Ante presión devaluatoria poselectoral, alerta un inesperado recorte de ingresos del campo

Ante presión devaluatoria poselectoral, alerta un inesperado recorte de ingresos del campo

Un informe del INTA calculó que por errores en la cosecha de la oleaginosa, quedan en el suelo unas 2,37 millones de toneladas de grano. Estas pérdidas representan un 25% del margen neto de producción. También preocupa la bajante del río Paraná

Las pérdidas por mal manejo en la cosecha de soja generarán una caída en el ingreso de divisas por 1.340 millones de dólares en el saldo exportable de ese cultivo, de acuerdo a estimaciones del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). A esta situación, se suma la bajante del Río Paraná en plena cosecha gruesa, que podría generar complicaciones logísticas para movilizar la producción de granos gruesos. Este piso de recorte en el ingreso de dólares representa un desafío para un Gobierno nacional, que necesita recomponer divisas de cara a un escenario complejo post octubre.

Las condiciones de precios por demás favorables para los commodities son un arma de doble filo para la Casa Rosada y un paso en falso puede afectar los ingresos por exportaciones. Los analistas coinciden en que después de octubre, el mercado financiero puede presionar sobre el tipo de cambio si el Banco Central no engrosa las reservas.

En las pizarras internacionales, los granos gruesos no detienen su carrera alcista y en este punto, el sector productivo ha manifestado su recelo ante la posibilidad de una suba en las retenciones. En la actualidad, trigo y maíz tributan 12%, y el Estado -de acuerdo a la Ley de Solidaridad Social- puede llevar el impuesto en ambos cultivos hasta un 15%, sin pasar por el Congreso. Distinto es el caso de la soja, que requiere de tratamiento parlamentario para retocar ese número.

De acuerdo a estimaciones privadas, cada punto extra en los derechos de exportación del complejo sojero representa 243,5 millones de dólares adicionales y en trigo y maíz son 118 millones de dólares. Frente a esta encrucijada, el oficialismo deberá sopesar el costo político que representaría llevar al Congreso una suba en las retenciones de soja y derivados.

El cultivo de soja rompió todos los pronósticos y ya cotiza sobre los 600 dólares por tonelada en Chicago, el mejor precio de toda su historia. Con un 50% de avance en la trilla de la oleaginosa a nivel nacional, un dato que el INTA releva cada año preocupa al campo: se trata de las denominadas "pérdidas por cosecha". El organismo llevó a cabo un relevamiento en siete provincias y estimó que en promedio, en cada hectárea quedan en el suelo 142 kilos de grano por distintos factores, como inclinación de la planta y velocidad de avance de la cosechadora.

Esta cifra, si bien no parece significativa, adquiere relevancia cuando se la traslada a toda la superficie sembrada y significa que las pérdidas en cosecha en soja impactan en un 25% del margen neto de producción. Con un área de siembra estimada en 16,7 millones de hectáreas, representan 2,37 millones de toneladas que se pierden por mal manejo. En dólares, y a valores actuales, son 1.340 millones de dólares de reducción en el saldo exportable y 442 millones de dólares menos que ingresan a las arcas fiscales en concepto de derechos de exportación.

Otro tema que las autoridades siguen de cerca es la bajante en el Río Paraná, que según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) bajó por tercer mes consecutivo, con una altura promedio menor a un metro. Esta situación genera, de acuerdo a la entidad bursátil, una pérdida de capacidad de carga de 4.500 a 5.500 toneladas por cada buque, aproximadamente un 10% de su capacidad total.

En base a estadísticas oficiales, calcularon que se unas 722.000 toneladas de granos deberán posponerse para embarque o bien relocalizar el despacho a los puertos Bahía Blanca y Quequén. Las pérdidas por esta situación podrían tener un impacto cercano a los 300 millones de dólares.

 

Por Andres Lobato

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