Análisis: El empleo crece muy por debajo de la recuperación económica

Análisis: El empleo crece muy por debajo de la recuperación económica

Larreta planteó que es por las rigideces laborales y pidió eliminar las indemnizaciones. Que dicen los datos duros.

 

La creación de trabajo en blanco es el gran pendiente de la economía argentina desde hace más de una década. Incluso cuando la economía crece, el empleo privado no crece en forma proporcional. Por el contrario, se mantuvo en niveles de estancamiento, más si se tiene en cuenta que para hablar de mejoras en el mercado laboral asalariado, se necesita que se creen más puestos de trabajo que personas que entran al mercado laboral por el mero crecimiento de la población.

De 2013 a la fecha, en el mejor de los casos, hubo algunas rachas en las que la creación de puestos de trabajo en el sector privado se sostuvo algunos meses por encima del crecimiento vegetativo de la población (1,1% anual). No se pudo sostener una tendencia.

En otras palabras, ni siquiera se crean puestos de trabajo en proporción a la gente que va llegando a una edad de actividad laboral, tal y como lo reflejan las cifras de desempleo en especial entre mujeres y jóvenes.

Incluso cuando la economía consiguió crecer a grandes pasos, el empleo fue la variable rezagada. Y aunque esta relación se sostenga también cuando la economía se contrae y el empleo demora en caer, lo cierto es que cuando crece el PBI, el mercado de trabajo no actúa como un canal de distribución proporcional de ese incremento de la actividad. Es lo que pasa ahora, con la recuperación económica post pandemia.

La oposición liderada por Rodríguez Larreta afirmó que no crece el empleo registrado por las rigideces de la legislación laboral y pidió eliminar las indemnizaciones. Los datos de las últimas décadas no parecen avalar esa hipótesis.

Los números muestran que con el actual marco regulatorio hubo períodos de generación de empleo genuino en el sector privado asalariado por encima de la tasa de crecimiento vegetativo de la población: once meses de 2015 y otros ocho meses entre septiembre de 2017 y abril de 2018 y en ambos casos se terminaron por cambios macroeconómicos más que por modificaciones en el régimen laboral. En mayo y junio de este año también hubo crecimientos muy elevados tras la fuerte caída del empleo en la pandemia.  

La causas son múltiples: Desde lo macroeconómico, lo que se observa es que los sectores más dinámicos y que más hacen crecer las exportaciones son los que menos mano de obra requieren, es decir, los de mayor productividad laboral, mientras que los que más mano de obra demandan son también los que más importaciones requieren. 

Desde lo micro, también se observan pluralidad de motivos: las empresas optan por modernizarse e incorporar más capital para crecer y no necesariamente más mano de obra; los que incorporan más mano de obra en un principio la hacen de forma transitoria y prefieren contratar horas extras de sus propios empleados tanto por razones tributarias como para no incurrir en la capacitación de un nuevo trabajador o para no comprometerse a un contrato con un nuevo empleado hasta no tener certezas de que el crecimiento de la actividad es sostenido.

 El reclamo de Larreta si parece tener un punto: la incorporación de un nuevo empleado cuyas fuerza de trabajo se vuelva innecesaria para un futuro nivel de actividad más bajo supone un costo fijo adicional o bien el pago de una indemnización por despido.

Por eso, no son novedosas las propuestas por cambiar hacia otra forma de protección ante el desempleo, por ejemplo, en forma de seguros. Suponen la remoción de un desincentivo a la contratación.

En el Ministerio de Trabajo, descreen que esta sea una razón real para incentivar la generación de empleo. Y señalan que con el mismo marco regulatorio entre 2003 y 2015 el empleo asalariado registrado creció 75% mientras que en los cuatro años posteriores se destruyó un 3%.

Estos datos, no obstante, suman la generación de empleo público. Los datos de 2013 a la fecha muestran que todos los meses la creación de empleo público al menos triplicó a la de empleo privado con excepción de algunos meses puntuales. A lo largo del gobierno de Macri en 22 meses la tasa de incremento del empleo público estuvo por debajo de la tasa vegetativa (y en 4 meses incluso fue negativa), y en 11 meses del gobierno de Alberto Fernández también estuvo debajo de la tasa vegetativa (y en 1 fue negativa), en coincidencia con la pandemia.

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