Es uno de los más duros del kirchnerismo. Vocero de las críticas a Alberto, clamor por Cristina e interna con Máximo.
Por: Rodis Recalt.
Si se dividiera a La Cámpora entre halcones y palomas, Andrés “El Cuervo” Larroque estaría, sin dudas, entre los primeros. Es el que tiene las posiciones más duras dentro del espacio que se creó durante el kirchnerismo y, además, el que, desde hace más de un año, lleva la voz cantante cada vez que hay que confrontar con el presidente Alberto Fernández.
Ha dicho cosas como: “El presidente fue jefe de campaña de un espacio que sacó 4 puntos en la elección de la provincia de Buenos Aires en 2017”, en referencia a su paso como jefe de campaña de Florencio Randazzo. Y también otras como: “No hay albertismo. Se le cuelgan del bolsillo en términos de poder. Nadie hace albertismo”. Y esta semana sumó una nueva declaración que levantó polvareda: “Me quedan dudas de que el Presidente tenga la intención de que el peronismo gane”.
Larroque tiene una ventaja respecto de sus compañeros: no es un funcionario que dependa de Alberto Fernández, como el ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro. Larroque es ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, por lo que su jefe directo es el gobernador Axel Kicillof. Esto le da algún grado de libertad a la hora de hablar del Presidente. Otro que suele usufructuar la autonomía bonaerense para lanzar críticas a Fernández es Sergio Berni.
La última movida de Larroque es la organización de un acto en Avellaneda para pedirle a Cristina Kirchner que sea candidata en las elecciones de este año. Desde la consigna se busca comparar los 18 años de exilio y proscripción de Juan Domingo Perón con el fallo de la Justicia federal que condena a la vicepresidenta y le prohíbe ejercer cargos públicos. “Luche y vuelve”, decía el flyer que circuló en redes sociales.
La semana pasada, Máximo Kirchner participó de jornadas con estudiantes secundarios y universitarios donde la consigna también fue trazar un paralelismo entre la proscripción de Perón y la de Cristina.
La palabra proscripción es muy importante para el kirchnerismo y sobre todo para La Cámpora. Larroque se abrazó a este concepto desde el primer día e incluso colocó un portapapeles en su despacho con la frase: “Si hay proscripción no hay democracia. Cristina 2023. Recuperemos el país que queremos”. El detalle es importante, porque no solo se puede ver el cartel en las fotos que difunde el ministro, sino que cada visitante que pasa por esa oficina está obligado a hacer algún comentario sobre el tema.
En la reunión del jueves 16 de febrero en la sede del PJ nacional en la Calle Matheu se acordó suscribir un documento que llevó como título “Democracia sin proscripciones”. Larroque participó de aquel encuentro en el que estuvieron 33 miembros del Frente de Todos y pareció irse contento, porque se pudierdon decir todo lo que quisieron. El ministro bonaerense se quedó con la sensación de que había sido una buena reunión. Grande fue su sorpresa cuando el domingo, mientras desayunaba y leía la tapa del diario Clarín, vio como título principal una frase de Aníbal Fernández: “Cristina no está proscripta, puede ser candidata si quiere”. Casi escupió el mate.
Para Larroque el mensaje era claro. Alberto Fernández había decidido mandar a su ministro de Seguridad como vocero informal a desactivar la idea de que Cristina estaba prohibida. En rigor legal, el fallo contra la vicepresidenta que le prohíbe ejercer cargos públicos aún no está firme y todavía quedan instancias de revisión, incluida la Corte Suprema, pero también es cierto que andar por la vida con un fallo en contra es un condicionante. De todos modos, Cristina ha sabido sacar provecho de sus enfrentamientos con la Justicia. Lejos de debilitarla, los fallos en contra se han vuelto sus mayores espaldarazos políticos. La épica de la batalla contra la Justicia y los medios es materia recurrente en sus discursos.
Los contrapuntos públicos entre Aníbal Fernández y Larroque están siendo cada vez más recurrentes. El ministro de Seguridad dijo el pasado fin de semana que “al ‘Cuervo’ lo mandan a chumbar y morder los garrones”, por sus intervenciones anti albertistas, pero los dichos también se extendieron a toda La Cámpora. “A la agrupación de estos chicos no podés mencionarla en ningún lado. No gozan de mucho respeto porque han hecho muchas trapisondas”, dijo en C5N.
Acto. “Yo trabajo para que Cristina sea candidata”, le dijo Larroque al periodista Roberto Caballero. Estaban hablando de la organización el acto que tendrá lugar en Avellaneda y cuya organización está a cargo de la agrupación “La Patria es el Otro”, de la que el ministro bonaerense es una de sus caras visibles. Si se va a los orígenes de esta agrupación se pueden encontrar figuras como el ex ministro de Desarrollo de Nación, “Juanchi” Zabaleta, o la actual ministra de esa cartera, Victoria Tolosa Paz. Incluso para el documento original participaron al presidente Alberto Fernández. Lejos de aquel origen unido, hoy solo quedan algunos pocos socios fundadores. Entre ellos están el intendente de Avellaneda -y anfitrión recurrente de las últimas apariciones públicas de CFK- Jorge Ferraresi, el intendente de Ensenada, Mario Secco, y también se suma Hugo Yaski, de la CTA, entre otros. Hasta se espera la presencia de Pablo Moyano.
Leé también"LLORA ESPINOZA...": EL CHICANIERO SPOT DE LA ESPOSA DE PÉRSICO PARA LA MATANZA
Al cierre de esta edición no estaba previsto que Cristina Kirchner asista al acto, sino que más bien se trataría de una demostración de fuerza, dos días después de la publicación de los argumentos del fallo de la Causa Vialidad que tuvo como principal condenada a la vicepresidenta. “Buscamos romper una situación de proscripción y acumular fuerza para generar las condiciones para que ella defina”, dijo Larroque en la radio K El Destape. Para el ministro bonaerense todavía no está dicha la última palabra y tiene la ilusión de que el clamor popular pueda hacer rever la decisión de CFK de no presentarse en las elecciones. Él pone como ejemplo la frase de despedida que dijo la vicepresidenta en el plenario de la UOM en noviembre pasado: “Voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo, nuestra sociedad, pueda organizarse en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión, la fuerza y la alegría de nuestra gente. Éramos un pueblo alegre”. Larroque lo traduce como un “cuenten conmigo”.
El concepto de la felicidad viene siendo un tema recurrente de los últimos discursos K. En su encuentro con estudiantes secundarios, Máximo también tuvo palabras similares. “Pueden faltar muchas cosas, menos la sonrisa de los pibes y las pibas”. Esos encuentros tuvieron como consigna la frase “Nada sin Cristina”. Todo un mensaje hacia el interior del Frente de Todos.
Uno de los puntos más álgidos de la última semana fue la filtración de un chat entre el periodista Roberto Navarro, de El Destape, y el presidente Alberto Fernández en el que habla de un escenario de internas en las PASO de agosto próximo. “Vamos a unas PASO, por ejemplo, con 'Coqui' Capitanich. Si él le gana al Presidente, sale tan fortalecido que es un gran candidato para llegar a la presidencia. Si yo le gano, como 'Coqui' será el candidato de Cristina, seré el que termine con veinte años de kirchnerismo y puedo ganar las elecciones”. La frase de Alberto Fernández cayó pésimo en el kirchnerismo y sobre todo en Larroque, que la calificó como una consigna del macrismo y esperaba que el Presidente aclarase o desmintiese ese chat.
Cristina Kirchner hizo una alusión encriptada al episodio y dijo que “en un off the record se dicen barbaridades”. Desde el Gobierno intentaron negar los dichos de Fernández. Desde el lado de Roberto Navarro, al cierre de esta edición, no habían negado la existencia de esa conversación.
Sobre la presentación de Alberto como candidato, la reflexión de Larroque fue demoledora: “Tenemos que ir por algo más importante que un triunfo electoral, la pelea es profunda, lo raro es la alquimia de creer que vamos a ganar con un candidato que mide 5 puntos”. Terrible. Ya el año pasado había afirmado que no veía a Fernández preocupado por ganar las elecciones y que cuando recorría la provincia de Buenos Aires “la gente pregunta si Cristina va a ser candidata”.
La fantasía camporista de Cristina candidata radica en dos aspectos: el primero es que creen que el resultado avasallante de las PASO del 2019 fue sorpresivo para todos e incluso se preguntan si hubiera sido necesario llevar a Alberto Fernández como candidato a Presidente o si, en contra de lo que todos afirmaban, con Cristina alcanzaba. Por otro lado, la elección de Fernández respondía a que tenía buena relación con el Grupo Clarín y también con un sector de la Justicia. Al menos eso recordaban de sus años como jefe de Gabinete de Néstor Kirchner. Para Larroque el fracaso de la gestión de Alberto no se reduce sólo a cuestiones económicas. Cada vez que puede, recuerda que esos sectores, que supuestamente tenían diálogo con Fernández, “se mantuvieron en pie de guerra”.
“El Cuervo” está cada vez másempoderado y se convirtió en el camporista del momento. La pregunta que flota en el aire es: ¿lo manda Cristina o actúa solo? Larroque es inteligente, pero no un librepensador.
Comentá la nota