El pase sanitario es una realidad ampliamente instalada tanto en sectores públicos como privados durante la segunda temporada en pandemia que vive Mar del Plata, a pesar de algunas voces críticas que resistían la medida que acredita la vacunación completa contra el coronavirus para permitir el ingreso o no –según las dosis recibidas– a determinados establecimientos.
La exigencia del certificado la instauró, en primer lugar, el gobernador Axel Kicillof desde el 21 de diciembre y después, por decreto, el presidente Alberto Fernández lo hizo obligatorio para el resto de las jurisdicciones del país desde el 1 de enero. Así, los casinos se convirtieron en uno de los espacios de la ciudad balnearia que más rápido se aggiornaron a la normativa.
Al principio, se repitieron algunas escenas de “protesta” a quienes se les negó el ingreso a las máquinas tragamonedas por no contar con el certificado, pero ninguna situación pasó a mayores momentos de tensión o de violencia física, según dijo Roberto Páez, de la Asociación de Empleados de Administración, Maestranza y Servicios de Casinos.
“La gente lo está tomando bien y se ve que ya se está habituando. Por ahí hubo alguna contestación de mala manera de parte de alguien que no tenía el pase en los primeros días pero por suerte no hubo hechos de violencia. La verdad es que tampoco hubo muchos casos de gente que se quedara sin ingresar”, afirmó el secretario general del gremio, ante la consulta de Página/12.
En los teatros, las repercusiones son similares. La Asociación Argentina de Empresarios/as Teatrales y Musicales resaltó la “excelente predisposición del público ante el control del pase sanitario” antes del ingreso a las salas. Como la requisa demora un poco más el ingreso, algunos privados optaron por habilitar antes los accesos para evitar mayores retrasos entre los espectadores.
“Acá comenzamos con funciones en el Payró y todavía no lo hicimos en la sala Piazzolla –la más importante del complejo– pero no hemos visto inconvenientes. El jefe de sala o el portero es el que pide el pase sanitario ni bien se entra por el Palacio de los Deportes. Después se pone sanitizante, se forma la fila con distanciamiento y se hace todo rápido. La gente reacciona muy bien. Como trabajamos por reglamentación con aforo al 100%, hay algunos que quizás preguntan si se pueden cambiar de lugar para tener más distanciamiento pero la reacción es muy buena”, comentó a este medio uno de los organizadores del Centro Provincial De Las Artes Teatro Auditorium.
Los bancos tampoco evaden la exigencia y lo establecen como requisito de ingreso tanto para clientes como empleados. “Llegamos a tener resquemores pero la mayor parte de los casos se solucionaron sobre la marcha. Hubo otros casos en donde las personas fueron derivadas por medios alternativos y también en alguna situación puntual se trató de ver de qué manera se podía atender a la persona sin que ingrese a la entidad”, comentó Guillermo Martínez, de la Asociación Bancaria Seccional Mar del Plata.
El dirigente, de todos modos, resaltó que las adecuaciones complementarias que se definieron poco después del 21 de diciembre permitieron flexibilizar la dureza de la prohibición de ingreso que inicialmente se había previsto. “Primero nos notificaron de la normativa con el esquema completo de vacunación pero después salió otra norma complementaria que prevé una excepción para los que se dieron una vacuna en las últimas 6 semanas. Así que esos están habilitados a ingresar hasta el 28 de febrero”, aclaró.
A tono con la misma realidad, los gastronómicos marplatenses garantizan el cumplimiento del pase sanitario: en algunos casos, el certificado ya se pide al momento de la reserva y luego se vuelve a pedir de manera presencial. “En general te encontrás con muy buena predisposición. Mucha gente ya bajó las apps para mostrar el pase”, dijo Hernán Szkrohal, de la Cámara Gastronómica de Mar del Plata, quien reconoció que pensaba que la iniciativa podía ser “más conflictiva” a la hora de su implementación.
Y en aquellos casos en donde no se puede certificar la vacunación completa contra el Covid-19, el empresario explicó que se invita al cliente a comer en los decks, las estructuras con mesas y sillas que casi todos los bares y restaurantes han colocado sobre la vía pública para poder trabajar al aire libre, bajo un marco que supone menos riesgo epidemiológico por el contexto de la pandemia.
“En el deck, las personas comen como si estuvieran al aire libre pero con un resguardo así que prácticamente no tuvimos problemas”, aseguró a este medio el hombre de Barracuda Café, y resaltó: “No solo vemos que la presentación de los pases está funcionando bien sino que también se vacunaron muchos empleados que antes no se habían vacunado, y eso es muy bueno. Ya queda muy poca gente sin vacunar en el sector. Creo que la medida fue positiva para estimular la vacunación, que es, en definitiva, la salida a esto que estamos viviendo”, apunta.
Entre las voces críticas al pase sanitario se encontraba la del propio Guillermo Montenegro, quien, al igual que otros intendentes del PRO como Martín Yeza en Pinamar, tildó la medida como un “exceso”. Desde un primer momento, el jefe comunal anticipó su negativa a solicitar el certificado a los turistas que llegaran a “La Feliz” y cuestionó su obligatoriedad en algunas actividades como la gastronomía. “Me parece que es un exceso que el propietario de un comercio o restaurante, donde ya hay protocolos, pueda ser plausible de una sanción penal por no llegar a pedir el cronograma de vacunación completo”, había dicho, en conferencia de prensa.
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