Ocurre en los barrios donde el Estado terminó la obra estructural y sólo resta el acople de cada vivienda a la red tras el pago de 40 mil pesos.
Por los elevados costos, la mitad de los vecinos beneficiados con obras de saneamiento no pudo aún conectarse a la red cloacal. Sucede que una vez terminada la intervención estructural a cargo del Estado, cada contribuyente debe abonar unos 40 mil pesos de contado o unas 80 cuotas de mil pesos para poder tener cloacas anexadas a su vivienda. "Para sectores de clase media y media baja es una cantidad elevada que termina impidiendo su concreción", planteó la concejala del Frente Progresista, María Eugenia Schmuck.
En ese marco, la edila radical insistirá la semana próxima con su propuesta para que el Ejecutivo instrumente, a través del Banco Municipal de Rosario, una línea de créditos a tasa subsidiada "destinada exclusivamente a la realización de las obras y reformas domiciliarias para adecuación de desagües y la conexión a la red cloacal".
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Schmuck confió a LaCapital que "los datos oficiales de la provincia y el municipio marcan que menos de la mitad de los vecinos se terminan conectando a la red cloacal con la obra estructural ya concluida".
En ese sentido, la concejala oficialista recordó que "la conexión domiciliaria corre por cuenta de cada vecino, debiendo afrontar el gasto de la obra de conexión y de adecuación interna en el domicilio, además de la cuota que se le cobra por el pase de la obra frente a su vivienda".
Los valores de la conexión oscilan los 40 mil pesos en efectivo o bien se puede acceder a un plan de cuotas que puede llegar hasta unas 80 cuotas de mil pesos mensuales.
"Esos son los importes que están llegando a las viviendas a través de circulares", indicó Schmuck tras lo cual agregó: "Hace dos años en otros barrios el valor de la conexión salía la mitad".
Para Schmuck, además del problema vinculado al costo de las conexiones "hay una dificultad adicional relacionada a la falta de información. Muchos vecinos desconocen que finalizada la obra estructural se debe hacer la conexión individual y están a la espera de que se concrete".
El programa de saneamiento comenzó a ejecutarse en 2010 cuando el Concejo refrendó el acuerdo al que habían arribado un año antes la Municipalidad y el gobierno provincial, a través de la empresa Aguas Santafesinas (Assa).
Allí se creó el Programa Solidario e Integrador de Desagües Cloacales de Santa Fe para que las principales ciudades de la provincia tengan la totalidad de su población con cloacas.
Schmuck destacó que "una vez instaladas las redes cloacales, es posible realizar los pavimentos a nivel definitivo poniendo en valor los terrenos y viviendas".
"Se trata —continuó— de una obra de gran envergadura e importancia ya que se mejora la calidad de vida de todos los vecinos de la ciudad, se evita la contaminación de la napa freática, la inhabilitación del recurso para otros usos, y se reducen los niveles de contaminación y riesgo sanitario".
La concejala insistió en que "la obra de saneamiento requiere de una gran inversión por parte del municipio y, si en razón del elevado gasto de las obras los vecinos no se conectan, es casi un sinsentido ya que no se logra el objetivo final del plan de saneamiento".
Hasta ahora a los vecinos se les ofreció un plan de cuotas a través de un fideicomiso creado a tales efectos. "Con la aceleración de la inflación, las cuotas subieron mucho y a muchas familias se les hace imposible afrontar ese gasto", indicó.
En ese marco, la semana próxima Schmuck insistirá en la comisión de Presupuesto del Concejo con su proyecto de créditos a tasa subsidiada del Banco Municipal de Rosario.
"Hoy sacar un préstamo personal con las altísimas tasas que ha fijado de referencia el Banco Central no es una solución para estos vecinos", agregó.
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