El ingeniero civil Arturo Farfán amplió ayer ante el procurador General la denuncia que formuló el 30 de marzo último para que se investigue por estrago doloso y fraude a los responsables de la obra de la Terminal de Omnibus.
En este punto Farfán se apoya en una información publicada por Nuevo Diario el 3 de abril último donde se consigna que esa comisión quedó conformada recién el 2 de marzo de este año, aún cuando en el contrato la Terminal cedió un local a esa comisión para ejercer sus funciones.
“De haberse designado la Comisión de Control en forma oportuna, no se habría podido ejecutar ninguna obra que careciera de planos aprobados”, expresa la denuncia y agrega que “la comisión estaba obligada a mantener reuniones periódicas, a supervisar, inspeccionar y auditar, lo que no se hizo”.
También Farfán pide investigar incumplimiento de los deberes de funcionario público por falta de ejercicio de contralor de la secretaría de Obras Públicas.
Sostiene que “a pesar de ser la obras más importante de la ciudad, los secretarios del área específica nunca la inspeccionaron para verificar si contaba con planos aprobados, como tampoco solicitaron que se conforme la Comisión de Control. Menciona que fueron secretarios Víctor Hugo Sumaria, Aroldo Tonini, Carlos Ferrary Storni y Roque Mascarello.
En cuanto al probable fraude a la Municipalidad, la ampliación de la denuncia consigna que los funcionarios y la empresa acordaron modificaciones al proyecto para disminuir sustancialmente la inversión, relajaron intencionalmente los controles y el perjuicio patrimonial estaría configurado por la entrega de una
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