Sigue la investigación en torno al crimen de Ángeles, la joven de 16 años que asesinaron brutalmente el pasado 10 de junio en el barrio porteño de Palermo. Mientras se concretan medidas judiciales ordenadas por el juez de la causa, también ampliará su testimonio Dominga Torres, la mujer que trabajaba en la vivienda donde vivía la víctima y sus parientes.

La empleada doméstica de la familia Rawson es clave en la hipótesis que sostiene que la estudiante entró al edificio de Ravignani al 2300, pero no a su departamento. La mañana en la que desapareció, la chica debía volver a su casa a cambiarse la ropa de gimnasia para regresar a clases. “Ángeles iba a almorzar, llegaba a las 10.30 y se preparaba para ir al colegio. Yo no vi el uniforme, no lo vi en un tender, no me ocupaba de la ropa. Se iba 12.30. Ella ese día no llegó”, relató la mujer en un diálogo con TN.

Además Torres aseguró que durante esa jornada no escuchó ninguna discusión o gritos. "Si hubiese habido un grito o una pelea lo habría escuchado, yo no escuché nada en el edificio", reiteró.

LA OTRA AMPLIACIÓN

Ayer volvió a declarar el hermano biológico de la víctima, Juan Cruz Rawson. El joven, de 19 años, se presentó ante el magistrado Javier Ríos en los tribunales deTalcahuano de la Capital Federal.

"Respondió preguntas puntuales que hicieron las partes", explicó el abogado Pablo Lanusse, quien representa al padre de los chicos, Franklin Rawson. A su vez relató que la defensa del único detenido, el portero Jorge Mangeri, le consultó al chico cuál era el concepto que tenía del sospechoso antes de que ocurriera el fatal ataque.

Asimismo fuentes judiciales revelaron que Juan Cruz ratificó su percepción sobre que su hermana nunca regresó al departamento y explicó que cuando él arribó a la vivienda, pasado el mediodía, las pertenencias y la ropa que Ángeles debía haber llevado al Colegio estaban en su lugar por lo que dedujo que, desde que se fue por la mañana a una clase de educación física, no regresó a la vivienda.