Eduardo Pezzati, el único funcionario de la gestión Pulti que exclusivamente sabía sonreír, artífice de una gestión portuaria desastrosamente olvidable, era cultor de una manera de hacer política que parece regresar por estos días, la del optimismo sin fundamento.

No importara si el puerto tenía problemas de calado, la draga fundía el motor, los cruceros nunca llegaban, el directorio quedaba diezmado o las terminales estuvieran bloqueadas por varios días. Lo mejor siempre estaba por venir.

La rescisión del contrato de concesión del predio de los silos por parte del gobierno nacional a través del Ministerio de Agroindustria llevó a las autoridades del Consorcio Portuario a destacar “el paso adelante” que se había dado para demolerlos y poder recuperar el predio “en 10 días” para construir una plataforma logística para el movimiento de contenedores.

“Siempre dijeron que tenían la mejor disposición de llevar adelante el emprendimiento pero nunca hicieron nada”, explicó el presidente del Consorcio Portuario, Martín Merlini al diario La Capital tras la publicación en el Boletín Oficial.

Alejandro Sanna es uno de los socios de la empresa concesionaria del predio de los silos. Compraron las acciones de “Elevadores Mar del Plata” en el 2006 y un año después la boca del puerto dejó de tener calado suficiente para que puedan ingresar barcos cerealeros. El muelle del espigón 3, los 30 silos y los elevadores pronto pasaron a ser una figura decorativa de la decadencia del lugar.

“Las últimas 30 mil toneladas de trigo las tuvimos que sacar en 1200 camiones hacia Quequén”, contó Sanna. En declaraciones a Revista Puerto advirtió lo previsible, el muro en el que choca el optimismo oficial de recuperar el predio en forma inminente. “Esto no se soluciona en 10 días como dijo Merlini”, advirtió el permisionario. “Vamos a ir hasta la Corte Suprema si hace falta para defender nuestros derechos”, remarcó.

Merlini está convencido que más allá del reclamo por vía judicial que encare Elevadores Mar del Plata, el Ministerio de Agroindustria está en condiciones de solicitar la restitución del predio por “Incumplimiento del contrato de concesión”.

La justicia en lo Contencioso Administrativo seguramente deberá determinar qué parte lo incumplió primero. Elevadores puede haber abandonado a su suerte el predio. Pero quien parece no haber cumplido con sus obligaciones de garantizar la profundidad necesaria en los canales de acceso al puerto es el mismo Estado que hoy reclama la restitución del predio.

“Ofrecimos dragar nosotros, necesitábamos 32 pies para que puedan seguir entrando los barcos de 240 metros de eslora pero nunca más nos consultaron nada y eso que está pago el canon completo, 5 millones de dólares, hasta el 2024”, dijo el empresario.

El puerto entró en emergencia de dragado en el 2008 y recién en abril del 2009 apareció en escena la draga Mendoza para dar inicio a un colosal despilfarro de fondos públicos. Se gastaron más de 40 millones de pesos. Con la draga “operativa” el puerto no solo nunca logró recuperar los 32 pies de calado sino que perdió al poco tiempo la escala de los porta contenedores.

Los que ahora se rasgan las vestiduras que la cuidad está dormida y las elecciones de octubre deben oficiar de despertador, Pulti y compañía, no movieron un dedo por la pérdida de la actividad cerealera en el puerto local. Trabajaban por transformar al puerto marplatense en la capital provincial del Turismo de Cruceros. Optimismo sin fundamento.

Marcelo Lobbosco es el subsecretario de Actividades Portuarias de la Provincia de Buenos Aires. Como Merlini, otro brote de la usina de ideas de la Fundación Pensar que comanda el carismático Juan Aicega.

Sanna contó que se reunió con Lobbosco y Merlini al poco tiempo que entraran en funciones. Dijo que el Subsecretario le aclaró que no iban a dragar para granos. “Así como está el calado pueden entrar barcos para cargar 8 mil toneladas. A nadie le interesa mover tan poco volumen; el proyecto así es inviable”, resumió el permisionario.

El dragado de mantenimiento que realiza la Omvac 10 es otra muestra tangible de la vuelta al optimismo sin fundamentos. Los 90 días corridos establecidos en el pliego como plazo para ejecutar la obra ya terminaron. El 12 de mayo.

“La draga está cumpliendo con el trabajo de manera eficiente y efectiva.Culminará a fin de mes” dijo el Presidente del Consorcio esta semana en declaraciones a Radio Mitre Mar del Plata. Merlini hace cuatro meses que no contesta preguntas de este periodista.

La autoridad portuaria dijo que la draga “tuvo que subir a dique en las últimas horas” para renovar certificados que le exige Prefectura. Desde SPI confirmaron que fue puesta en seco en la tarde de este miércoles. La Omvac estará inactiva entre 10 y 15 días.

Una obra que se ejecuta, supuestamente, las 24 horas del día, pero que se extiende más del 50% del tiempo planificado, no parece responder a un trabajo eficiente y planificado. O está sacando mucho más sedimento que los 400 mil m3 estimados al momento de la adjudicación, o draga en cuenta gotas.

Es probable que ocurra la primera opción. Y que ahora los españoles deCanlemar se conformen con los 3,6 millones de dólares contemplados para esta etapa del plan para conferirle previsibilidad al puerto. Pero el año que viene se ha programado otra intervención de la draga. Habrá que estar atentos al incremento del precio por metro cúbico removido en el presupuesto de la obra.

Por los fondos no habrá que preocuparse. La Provincia acaba de anunciar una inversión de 118 millones de dólares para los puertos bonaerenses. Si bien se desconoce qué obras se encararán en el de Mar del Plata, ojalá incluyan, además del dragado 2018, las luces necesarias para iluminar el extremo del espigón 3 y reacondicionar las instaladas en el dique flotante de SPI, de modo que pueda estar operativo las 24 horas.

Las autoridades dijeron hace un mes que a fines de mayo los pendientes marcados por los prácticos estarían solucionados. Las escalas de los porta contenedores previstas para estos días serán en horario diurno. Todavía falta lo más importante: profundizar el área de giro.

Quizás se consuma el milagro y la Omvac 10 pueda seguir dragando desde arriba del dique de Tettamanti. Optimismo, como vemos, es lo que sobra en el puerto.