sujeto que tuviera dólares para ingresar al país, podía optar por esperar uno o dos días hasta conocer las nuevas reglas, que seguramente le ofrecerán un valor del dólar más atractivo.
En consecuencia, el mercado operó en modo "feriado cambiario", aunque no hubo resolución formal que lo estableciera. Para este martes, se espera que se repita esta paradójica forma de "súpercepo", ya que los anuncios de Economía recién se escucharán tras el cierre de la jornada financiera.
Registro de exportaciones
La otra novedad de esta prolongada transición, que curiosamente se extiende sobre los primeros días de la nueva administración, fue la sorpresiva --para muchos-- decisión de cerrar el registro de exportaciones de granos y subproductos agrícolas. La medida tomó trascendencia a partir de que las empresas exportadoras recibieran, en la tarde de este lunes, el comunicado con la decisión adoptada por la subsecretaría de Mercados Agroalimentarios, de "que a partir de las 17.00 del día 11 de diciembre de 2023 se procede al cierre del registro de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior hasta nuevo aviso".
Esto afecta a los exportadores de maíz, trigo, y aceite y harina de soja que, según expertos en este mercado, en lo que va de diciembre venían anticipando el registro de exportaciones futuras, porque así fijaban el valor de las retenciones a pagar al precio de mercado del producto en ese día. Y como se espera una devaluación importante, que arrastrará hacia arriba los precios locales de granos y subproductos, registrando ahora laeventa se aseguraban un pago inferior de ese tributo.
El nuevo dólar
Se supone que la medida sólo se extenderá hasta que quede definido el nuevo esquema cambiario. Las especulaciones del mercado indicaban que se establecerá un nuevo valor de referencia para el dólar mayorista, que de los actuales $ 365,95 para la venta, se iría a cerca de 650 pesos. Para los exportadores, es un valor de liquidación muy próximo al que ya recibían con la chance de liquidar 50 por ciento por el mercado oficial y el otro 50 por el financiero o "contado con liqui".
En cambio, para los importadores se impondría una tasa de impuesto país del 30 por ciento, llevando el precio de la divisa así a 845 pesos, aproximadamente. La expectativa es que, con una brecha de no más del 50 por ciento sobre este último valor, el precio de los dólares financieros oscile en torno a los 1250 pesos.
Ajuste del gasto
La clave de los primeros anuncios para las aspiraciones del gobierno sería poder, al mismo tiempo, dar respuestas sólidas con respecto al fuerte ajuste del gasto y a la eliminación de los llamados "pasivos remunerados" del Banco Central (leliqs y pases pasivos en poder de bancos y fondos de inversión, principalmente).
Lo primero se conseguiría con el anuncio de restringir el presupuesto nacional 2024 a las cifras del presupuesto 2023, sin actualización por inflación. Mientras no haya otro presupuestro votado, consideran en el gobierno actual que sería legal hacerlo. Así, se reducirían las partidas en términos reales en un 60 por ciento en lo inmediato, y si la inflación de los próximos meses se dispara en los términos que expresó Milei en su discurso del domingo, a no menos del 300 por ciento anual, la reducción real sería del 75 por ciento.
Pasivos del Banco Central
En cuanto a la reducción del monto de títulos de deuda de corto plazo en poder de las entidades, el interrogante es qué pasaría con esos fondos si se convierten en dinero líquido en manos de ese sector privado. ¿Emigrarán hacia el dólar? No hay una única respuesta en las filas oficiales, y el destino de estos más de 20 billones de pesos (millones de millones, o expresados en dólares a una cotización de mil pesos, 20.000 millones) es lo que probablemente estire las discusiones, y las dudas, antes de conocerse el paquete más inmediato de medidas.
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