Así lo dispuso el juez Alejandro Castellanos al ordenar la suspensión del juicio a prueba por dos años. Además, deberá realizar tareas comunitarias en una escuela.
La intimidación llegó a partir de una investigación realizada junto a compañeros de la escuela sobre los vínculos entre empresarios pesqueros y las Fuerzas Armadas.
La investigación fue realizada por la Fiscalía Federal N°2 de Mar del Plata, donde el juez Alejandro Castellanos dispuso la suspensión del juicio a prueba durante dos años que debía afrontar Silvia Gallardo por el delito de amenazas contra una estudiante del colegio Termas Huinco.
La joven, junto a sus compañeros, realizó un documental titulado “El dedo disciplinador”, que evidenciaba los vínculos entre empresarios del puerto y las Fuerzas Armadas durante los años ’70.
A cambio, la imputada deberá realizar un seminario de Derechos Humanos y llevar adelante tareas comunitarias en una escuela.
La amenaza que denunció la joven se produjo el 18 de diciembre de 2009. Gallardo fue hasta la casa de la abuela de la estudiante y a la señora le advirtió que su nieta ya era mayor de edad, que los temas tratados eran serios y que de seguir con este proyecto podría haber “serias consecuencias”.
En la audiencia celebrada en octubre del 2014, la defensa de Gallardo solicitó la suspensión del juicio a prueba por dos años, medida que fue resuelta por el magistrado, con acuerdo del fiscal Pablo Larriera y sin oposición de la víctima.
A cambio, la imputada deberá realizar ocho horas mensuales de tareas comunitarias en una escuela y cursar el Seminario Permanente de Derechos Humanos de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, a cargo de Juan Carlos Wlasic.
De acuerdo a lo relatado por la alumna en el marco de la causa, ella junto a sus compañeros del instituto educativo Termas Huinco, y con supervisión de docentes, desarrollaron un video denominado “El dedo disciplinador”, en el marco del proyecto “Jóvenes y Memoria” que organiza la Comisión Provincial por la Memoria.
La amenaza, recordó, llegó luego de que el video elaborado haya sido exhibido. En el mismo se daba cuenta de “la relación que existía ente empresarios del puerto local con los militares durante la dictadura”.
“Entre las historias documentadas se encontraba una protagonizada por Abel Casas, quien habría sido denunciado a los militares por su (entonces) empleador Roberto Villaola, actualmente exesposo de Gallardo, aparentemente por diferencias existentes con relación a la cantidad de horas que se debía trabajar por día, por lo que Casas habría sido detenido por los militares por un lapso de quince días”, según consta en el expediente.
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