El 2 de enero de 1991, Telefe puso en el aire una ficción como "la súper comedia del verano". Duró cuatro temporadas, es récord vigente de audiencia y marcó una época. Antes de la pandemia había chances de una remake.
El 2 de enero de 1991 fue el primer día hábil de la década del ‘90. Las portadas de los diarios anunciaban que la nafta se encaminaba a los 5.000 australes, moneda que un año después dejaría paso al peso convertible, además de los heridos por las Fiestas. Telefe, canal de TV que la mayoría se empecinaba aún en llamar "el 11”, estaba por cumplir un año y tras despojar del liderazgo en el rating al Canal 9 de Alejandro Romay se prestaba a mantener el primer puesto. Las dos grandes apuestas que se jugaron desde la oficina de Gustavo Yankelevich fueron el pase de Antonio Gasalla, quien llegó a Pavón 2444 desde ATC y arrancó con el pie izquierdo tirando a la Reina del Mar con corona y todo a la pileta, y una historia blanca, familiar, naif y semanal de los autores de “Amigos son los amigos". Promocionada como "la súper comedia del verano", nació “¡Grande, Pa!”. Se cumplen 30 años del inicio de un fenómeno que llegó a paralizar el país siendo la ficción más vista de la historia.
“Estábamos disfrutando del éxito de ‘Amigos son los amigos’ cuando Gustavo Yankelevich nos dijo que quería sacar una nueva comedia en enero. Quique Estevanez compró los guiones de ‘Creciendo con papá’, una telenovela que protagonizaron Alberto Martín y Lorena Paola. Tuvimos que hacerlos todos de nuevo. Los ‘80 y los ‘90 eran dos mundos diferentes. Yo adapté 'El Rafa' para 1997 y, en la primera versión de 1980, Carlín Calvo escuchaba tango con su barra de amigos. ¡Imaginate un pibe de los '90 con un CD de Goyeneche!”, le dijo Ricardo Rodríguez a RatingCero.com, uno de los autores sobre la génesis de la serie. En los libros lo acompañaron hasta 1992 el fallecido Gius (Augusto Giustozzi) y Gustavo Barrios. Ese año se mudaron a Canal 9 con Carlos Andrés Calvo, Pablo Rago y Enzo Viena. La continuidad de la historia más vista del país quedó en manos de Patricia Maldonado.
Los actores principales fueron Arturo Puig y María Leal. Ambos eran parte del elenco rotativo de “Atreverse”, el ciclo de audaces unitarios de Alejandro Doria. Estuvieron juntos en las piezas “Reunión de padres” (escrito por Nelly Fernández Tiscornia con las drogas en los adolescentes como tema) e “Infierno cotidiano" (de María José Campoamor y con la violencia de género como conflicto) compartiendo pocas escenas. Años más tarde se supo que la elegida era otra actriz que rechazó la propuesta. Se les sumaron dos nenas que ya tenían algunos bolos hechos en Telefe: Nancy Anka (Josefina Aráuz o Jose), quien con 20 años hacía de adolescente de 17 y Gabriela Allegue (Florencia Aráuz o Flo) que estaba cursando la escuela primaria. La tercera, la del medio, sería incorporada a través de un casting.
“Ahí nos dimos cuenta que iba a ser un éxito. La fila de postulantes daba la vuelta a la manzana”, describe Ricardo Rodríguez. De esa extensa hilera salió Julieta Fazzari, la que faltaba. Entre 1991 y 1994 se vio en la piel de Ángeles Aráuz (Angie) su menarca en el primer capítulo, su beso con Lucas (Guido Kaczka), la aceptación de su cuerpo tras haberle pedido que le implantaran prótesis mamarias de siliconas y un viaje al exterior para disfrazar diferencia contractuales con Telefe. La más grande tuvo una cuidada iniciación en el sexo con un novio del que estaba enamorada y la menor hasta perdió a su inseparable perra Rita en un accidente. El envío del 2 de enero en una calurosa noche de verano midió 29 puntos de rating. El pico fue de imbatibles 63. El 90% de los niños de entre 4 y 14 años los veían, según Ámbito Financiero.
“Una persona le dijo a Víctor que en un colegio primario los chicos los jueves estaban tan enganchados que los maestros decidieron que la primera hora sea para hablar de ¡Grande, Pa!”, cuenta Ricardo Rodríguez. “Víctor” es Víctor Stella, el director de los 174 capítulos que se grababan durante todo un día de estudios y toda una extensa jornada de exteriores. Quien marcaba a camarógrafos y actores es uno de los de que accedió a hablar a tres décadas del lanzamiento de la comedia con RatingCero.com.
Stella dirigía al menos a dos niñas y a una perra. “Los chicos son trabajosos. En la paciencia reside el éxito de las escenas. Con las tres chicas tuvimos en principio una lucha con los papás. Cuando Angie tuvo que dar un beso tuve varias conversaciones con su mamá”, describió.
GRANDE PA 2021
La última aparición de la “chancles” fue en “¿Quién quiere ser millonario?”, el programa que conducía Santiago del Moro en 2019. Allí, contaron que existieron reuniones para un reencuentro. "Hubo ideas para volver. Sería otra cosa, un 'después de', con nuestros hijos, y Arturo convertido en abuelo", detallaron. La pandemia frenó el hipotético regreso. “Nos gustaría mucho trabajar juntas otra vez”, concordaron al aire Gabriela Allegue y Julieta Fazzari."Sería raro, como matar el mito", disentía Nancy Anka. Junto a María Leal tienen un grupo de WhatsApp llamado “María y sus panchas”, según contaron en Cortá por Lozano en octubre del año pasado.
“Bien podría hacerse un '¡Grande, Pa!' en 2021. El conflicto es simple: hombre viudo que se hace cargo de las hijas”, responde Ricardo Rodríguez a la pregunta sobre una hipotética remake. Como pasó con “Creciendo con papá”, los textos deberían ser aggiornados de los ‘90 a la década de 2020. En 1991 nació la World Wide Web, pero Internet no estaba al alcance del teléfono. Una historia como la de los Aráuz es impensada sin interacciones redes sociales y aplicaciones de mensajería.
Incluso pensar en una reposición al aire de la serie tal como estaba quizás le quitaría el halo de “comedia blanca para toda la familia” en medio de la cultura de la cancelación que se vive. Ejemplo: en el primer capítulo, antes de los 5 minutos, sentados los cuatro Aráuz en la barra desayunadora en la que se dieron los diálogos familiares, Don Arturo plantea la necesidad de ser ayudado por la “Tía Norma” (Stella Maris Closas) apelando a un argumento que puede ser carne de cañón en Twitter: “Tengo tres mujeres en la casa y voy a necesitar una más para que ordene todo esto”. Como si fuera poco, a la anticuada hermana de la fallecida madre de las nenas, el papá no tenía empacho en llamarla “solterona”.
“Un '¡Grande, Pa!' 2021 debería conservar el espíritu familiar y la actuación de Arturo Puig, María Leal, Paco Fernández de Rosa y Stella Maris Closas. Además, un buen director”, bromea Víctor Stella quizás apuntando a una reunión del elenco con Arturo Aráuz y María como abuelos de los hijos de las tres chicas cuyas travesuras de los miércoles a las 21 eran vistas por millones de argentinos. Una adaptación a 2021 con nuevo elenco debería incluir al menos grupos de WhatsApp, selfies en Instagram y “chancles” no tan inocentes. Quizás un viudo buscando matches en Tinder, una empleada doméstica que ya no se equivoque las palabras para evitar que acusen a la ficción de estigmatizar y un casting que evite la hegemonía.
¿Es factible que vuelva a darse algo tan masivo en la televisión abierta? ¿Es una utopía que la familia vuelva a reunirse frente al televisor? ¿Los chicos esperarían al primer recreo para comentar un capítulo de una serie y esperarían pacientemente a la semana siguiente? Parece imposible. A 30 años, sólo queda el nostálgico recuerdo para los que fueron niños o adolescentes en los ‘90 y hoy ve cómo sus hijos crecen con el celular en la mano, los videojuegos en la consola y las series vía streaming. La vida de un viudo con sus tres hijas en la barra desayunadora con una cortina instrumental que combinaba música y aplausos ya no volverá a marcar 63 puntos de rating, aunque bien puede tener millones de reproducciones en alguna plataforma de streaming que apueste a la nostalgia de la Generación X.
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