El fin del cepo fue recibido con entusiasmo; sin impacto en los precios
Después de un invierno demasiado largo, que se extendió a lo largo de cuatro años, el sol empezó a asomar en el mundo de los ladrillos. Los operadores inmobiliarios y los desarrolladores coinciden a la hora de diagnosticar un cambio en las expectativas del sector y pronosticar un fuerte repunte de la demanda en 2016.
El fin del cepo y la unificación del tipo de cambio, sumados a la promesa de una política más efectiva para controlar la inflación -que es una condición indispensable para la vuelta del crédito hipotecario-, ya provocaron un cambio en el clima de negocios que vive el mercado inmobiliario, aunque para que esta mejora en las expectativas se traduzca en un crecimiento de las operaciones concretas, por factores estacionales, habrá que esperar hasta marzo.
"Esperamos una reactivación del mercado en 2016 que podría llegar al 30%, siempre y cuando se avance en temas clave para el sector, como el regreso del crédito hipotecario y algún tipo de blanqueo de capitales que permita volcar al negocio inmobiliario los dólares que están en las cajas de seguridad", afirma Sebastián Sosa, presidente de Re/Max, la cadena de inmobiliarias número uno del país, con una participación de mercado superior al 8% y más de 25.000 operaciones -entre ventas y alquileres- concretadas en el último año.
El optimismo es compartido en el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba). "Hoy en el mundo hay liquidez y la Argentina representa un gran atractivo para la inversión extranjera. Los activos están baratos en el país. Sin restricciones cambiarias y con señales de normalidad, comenzarán a ingresar capitales del resto del mundo", anticipa Mario Gómez, secretario del Cucicba.
En el sector además se entusiasman con que la mejora de las economías regionales -vía devaluación del peso y quita de las retenciones- termine repercutiendo en la demanda de propiedades.
"Con la devaluación y la quita de retenciones esperamos una reactivación de la demanda, en especial en algunas plazas del interior que son muy buscadas por la gente del campo, como Rosario o Córdoba", dice José Rozados, director de la consultora especializada Reporte Inmobiliario.
Clase media
El optimismo de los operadores inmobiliarios no implica dejar de lado los reclamos acerca de lo que consideran como medidas necesarias para asegurar una reactivación que se mantenga en el largo plazo.
"Va a haber un crecimiento inmobiliario que se va a sentir más allá de los barrios de clase alta, asociado al desarrollo de viviendas para la clase media, donde hay una demanda insatisfecha muy grande", asegura Alejandro Ginevra, socio de la inmobiliaria Ginevra Sotheby's International Realty.
Entre los desarrolladores inmobiliarios también existe una coincidencia casi unánime de que lo que viene es para mejor, en particular en la gama media del mercado. "Se viene una reactivación bastante fuerte, especialmente para la clase media, que es un segmento que estuvo muy desatendido en los últimos años, aunque para este mercado será clave que aparezca una medida que permita instrumentar algún tipo de crédito hipotecario", sostiene Diego Chevallier-Boutell, CEO de Rukan, la desarrolladora del grupo Pegasus, que está lanzando una segunda torre de 33 pisos en el barrio de Caballito.
Por su parte, Mariano Galeazza, director comercial del Grupo Monarca, destaca que "con un mercado cambiario unificado esperamos definitivamente que capitales que hoy están fuera del país se vuelquen al mercado inmobiliario. Ya sea de argentinos con dinero en el exterior, o incluso fondos de inversiones internacionales que hoy miran nuestro mercado como un destino válido para sus inversiones".
Tras el fin del cepo, el interrogante que se abre en el sector es qué puede pasar con los precios. Y la coincidencia de los empresarios del rubro es que por el momento no tendría que haber grandes cambios, al menos en la plaza porteña.
"La verdad es que la devaluación no tomó a nadie por sorpresa porque se veía venir. Si el dólar se mantiene en esta franja, no esperamos un impacto en los precios de las propiedades en Buenos Aires, porque se trata de un mercado que ya estaba dolarizado. Al contrario, creo que va a servir para facilitar las operaciones y terminar con las desgastantes negociaciones sobre qué dólar tomar para las operaciones", explican en Re/Max, aunque aclaran que el panorama podría ser diferente en el interior del país.
"En donde sí esperamos un reacomodamiento de los precios es en algunas ciudades del interior. Con la excepción de algunas plazas como Bariloche, en todas las ciudades del interior las propiedades salen a la venta en pesos, pero tienen como referencia el dólar, con lo cual no descartamos una suba en pesos de los valores", aseguró Sosa.
Comentá la nota