Luego de su impactante triunfo electoral, Sergio Massa volvió al ministerio de Economía y en un diálogo con corresponsales extranjeros anticipó medidas destinadas a calmar el mercado del dólar. También reveló que buscará que el presupuesto 2024 se apruebe con superávit, para lo que pidió la aprobación de la separata que elimina subsidios a las empresas. Insistió con la idea de la unidad nacional y, a propósito de los guiños de Javier Milei a Juntos por el Cambio, dijo que se equivocaban los dirigentes que se creen dueños de la voluntad ciudadana.
Por FERNANDO CIBEIRA
Sergio Massa utilizó las primeras horas posteriores al impactante triunfo obtenido en las elecciones presidenciales para adelantar nuevas medidas económicas y volver a convocar a los votantes de otras fuerzas en la idea de un gobierno de unidad nacional. El ministro de Economía recibió a los corresponsales extranjeros para mostrarse en el control de la gestión y les anticipó un nuevo dólar para exportadores, siempre en la idea de fortalecer las reservas, la principal preocupación de aquí al 19 de noviembre. También adelantó que irá por un presupuesto 2024 con superávit, por lo que volverá a la carga con la "separata" para eliminar los subsidios y beneficios a empresas que representan casi un 5% del PBI. Toda una novedad: un presupuesto superavitario en un 1%, pero que el cinturón no se lo ajusten los trabajadores sino los grupos económicos. Massa descartó acuerdos dirigenciales con la oposición como los que ahora parece ansioso por cerrar su rival Javier Milei. "Los dirigentes que creen que son dueños de la voluntad ciudadana se equivocan", afirmó.
Dado algunos oscuros pronósticos previos, la reanudación de la actividad en Gobierno fue en medio de un clima distendido, más allá de algunas turbulencias en los mercados. Muy diferente hubiera sido la jornada si hubiera ganado Milei y su propuesta dolarizadora apareciera en el horizonte. De todas maneras, Massa se preocupó en dar señales de que sigue encima de los temas económicos y que no dejará que se le escape ninguna variable. Postulado como "el candidato de los trabajadores", el ministro fue recibido en el estacionamiento del ministerio por una manifestación de apoyo de los empleados de los gremios ATE y UPCN. "Lo mejor que nos puede pasar es defender el Estado como lo venismo haciendo", los saludó.
A los corresponsales extranjeros les habló de pie, frente a un atril, en tono de un funcionario que maneja los resortes de la gestión. A la primera pregunta respecto a la baja que habían experimentado los bonos argentinos, el ministro reveló las medidas que tenía previstas para evitar que la situación se mantuviera bajo control. Adelantó un nuevo dólar para exportadores justo por 30 días, el período que durará la campaña: será 70% al dólar oficial y el 30% restante contado con liqui. Por otro lado, volvió a las críticas al ex ministro Martín Guzmán al asegurar que en 2020 se hizo un "pésimo canje de deuda", por lo que tenían en estudio un mecanismo de premios y anticipación de pagos de bonos para que los mercados mantengan la confianza y no caigan los valores.
Como en el búnker el domingo a la noche, se mostró sereno y seguro, como un político profesional. Todo lo contrario de Milei, a quien se lo ve agresivo y nervioso, proponiendo cargos hasta los que hace unos días insultaba. Un corresponsal chino lo consultó acerca del swap, que a Massa le vino como anillo al dedo para ponderar la relación con el gigante asiático, un vínculo que el libertario promete cortar. "Aspiramos a que el flujo de intercambio con China se consolide", contrapuso. Pero si hay un tema que marcó la impronta que busca darle a la discusión económica de los próximas días fue cuando anticipó que ya se había comunicado con el presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Carlos Heller, para pedirle que se discutiera en el debate la separata que envió para que el presupuesto pasara de ser deficitario a superavitario.
Heller convocó a la reunión para este miércoles y seguramente generará una nueva discusión con los bloques opositores. Entre otras cosas, allí figuran el no pago de Ganancias de los Poderes judiciales nacionales y provinciales, alícuotas reducidas de IVA y excepciones tributarias. El arranque del debate contará con algunos de los principales funcionarios del equipo económico como el titular de Aduana, Guillermo Michel, y el de la AFIP, Carlos Castagneto. Habrá que ver si ya se empiezan a notar las primeras fisuras en el interbloque de Juntos por el Cambio, en plena revulsión luego de la derrota electoral.
En su primer posicionamiento luego de los comicios, Massa descartó adelantar el nombramiento de funcionarios de su futuro gobierno -tiene presente la experiencia de Daniel Scioli que lo hizo y le fue mal- y tampoco acuerdos dirigenciales como los que viene lanzando al aire Milei, quien ya no sólo se imagina conversando con Mauricio Macri o Patricia Bullrich sino que incluso imaginó que podría tentar a dirigentes de izquierda para ocupar cargos en su ministerio de Capital Humano. Massa sólo adelanta que conformará un gobierno donde estarán " los mejores", sin importar su procedencia partidaria. Allí dice que imagina a radicales, peronistas disidentes y también representantes de la izquierda.
En el repaso que hizo frente a los corresponsales no dejó de marcar dos factores importantes en su triunfo: habló del voto de las mujeres y del papa Francisco, objeto de los ataques libertarios. "El ciudadano va eligiendo de acuerdo a su estado de ánimo, a sus expectativas, sus esperanzas y a quien le dé certezas", explicó Massa porqué considera erróneo mostrar acuerdos entre los dirigentes. Claro que en el entorno de Massa esperan que haya declaraciones de dirigentes radicales que, por las suyas, salgan a expresar su rechazo a un posible apoyo a Milei, como ya lo hicieron el diputado Emiliano Yacobitti y ex funcionarios como Facundo Suárez Lastra.
De hecho, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, convocaría a una reunión este jueves para discutir la cuestión y en su entorno aseguran que si Macri y Bullrich fuerzan un acuerdo con Milei, la coalición se parte. La Coalición Cívica de Elisa Carrió ya adelantó que no votarán a ninguno de los dos candidatos. Morales tiene una relación de años con Massa, lo mismo que peronistas que forman parte del PRO como Horacio Rodríguez Larreta, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Emilio Monzó. En el campamento de UP aseguran que el vínculo es fluido pero no hay ninguna negociación en marcha. Una carta que se podria jugar tiene que ver con el balotaje porteño. El candidato a jefe de gobierno Leandro Santoro anunció que esperará al escrutinio definitivo para saber qué resolverá. Jorge Macri quedó a unas décimas del triunfo en primera vuelta y en el entorno de Massa serían de la idea de no participar de esa competencia ya prácticamente perdida para no avivar una confrontación con el electorado macrista que -aunque sea en parte- podría elegirlo a él como presidente en el balotaje nacional.
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