Ancla fiscal, atraso cambiario e inflación: los pilares económicos endebles ante un shock externo y la falta dólares

Ancla fiscal, atraso cambiario e inflación: los pilares económicos endebles ante un shock externo y la falta dólares

El Gobierno necesita cada vez más divisas para sostener el esquema, como así también si pretende seguir con la baja de tasas de referencia de política monetaria.

Gonzalo Martínez

En la antesala de las elecciones de medio término, el Gobierno parece decidido a no resignar el ancla fiscal, arista fundamental del programa económico, junto a la inflación (que sigue siendo prioridad), aún con el costo de atrasar más el tipo de cambio a través de la reducción del crawling peg al 1% mensual. Sin embargo, el contexto global y la posibilidad de una guerra comercial entre Estados Unidos y China podría complicar los planes del oficialismo que necesita cada vez más dólares para sostener el esquema. A su vez, el mercado espera una nueva baja de tasas de la política monetaria en el corto plazo.

“El esquema cambiario además de depender del cepo cambiario (que ayuda a sostener la demanda de pesos) requirió un reseteo vía un ajuste muy fuerte de la tasa en pesos medida en dólares para sostener el carry”, sostuvo Aurum Valores en un posteo en redes. A lo cual el economista Amilcar Collante agregó: “Ancla fiscal más carry, la regla”. Este parece ser el punto nodal de donde se sostiene el equipo económico. Pero el carry trade se mantendrá atractivo para los inversores mientras haya una tasa real positiva y el tipo de cambio oficial se mantenga bajo control.

“El carry se va a sostener siempre y cuando no haya grandes shocks externos. Por ejemplo, si cae mucho el precio de las commodities; o si la Reserva Federal de Estados Unidos decide frenar el descenso de tasas; o, mucho peor aún, si decide aumentar sus tasas de interés; eso va a generarle muchos problemas a nuestro país y particularmente a la estrategia de carry trade. Lo mismo si el Gobierno no consolida el superávit fiscal, cualquiera de esas circunstancias por separado o en conjunto, generaría presiones devaluatorias que terminaron con la estrategia de carry trade”, señaló a PERFIL Leo Anzalone, economista y director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC).

 

Por su parte, el economista jefe y socio de la consultora Audemus, Gonzalo Guilardes, sostuvo a este medio que más que el carry es el atraso cambiario uno de los pilares de la política económica actual y particularmente a lo que hace al esquema cambiario. “El esquema depende de un financiamiento externo creciente. Acá está el problema. Este mes posiblemente sea el último de financiamiento de dólares provenientes del blanqueo y, si no aparece financiamiento en dólares adicionales, el esquema se queda sin reservas, ni dólares”, expresó Guilardes.

En ese sentido, un contexto internacional de guerra comercial, dólar fuerte, caída del precio de la energía (que afecta las exportaciones de Vaca Muerta) y menor crecimiento mundial, no sería favorable ante la necesidad de conseguir divisas. En esa línea, el Ejecutivo apuesta a la buena relación del presidente estadounidense Donald Trump con Milei para conseguir financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FM. Tras la visita de la comitiva técnica por parte del organismo multilateral, se abrió una ventana de posibilidad para que se logre un Stand By Agreement (SBA), un programa que brinda ayuda financiera a corto plazo, que podría ser de un año para cubrir los vencimientos del 2025 y, luego de las elecciones legislativas, poner sobre la mesa la discusión de un programa más amplio.

 

Por su parte, un agente del mercado señaló a este medio que “si querés mantener un esquema de carry trade, tenés que mantener o subir la tasa de interés y aca la están bajando”. “Claramente, nosotros vemos que esto no es un tema de carry trade, (sino que) vemos que es un tema de demanda de pesos o sobre oferta de dólares, o mucha gente que estuvo sobre comprada en dólares durante años en Argentina”, agregó la misma fuente.

Tasa de política monetaria

El Directorio del Banco Central (BCRA) dispuso la semana pasada una baja de tres puntos de la tasa de política monetaria, de 32% a 29%. Según algunos analistas, la autoridad monetaria apuesta por una consolidación a la baja de la inflación. La reducción de la tasa es consistente con la caída de expectativa de devaluación e inflación. Aún con ese plan, las tensiones quedaron altas, por lo cual la estrategia de carry trade sigue siendo atractiva. Sin embargo, Guilardes advirtió que “si el BCRA se queda sin dólares, porque no hay financiamiento nuevo extra, va a tener que subir la tasa, pero siguiéndola de atrás”. “No veo nuevas bajas de tasas del BCRA si no aparece financiamiento externo (FMI)”, agregó el economista de Audemus.

En tanto, Anzalone sostuvo que “con la última baja de tasas del BCRA, el rendimiento en pesos sigue siendo atractivo, pero con menor margen que antes". "Si la inflación sigue bajando, es posible que todavía haya espacio para sostener el carry trade por algunos meses”, agregó. Por su parte, en relación a las variables que pueden provocar otra baja en la tasa de referencia en el corto plazo, el economista dijo que depende de la dinámica inflacionaria. “Hoy lo que se ve es que el Gobierno decide premiar a quien se queda en pesos y si bien son menores que antes, los beneficios del carry son grandes”, agregó el director del CEPEC.

Por su parte, un titular de una Agente de Liquidación y Compensación (ALYC), explicó a este medio: “Se va a requerir una baja de tasas, porque al tocar el crawling peg, bajarlo del 2 al 1%, la tasa quedó alta. Yo creo que en los próximos meses vamos a ver una tasa, por lo menos, cinco puntos abajo. Está en 29 y debería estar más en la zona de 22/23”. “Si no queres sostener un sistema de carry trade lo tenés que bajar”, continuó la misma fuente.

Inflación

La inflación es otra pata fundamental del programa porque determina el margen de maniobra del BCRA y la sostenibilidad del superávit fiscal. Sin embargo, a pesar de que la dinámica inflacionaria continuará este año con su sendero descendente, lo hará una velocidad menor a la deseada por el equipo económico. Mientras que se espera que el IPC de enero se ubique alrededor del 2,3%, los analistas estiman que recién a partir de abril el índice podría perforar el 2%. Así, complicaría los planes del oficialismo de lograr un 18% para todo el 2025. Esta meta implicaría una suba de precios promedio mensual en torno al 1,4%, un sendero que luce desafiante si el IPC rompe el 2% recién a partir de abril.

Inflación: se espera que el índice perfore el 2% a partir de abril y complica los planes del Gobierno de una variación anual del 18%

A su vez, todavía quedan actualizaciones pendientes en el rubro de servicios, que es el segmento que viene traccionando el índice general en los últimos meses. Por eso el equipo económico decidió en febrero que las tarifas aumentaran por debajo del 2%. A su vez, la reducción del crawling peg al 1% prevista para comienzos de febrero ayudaría, aunque su impacto incide sobre todo por el lado de los bienes.

“El Gobierno logró una baja significativa de la inflación al llevarla al 2/3% mensual. Para seguir este sendero debe evitar que suba el dólar. Esto a un costo de un esquema que necesita cada vez más dólares. El Gobierno se la juega a un acuerdo con el FMI que le financie los dólares que le faltan hasta las elecciones”, dijo Guilardes.

Ancla Fiscal

Luego de conseguir un superávit primario de 1,8% del Producto Interno Bruto (PIB) durante 2024, este año se espera un resultado fiscal positivo equivalente al 1,3% del PBI, sostenido en el escenario base de que la economía crecerá en torno al 5%, por lo cual debería mejorar la recaudación en general de todos los impuestos. Y en ese contexto es que el Gobierno valida la baja del impuesto PAÍS y se anima a la baja temporaria de las retenciones, porque se prevé una mejora de los ingresos.

“¿Qué puede alterar este curso? Creo que el frente externo, que hubiera un tipo de conflicto importante por todo esto que está pasando con Trump y termine derivando en una guerra comercial, que caigan los commodities, que eso reduzca mucho el valor de las liquidaciones de las exportaciones y que eso te termine frenando la economía en algún momento. Ese es uno de los riesgos más importantes”, concluyó a este medio Camilo Tiscornia, economista de la consultora C&T.

 

 

Comentá la nota