En un gesto claro hacia la interna de Juntos por el Cambio, el exsecretario General de la Presidencia de Mauricio Macri, Fernando de Andreis, "desembarcó" en Córdoba para trabajar en la estrategia comunicacional y digital de la campaña de Mario Negri y Gustavo Santos.

Mimado de Macri, De Andreis funcionó durante todo el macrismo -en la Ciudad y en la Presidencia- como un virtual número dos de Marcos Peña y es posible que haya aprendido algo del verdadero cerebro de la estrategia digital del ex presidente. Además, es cercano a la familia Santos y es amigo del hijo del ex ministro de Turismo.

Su irrupción en la campaña es importante para Negri. Aunque el PRO quedó partido en el desaguisado de las listas, la apuesta del radical y del ex ministro es que el mensaje sea claro respecto del apoyo de Macri a su lista. En el equipo de campaña del jefe del interbloque en Diputados esperan que el ex presidente regrese al país el 8 de agosto, pero no está claro que vaya a viajar a Córdoba para meterse en la PASO.

Los ejes para la campaña de la interna son: Negri es el dirigente más preparado para enfrentar a Cristina Fernández en "la madriguera del kirchnerismo", como califican al Senado Nacional; y "Santos es Macri". A esto se suma la participación activa que tendrá en la campaña Gregorio Hernández Maqueda, el joven presidente de la Coalición Cívica.

"Va a quedar en claro que somos la ‘lista oficial' de Juntos por el Cambio: contamos con el apoyo de Macri, el aval de la mayoría del radicalismo y llevamos como candidato al principal dirigente de Elisa Carrió en Córdoba", dice Juan Negri, al frente del comando de campaña. Anticipan que "Lilita" estará en Córdoba "las veces que haga falta" para apoyar a Negri, con quien cultiva una vieja y profunda amistad.

Hernández Maqueda ya levantó el perfil con el aval de los estrategas de la campaña: enfocará sus cañones hacia Martín Gill, el candidato a diputado nacional por el Frente de Todos, a quien denunció por la seguidilla de pedidos de licencia a la Municipalidad de Villa María. Ahora, amplió esa denuncia contra los concejales que aprobaron las ausencias de Gill del municipio, y pidió que sean imputados por "traición a la patria" y abuso de autoridad".

Tras la incorporación de De Andreis, Santos sumó otra pieza clave en el armado electoral: el apoyo de Eduardo "el Gato" Romero, intendente de Villa Allende. Y espera sumar este jueves otro actor central: Pedro Dellarossa, intendente de Marcos Juárez. Dellarossa es crítico del proceso que derivó en las múltiples listas de Juntos por el Cambio. A los suyos les cuenta: "Ninguno me llamó para consultarme de las listas, pero al otro día del cierre me llamaron para que los apoye".

Además, Santos comenzó a levantar el perfil con acciones política por fuera de su zona de confort (el turismo y el emprendedurismo): le envió una carta documento a Alberto Fernández en la que le pide que "remueva de su cargo" al periodista de Radio Nacional Juan Alonso, quien había definido a los cordobeses y a su provincia como "de mierda". "Entenderemos también que si usted o los funcionarios de Radio Nacional no toman medidas, esa inacción significará que de alguna manera aprueban los insultos que Alonso expresó sobre Córdoba y los cordobeses", escribió Santos.

Negri pegó otro golpe de efecto en los últimos días hacia dentro del radicalismo: sumó como jefa de la campaña territorial a Brenda Austin, quien rechazó el ofrecimiento de ser candidata a senadora de Luis Juez. Austin no renovará su banca en diciembre, pero tendría destino en la silla que ocupa el radicalismo en el directorio del Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep).

Ahora el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio trabaja para lograr el apoyo explícito de los intendentes. No le será fácil, ya que Rodrigo de Loredo (cabeza de la lista de diputados de Juez) tiene como jefe de campaña a Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero, la ciudad más grande que gobierna el radicalismo cordobés.

Por Juan Manuel González