El intérprete de "Tapas", "Filomena Marturano" y "Zorrita Martínez" estaba internado desde hace varios días en una clínica de Madrid por una insuficiencia respiratoria.
El actor argentino Alberto de Mendoza, que estaba internado por una insuficiencia respiratoria, falleció hoy en Madrid, según informó la asociación de Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE).
A sus 88 años, filmó más de 200 películas, que lo consagraron como un galán del cine español. El último reto que enfrentó en la pantalla grande fue al interpretar a un abuelo machista en La mala verdad, una historia de Miguel Angel Rocca, estrenada el 1 de diciembre. Su personaje le valió el premio a mejor actor en la sección iberoamericana.
Protagonista de películas como Tapas, Una abuelita de antes de la guerra, Filomena Marturano, con Tita Merello, o Zorrita Martínez, Alberto Manuel Rodríguez Gallego González de Mendoza, fue pionero entre los actores argentinos que triunfaron en las tablas españolas.
El actor surgió en los años sesenta como uno de los grandes galanes del cine de ese país, con Carmen Sevilla o Sarita Montiel como compañeras de romances en la gran pantalla.
Actor principal y de reparto en más de 190 películas, las nuevas generaciones le redescubrieron por su entrañable papel de abuelito en Tapas, “un personaje simpático y cortito", como decía él.
Sus hijos, Belén y Fabián (psicóloga y publicista, de profesiones), le recordaron esta mañana como "un hombre apasionado, temperamental, enamorado de su trabajo.
El actor, que había compartido cartel con Alberto Closas, Jack Palance, Irene Papas o Peter Cushing, iba a rodar una serie de 13 capítulos para la televisión argentina y en verano esperaba en estrenar Las brujas de Salem en los escenarios bonaerenses.
De padres españoles, el actor, que nació el 21 de enero, no tuvo una infancia normal. Hijo de un andaluz y una vasca, cuando tenía cinco años, se quedó huérfano y fue llevado a España, donde lo crió su abuela Isidra. Allí se enamoró del séptimo arte en las butacas del Cine Argelles y del teatro, cuando se colaba a ver las zarzuelas en el Teatro Lara.
A pesar de vivir desde hace décadas en Madrid, en una entrevista publicada en Clarín, 2005, cuando le preguntaron cuál era su lugar en el mundo, el actor respondió: “Como decía Borges: "No sé por qué, pero Buenos Aires".
El año pasado fue galardonado con el Martin Fierro de honor por los 30 años de su exitosa serie El Rafa. Y en 1958 y 1982 obtuvo el Cóndor de Plata al mejor actor por sus papeles en las películas El jefe, de Fernando Ayala, y El infierno tan temido, de Raúl de la Torre.
De Mendoza, que estaba internado en el sanatorio de la Clínica de la Luz, será cremado mañana en el cementerio de la Almudena de esa ciudad.
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