La problemática de las barrabravas sigue siendo un tema sin solución para el fútbol argentino, que desde hace décadas se ve condicionado por el accionar de estos grupos delictivos que hacen negocio con la violencia y espantan a las familias de las canchas.
La vigencia de las barras volvió a quedar en evidencia el lunes por la anoche en Mar del Plata, donde Aldosivi venció a Lanús por 3-1. La noticia saliente no fue el resultado sino la agresión que sufrió Pablo Lugüercio: el delantero del equipo marplatense recibió un piedrazo que fue arrojado desde el sector de hinchas visitantes.
Aníbal Fernández se refirió este marte a la mañana a ese episodio y reveló cómo piensa neutralizar a los violentos: "Si soy gobernador, el derecho de admisión lo vamos a ejercer nosotros (la Provincia), así que pueden estar seguros de que hay un montón de personajes que no van a entrar nunca más a una cancha".
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