La patronal de las bebidas refrescantes en España defiende que su hoja de ruta sostenible está completada en más de un 90%Beatriz Blasco.
Por: José A. González.
El mercado de refrescos es de los pocos que ha ganado consumidores en el último año dentro del segmento de las bebidas frías, en parte gracias al empuje de las versiones bajas y sin calorías, cuya adquisición fuera del hogar ha crecido por encima del 4% en comparación con 2022. Más allá de su negocio, la sostenibilidad es uno de los grandes retos que tiene por delante el sector. «Estamos en 11 de los 17 ODS», responde Beatriz Blasco, directora general de la Asociación de bebidas refrescantes de España (Anfabra). Una hoja de ruta amplia que, según sus datos en 2017 ya tenían completada al 90%. «Somos totalmente transparentes», advierte. Buena marcha en su senda de objetivos que se ve amenazada por el futuro cuestionado del plástico y su impacto en los envases utilizados en el sector. «Nuestros envases son totalmente reciclables», responde Blasco.
¿Cuáles son los retos en cuanto a sostenibilidad a los que se enfrenta el sector?
-La principal prioridad que ha tenido desde el principio es trabajar conjuntamente a nivel sectorial y hacerlo de forma muy transversal. Estamos en 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y poder progresar de la mano es la principal prioridad. Hemos trabajado desde el principio con esta base, porque solo así se podía conseguir una transformación tangible y con un mayor impacto.
-En 2017 aseguraban que el 90% de los objetivos que se habían marcado en su hoja de ruta ya los tenían completados. ¿Cómo está ahora mismo ese reto?
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-En algunos casos, hemos superado los objetivos y está certificado por un tercero con el que trabajamos para medir y pedir conclusiones de nuestro trabajo. Tenemos una evaluación continua que nos permite visualizar el buen progreso que llevamos.
Habla de progreso, de cumplimiento... ¿Hay algún reto u obstáculo en la descarbonización de este sector?
-Tenemos una apuesta tremenda por la innovación. Invertimos más del 30% en I+D de forma anual y gran parte de esa innovación va para algo tan esencial como es la circularidad de los envases. El envase es la forma y el contenedor crítico para que, en nuestro caso, la bebida llegue en estado óptimo al consumidor. Llevamos años trabajando en la optimización de la recogida y reciclabilidad del envase y se han conseguido resultados extraordinarios. No quita también el reconocimiento de que quedan cosas que hacer, pero estamos en muy buena posición de partida y desde luego hoy el envase del refresco es 100% reciclable.
-¿Cómo ve el envase o los envases del futuro?
-El futuro, claramente, pasa por seguir profundizando en opciones que nos ayuden a ampliar esa recogida, reciclado y reutilización del envase en la línea que venimos trabajando. Es crítico.
-El plástico está en el punto de mira, ¿cómo está afectando al sector la ley de envases?
-Hay muchos datos publicados sobre el impacto económico que ha tenido, pero yo hago una reflexión general. Los refrescos llevan décadas trabajando en la circularidad de sus envases y creo que es muy importante que se reconozca este esfuerzo. Por supuesto, abrazamos cualquier legislación que imponga una ambición similar a la que nosotros tenemos, pero tenemos que ser muy conscientes de la importancia de la competitividad de todos los que están involucrados en esto. España ha optado por este impuesto, mientras que nuestro entorno no y eso afecta negativamente a la competitividad del tejido empresarial. Creo firmemente que hay fórmulas para seguir profundizando en esa ambición, desde la flexibilidad que nos permite a todos avanzar y contribuir.
-¿No consideran que el futuro de los envases no pase por el plástico?
-No dudo de que las empresas tengan siempre capacidad de sorprendernos, pero tenemos un mix de envases muy amplio, tan amplio como el tipo de bebidas que tenemos. Trabajamos con botellas de plástico, con latas y con vidrio. La lata es infinitamente reciclable y, por ejemplo, una botella de vidrio de refresco puede tener diez años de vida. No creo que sea una cuestión tanto de optar por un tipo de envase, si no creo que es una cuestión de cómo en cada tipología de envases seguimos dando respuesta a las necesidades del consumidor y al mismo tiempo trabajando para que sepas que cada día sea más circular.
-Hablaba al principio que trabajaban 11 de los 17 ODS, ¿cuál de todos es el más complicado de trabajar y en el que van más retrasados?
-Yo lo positivizaría y diría que nos hemos superado. Somos transparentes y vamos publicando nuestro desempeño en esta materia. No tenemos ningún miedo a mostrar cómo es nuestro proceso. Me gusta destacar el trabajo que hemos hecho con el agua. Hay que recordar que es nuestro ingrediente principal, el 90% es agua y, por lo tanto, la optimización de su uso es algo crítico para nosotros.
-Quedan apenas seis años para llegar a final de década, ¿cuáles son los objetivos que quieren focalizar para este último tramo?
-Tenemos que trabajar en la reducción de emisiones, vamos a buen ritmo pero aún no hemos logrado la meta. También queremos seguir trabajando en la concienciación vamos es un cambio de modelo profundísimo que requiere de la colaboración de todos y para empezar de la sociedad.
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