Los tres puntos estaban en el bolsillo. Alvarado después de ponerse en ventaja fue dueño absoluto del partido, Deportivo Madryn se embarulló y no supo cómo llegar hasta Pucheta y lo único que le faltó al “torito”, fue justeza para definirlo o que Facundo Tello Figueroa marque el claro penal que pudo haber cambiado la historia. Pero cuando la ventaja es tan corta, cualquier jugada aislada puede emparejar. Y eso pasó. A tres minutos del final, Daniel Carou silenció el José María Minella con el 1 a 1 definitivo que mantiene al equipo de Duilio Botella en carrera por la clasificación, pero ya obligado a ganar en General Pico y siguiendo de cerca el resto de los resultados. Las ganas de Alvarado en el comienzo, en ningún momento se pudo cristalizar en dominio claro, porque tenía la pelota hasta tres cuartos de cancha, pero no pudo conectar a los volantes con los delanteros ySebastián Pereyra era un mero espectador. Algunas conexiones de Francisco Molina con Facundo Machado fue lo mejor en ese arranque, pero de a poco se fueron diluyendo, el enganche no pudo hacer valer su habilidad, fue controlado por Bona y, por eso, Castillo y Roda quedaban demasiado aislados. Una “avivada” de Molina para el “9” que tiró un centro al segundo palo que no llegó nadie para conectar, fue la única aproximación que hizo levantar a la gente en los primeros minutos. Molina quedaba muy adelante y le hacían el 2-1 Rodríguez y Michelena a Ponce, para llegar al fondo y terminar con centros que siempre fueron despejados por la defensa local. Lo más claro fue de la visita a los 27’, con un córner desde la derecha que Michelena alcanzó a bajar y Nelson Ibarlucea, increíblemente, le erró al arco con una mediavuelta en absoluta soledad en el borde del área chica. Otra vez en una pelota parada, fue Madryn el que casi abre el marcador, nuevamente Ibarlucea fue el que ganó, la peinó y exigió una notable respuesta de Joaquín Pucheta que se estiró y alcanzó a cachetear hacia un costado. El conjunto local tuvo la iniciativa, pero le costó mucho llegar con peligro al arco de Pereyra, que casi no tuvo participación, salvo un tiro libre de Molina que controló sin problemas rodilla en tierra. El cierre de la etapa favoreció a los de Izquierdo, que comenzaron a encontrar espacios para jugar, lo hicieron con criterio y le faltó la puntada final para irse en ventaja al descanso. Duilio Botella le renovó la confianza a los mismos once y el equipo salió parado unos metros más adelante, pero sin poder profundizar. Hasta que a los 9’, el entrenador metió dos cambios juntos, sin pensar que tan rápidamente le podía dar resultado. No había pasado un minuto del ingreso de Alejandro Carrizo y Emanuel González, que Ponce trepó por izquierda, metió un centro que no alcanzó a cabecear Roda pero encontró la llegada del “Laucha” por el segundo palo, que se llenó el empeine derecho y le rompió el arco a Pereyra para poner el 1 a 0 y hacer explotar el Minella. Madryn se tuvo que adelantar y empezaron a aparecer los espacios para los hombres de ataque del local. Con mayor tranquilidad, empezó a manejar la pelota, pero también pasó zozobras con una gran jugada combinada por la izquierda, se juntaron Carou y Rodríguez y Madrid alcanzó a desacomodar justo a Girard cuando la iba a empujar. La respuesta llegó de una manera parecida, el que ganó fueCastillo por la derecha, aceleró, llegó al fondo y sacó el centro bajo que no pudo empujar Roda y terminó cruzando todo el arco. El gol les dio confianza a todos. Castillo comenzó a ganar por afuera y a manejar bien cada ataque de su equipo. Emanuel González recibió y no se apichonó, se acomodó y sacó un derechazo bárbaro que reventó el travesaño. El juego era controlado por el local, pero la diferencia era muy corta y no se podía descuidar. Un córner del exBanfield que peinó Luengo y fue directo a la mano Cristian Girard, fue el principio del fin. Porque Duilio Botella protestó y se fue a las duchas, Tello Figueroa se puso duro con Alvarado y quedaba lugar para el empate. Cuando Deportivo Madryn no hacía nada como para llegar a la igualdad, el recientemente ingresadoJoao Asprilla hizo lo que todos le conocemos. El exAlvarado recibió por derecha, jugó el uno contra uno con Ponce, desbordó y tiró el centro para Girard que pivoteó perfecto y cedió a Daniel Carou que tuvo tiempo de pararla y tocarla con categoría contra el palo izquierdo de Pucheta. Baldazo de agua fría en el Minella a tres minutos para el final, que no le dieron tiempo para nada más. Algún desborde y centro que no lastimó, fue lo último de un “torito” que se fue con la cabeza gacha sabiendo que dejó pasar una oportunidad inmejorable y que ahora estará obligado a ganar en General Pico para soñar con la clasificación.