La referente de la Garganta Poderosa murió reclamando agua para la villa en plena pandemia del coronavirus. Desde la organización exigieron justicia.
Ramona vivía en la Villa 31 y se organizaba en la Garganta Poderosa. Hace dos años dio positivo de coronavirus y se murió luchando para que el Gobierno de la Ciudad garantice el agua en su barrio. En un nuevo aniversario de su muerte, el reclamo continúa y Horacio Rodríguez Larreta sigue ignorandolos. La Garganta Poderosa denunció que “dos años después, sólo el 2% de la Villa 31 tiene red formal del agua”.
En un comunicado, relataron: "Ramona está viva. La vemos junto a los dos baldes de agua que debía llenar fuera de su casa para poder lavarse las manos y armar las soluciones desinfectantes para hacerle frente al Covid-19. No alcanza”.
“Ramona grita a los cuatro vientos al lado de sus vecinas y vecinos que en la Villa 31 están sin agua ¡hace doce días! El gobierno porteño no la escucha. La agenda mediática tampoco", sigue el posteo en Instagram.
En esa línea, agregan: "'Esperá', esa es la respuesta del Estado frente a la urgencia. Ramona es factor de riesgo, y su familia también. Ellos no pueden esperar ante la amenaza del virus y el hacinamiento. Pero ante la indiferencia institucional, mejor quedate en casa, Ramo. Quedate todo lo que puedas, que te necesitamos. Sé fuerte, no te vayas, queremos Ramona para rato".
Como una de las organizaciones que visibiliza los reclamos de la villa, de su realidad y necesidades, La Poderosa denunció: "Ramona ya no está viva. Nos la arrebató el Estado cuando no le garantizaron una vivienda digna, cuando eligieron no escucharla gritando por la falta de agua, cuando no atendieron la urgencia y la emergencia de vivir hacinados, cuando no respondieron las demandas por la discapacidad de su hija. Dos años después, sólo el 2% de la Villa 31 tiene red formal del agua".
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