Los activistas de Greenpeace que estuvieron detenidos en Rusia acusados de vandalismo tras una protesta en una plataforma petrolera en el Ártico, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, fueron beneficiados por una ley de amnistía aprobada ayer por el Parlamento de ese país.

De esta manera, los argentinos podrán regresar al país no bien obtengan el visado para abandonar Rusia. La organización ambientalista internacional informó en un comunicado que el beneficio fue otorgado a raíz de que "la Duma [como se conoce al Parlamento ruso] votó una enmienda que extiende el decreto de amnistía que se había presentado a los acusados de vandalismo".

En ese sentido, Greenpeace sostuvo que "de este modo el texto incluye a los 28 activistas y a los dos periodistas independientes que fueron arrestados hace tres meses por protestar en una plataforma de petróleo de la empresa Gazprom en el Ártico".

Speziale y Pérez Orsi, junto a otros 28 activistas de la ONG, fueron detenidos en Rusia el 19 de septiembre pasado cuando intentaron abordar una plataforma de perforación petrolera propiedad de la compañía estatal rusa Gazprom y acusados de piratería. Más tarde los cargos fueron modificados por los de vandalismo.

Los activistas fueron excarcelados bajo fianza tras dos meses de permanecer en prisión a fines de noviembre y permanecían en San Petersburgo a la espera de un juicio, sin poder regresar a la Argentina.

Speziale afirmó ayer que "este proceso está por terminar, pero no es una razón para festejar", mientras que Pérez Orsi aseguró sentirse "muy aliviado y feliz de tener la posibilidad de volver a casa".

Agencias internacionales informaron que el proyecto de amnistía fue avalado por los votos de 446 de los 450 diputados de la Cámara baja rusa y beneficia a aquellos condenados a penas inferiores a cinco años de prisión, sobre todo por vandalismo, el cargo aplicado a los integrantes de Greenpeace.

"No siento que tengamos que salir a celebrar porque estuvimos dos meses en la cárcel por un crimen que no cometimos -sostuvo Speziale-. Estoy contenta de poder volver a casa, pero no estaré feliz del todo hasta que podamos asegurar la protección del Ártico."

SIN FESTEJOS

El director ejecutivo de Greenpeace en la Argentina, Martín Prieto, manifestó a la agencia DyN estar "aliviado", pero también afirmó que "no se puede celebrar mientras Camila, Hernán y todos sus compañeros no estén en sus casas, junto con sus familias".

"Ellos fueron a poner el cuerpo para proteger un bien de toda la humanidad y los acusaron de un delito que no cometieron, mientras el Ártico continúa amenazado por las multinacionales petroleras", sostuvo Prieto.

Greenpeace aclaró en su comunicado que los 26 ambientalistas extranjeros -entre ellos los argentinos- "podrán regresar a casa con sus familias en cuanto las autoridades rusas otorguen los permisos de salida". "Los activistas no tienen los sellos de ingreso en sus pasaportes, ya que fueron llevados a Rusia por las fuerzas de seguridad cuando fueron detenidos ilegalmente en aguas internacionales", indicó el comunicado.

Asimismo, aclaró que el rompehielos de Greenpeace Arctic Sunrise, utilizado para realizar la protesta, está "actualmente embargado en Murmansk" y su destino "sigue siendo incierto, a pesar de la orden dictada por un tribunal internacional, a raíz de una demanda presentada por el gobierno holandés, para que sea puesto en libertad".

La organización ambientalista expresó que como parte de la campaña para liberar a los 30 activistas "se hicieron 860 protestas en 46 países y en más de 150 ciudades de todo el mundo, y más de 2,6 millones de personas han reclamado a las embajadas rusas".