Tras el acto oficial, Mónica Fein y Sergio Berni recorrieron barrio Las Flores, epicentro de la tarea de pacificación con fuerzas federales. Hubo chocolate caliente para grandes y chicos y música.
La sintonía fina del Palacio de los Leones con la Rosada sigue dando que hablar. Ayer, sobre las 9.15, al tradicional acto en la plaza 25 de Mayo se le agregó un condimento: la formación de tropas de fuerzas federales y la entonación del Himno Nacional ejecutada por la banda de la Unidad Regional II y el cuerpo de músicos de la banda Martín Güemes de Gendarmería, que llegó desde la Capital Federal. A esa hora Berni se sumó a los actos oficiales frente al Palacio de los Leones.
Tras un largo protocolo, la intendenta e refirió a los 204 años de la Revolución de Mayo. "Es necesario recordar los sucesos de 1810 como ejemplo de la capacidad de quienes supieron defender y luchar por aquello en lo que creían e interpretar lo que la sociedad demandaba", resaltó la socialista.
Unos minutos después, la comitiva se dirigió a la catedral para participar del tedéum, oficiado por el arzobispo de Rosario, José Luis Mollaghan.
Sobre la media mañana, ya en colectora 25 de Mayo y Circunvalación (a pocos metros de España y A008), la banda musical de Gendarmería estaba formada. Hasta allí fueron Berni y Fein para recorrer al ritmo de las tradicionales canciones patrias unas tres cuadras. Terminaron en plaza Itatí, en Rosa Silvestre y Flor de Nácar.
El despliegue movilizó al barrio: los vecinos se asomaron a la puerta y en la canchita de fútbol dejaron el picado a un lado para ver el avance de la banda musical.
A los vecinos los esperaba una cocina de campaña de Gendarmería con chocolate caliente con torta. "Es un gesto simbólico muy importante. Se había perdido el espacio público en manos de los delincuentes y ahora volvió a ser de los vecinos", dijo a La Capital Berni.
Luego, el funcionario explicó su presencia en Rosario un 25 de Mayo: "Es para acompañar a los 2 mil hombres que trabajan día y noche por la recuperación de la paz y tranquilidad que se habían perdido en algunos barrios de la periferia".
Según datos de la Secretaría de Seguridad, se detuvieron 400 personas con causas vinculadas al narcotráfico y se secuestraron 3 mil vehículos.
"Seguimos trabajando con el gobierno provincial capacitando a la Policía Comunitaria para que pueda relevar a Gendarmería de sus tareas", dijo Berni. Luego indicó que el repliegue de fuerzas federales "se dará, obviamente, antes de fin de año".
Tras unos breves discursos en los que Fein llamó a "vivir en paz y comunidad y darnos la mano entre todos como lo hacemos con el gobierno nacional y provincial", la música viró de lo militar a lo popular.
Llegó el folclore y hasta un set infantil para los chicos: sonaron la "Gallina turuleca", de Gaby, Fofó y Miliki, y temas de Piñón Fijo.
El funcionario nacional jugó con los pibes y se sacó fotos con ellos. Hasta sonó el cumpleaños feliz para uno de ellos.
A la hora del chamamé, Fein no se la quiso perder. Tomó a Berni de las manos y empezaron a ensayar algunos pasos, captados por las cámaras fotográficas y de televisión. Fue una instantánea que resumió la buena onda que existe entre ambas autoridades.
Todas las voces. Entre chocolate y chocolate, un grupo de vecinos dialogó con este diario. "Esto es muy especial para el barrio, algo muy hermoso. Los nietos pueden andar jugando y las madres y abuelas podemos estar tranquilas", dijo Rosa.
Elisa fue un poco más allá: "No vemos chicos drogados, parados en las esquinas, y gracias a Gendarmería se puede estar tranquila".
"Que se queden para siempre, hace años que no se ve esto. Ahora se puede salir a cualquier hora porque los choros no se van a animar si está la chata de los gendarmes. Además, si los llamás vienen al toque, no están tres horas sin venir como antes", dijo Natalie.
A su lado, Gerardo recordó que "a los chicos los hace revivir" y agregó que "nunca se vivió un desfile así en el barrio, porque antes había que ir al Monumento, por eso está bueno que vengan ya que mucha gente no puede ir al centro".
Laura, con 32 años y tres hijos, nació y se crió en Las Flores. "Estoy muy emocionada, es relindo esto. En mi vida vi el barrio así", resumió. Rita se mostró muy contenta, advirtió que lo de ayer en Las Flores fue "inédito" y agregó: "Esperemos que vuelvan para el Día del Niño".
Del resultado de la celebración por la Revolución de Mayo y el acto popular en Las Flores pueden desprenderse múltiples lecturas. El funcionario con llegada directa al despacho de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner caminó a sus anchas en zonas vulnerables de Rosario, antes vedadas para el ingreso de extraños, incluso para las propias fuerzas de seguridad.
En una soleada mañana de domingo, Berni desembarcó en Las Flores. Lo hizo junto a Fein y su gabinete municipal. Transitaron a pie una pocas cuadras desde la colectora de Circunvalación hasta Flor de Ceibo e Itatí, al ritmo de las estrofas de canciones militares y fanfarrias, en un barrio donde los actos patrios sólo se veían por televisión.
Berni les marcó el paso a las autoridades locales y, si bien todos refieren a la buena relación de la provincia y el municipio con la Nación, la adhesión que cosecha el "supersecretario" entre los rosarinos afectados por la violencia y el narcotráfico representa un capital político que inquieta. Adolescentes, mujeres, amas de casa, niños y trabajadores de Las Flores hicieron fila para sacarse una foto con el funcionario.
Algunas autoridades locales se preguntaron ayer si la facilidad con la que las fuerzas federales dominaron el territorio en las barriadas rosarinas podría replicarse en el conurbano bonaerense y en barrios porteños.
"A Rosario veníamos preparados para la guerra. Pero esto es Disneylandia. Llegamos y, un poco más, nos esperaban con las manos juntas para que les pongamos las esposas. Allá (por Buenos Aires), vamos a un lugar y nos reciben a los tiros", graficó una alta fuente nacional.
En estos 45 días, Berni participó en al menos cinco actos y operativos de difusión pública. La experiencia rosarina no resulta ajena en la escena nacional. Y, más allá de su perfil castrense,el funcionario es también el número tres de la provincia de Buenos Aires (vicepresidente del Senado).
Los funcionarios de Fein reconocieron el efecto positivo de la presencia de fuerzas federales. Pero saben que habrá un posBerni. A partir de allí, el control del territorio volverá a la policía.
Acerca de lo que ocurrirá cuándo se repliegue Gendarmería, un secretario de la Intendencia deslizó: "Sabemos que el contraste puede ser todavía mayor del que se percibe ahora. Pero estamos trabajando con la provincia para capacitar y formar a la policía para revertirlo y lograr niveles de confianza".
De madrugada. El nuevo desembarco de Berni comenzó el sábado a la noche y se prolongó durante la madrugada de ayer, cuando el funcionario supervisó tres allanamientos a búnkers.
En Pasaje Aguilar 7445 se secuestró cocaína y marihuana y se detuvo a dos hombres mayores. También en un kiosco de venta de droga en Magallanes 350 bis, a metros de su cruce con Gorriti. Otro de los allanamientos tuvo lugar en Forest al 7500, en cercanías del Fonavi que se levanta en Mendoza y Donado. Incautaron dosis de marihuana y cocaína y demoraron a tres adolescentes (14, 16 y 17 años) que trabajaban en el lugar.
Respecto de ese último lugar, se acordó con el secretario General del municipio, Jorge Elder, y la ministra de Desarrollo Social provincial, Mónica Bifarello, recuperar la vivienda (había funcionado como búnker en otras oportunidades) para que un gendarme la pueda habitar.
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