Los romances entre dirigentes y figuras de la farándula no tienen descanso. Algunos apuntan que son campañas para mejorar la imagen, aunque siempre los protagonistas desmienten esta versión.
Cada vez son más los casos de dirigentes políticos que se entrelazan en relaciones amorosas con mujeres del mundo del espectáculo, ya sean reconocidas actrices, modelos o simplemente de la órbita de las denominadas “mediáticas”. Son muchos los ejemplos que dan cuenta de las relaciones entre la esfera política y la artística a lo largo de los años. El 2017 no quiso ser me-nos que sus antecesores y ya en los primeros días trajo consigo una de las noticias que más sacudieron al mundo de las revistas del corazón.
Es que la modelo Karina Jelinek, quien públicamente alcanzó la fama por sus constantes bloopers o frases poco coherentes (“las chilenas son casi latinas”, una de ellas), oficializó un romance con un funcionario de Cambiemos de la provincia de Buenos Aires. El hombre en cuestión es Alberto “Albi” Czernikowski, quien fue candidato a intendente de Malvinas Argentinas y, con la llegada de María Eugenia Vidal al gobierno bonaerense, nombrado Director Provincial de Juventud. El joven del Conurbano veraneó con Jelinek en Punta del Este y, en declaraciones mediáticas, aseguró estar viviendo “el sueño del pibe”.
Muchos fueron los rumores que surgieron alrededor de la nueva pa-rejita; incluso María Saccullo, exnovia de “Albi”, aseguró que se trataba de una movida de marketing político para dar a conocer al muchacho de la juventud de Cambiemos. Si bien la hipótesis fue negada desde el oficialismo, según pudo saber La Tecla, en la provincia de Buenos Aires no cayó con mucho agrado la alta exposición mediática que alcanzó Czernikowski, y hasta le recomendaron “mesura”.
Otro de los histeriqueos que sacudieron al mundo de la política y el espectáculo fue el del diputado nacional por el Frente Renovador Facundo Moyano y la diva de la televisión Susana Gímenez. Si bien no hubo confirmación de ninguna de las dos partes y aseguraron ser solamente amigos, conforme a lo recolectado por La Tecla, en un evento del Sindicato de Peajes a finales de 2016, la conductora no se le despegó un minuto, y debieron interceder colegas de Moyano para evitar situaciones comprometedoras.
Sin embargo, la relación no trascendió más allá de los rumores y del paseo del legislador por diversos programas televisivos del corazón. A pesar del supuesto romance con Susana, Moyano redobló la apuesta y, a mediados de enero, se mostró junto a Eva Bargiela, una joven modelo que for-mó parte de programas de la tarde de canal 13. Nuevamente no hubo confirmación, pero, a diferencia de su anterior y fugaz entrelazamiento con la experimentada conductora, tampoco hubo negación. Además, el vínculo con la muchacha devolvió al político a los magazines y revistas del corazón.
La discusión sobre los intereses que podrían existir o no detrás de una relación amorosa, o el solo hecho de que se siembre la especulación sobre momentos íntimos entre una figura de la política y alguien del mundo de la farándula, no parece tener un fin cierto. Será cuestión de casualidad o causalidad, creer o reventar.
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